La eterna e innecesaria tensión política

(Publicado en Alicante24horas el 30/06/2011)

Al ver imágenes del debate del estado de la nación uno asiste con tristeza al observar el nivel de los políticos de los partidos mayoritarios. Pudimos comprobar que el presidente Zapatero sigue en su mundo virtual alejado totalmente de la realidad de nuestro país, hay veces que da la sensación que no se cree la situación dramática que están viviendo muchos españoles y españolas. El ¿lider? de la oposición, el señor Rajoy, con poco entusiasmo se limita a criticar la infame política que ha desarrolladoZapatero, pero sin aportar cuales van a ser sus planes de actuación en el caso de llegar al gobierno de la nación en los próximos meses.

Considero que desgraciadamente para nuestro país, en el momento de mayor crisis hemos tenido el peor dirigente y el peor opositor que podíamos tener. Zapatero lleva años ya haciendo de la improvisación su modus operandi, ya no sabe dónde va a poner la pierna derecha cuando ya la ha empezado a mover.  Rajoy, por su lado, al ver tanta ineptitud ha decidido que no hace falta molestarse en dar el golpe de gracia a su rival, si Zapatero se desacredita a si mismo sin ayuda de nadie.

Yo considero que la solución para este país no  es que Rajoy llegue al poder e intente aplicar otra política, considero que dada la situación de España es imprescindible un pacto de Estado donde determinados asuntos: educación, sanidad, políticas de empleo, austeridad, modelo autonómico, y algun tema más dejen de ser política de un partido para ser política de un país. Estos temas tienen un periodo de aplicación muy superior a una legislatura, no podemos caer en la tentación de pensar que un partido político va a estar eternamente en el poder, sino que al final siempre le sucede en alternancia otro.  Así llama la atención que mientras el Partido Popular se queja de la forma de gestionar la educación a nivel nacional sin ningún tipo de pacto que lleva el gobierno socialista, en la Comunidad Valenciana utiliza el modelo autoritario de este último al proponer  el modelo pluringüe sin ningún tipo de acuerdo. Obviamente el PSPV se queja aquí pero no pide lo mismo en Madrid. (Coherencias de los grandes partidos)

También hay que dejar de vender parte de España a algunos partidos nacionalistas a cambio de sus míseros apoyos en pequeños detalles. Por eso propugno un modelo donde haya elementos fundamentales que estén lejos del uso de los partidos políticos, pero para eso es necesaria la confianza, la buena relación, la tolerancia y el respeto.

Desgraciadamente con todo ello se ha acabado en nuestro país. En la etapa del gobierno final deAznar se empezó con una gran prepotencia luego continuada hasta las últimas consecuencias por el presidente Zapatero.  Para salir de la crisis hay que potenciar lo que nos une, pero nuestros gobernantes han potenciado lo que nos diferencia, lo que nos separa lo que nos hace desconfiar unos de otros, y con un país desunido es imposible salir de la crisis.

¿Y ahora, qué? De James Steward a R. Redford

(Publicado en Alicante24horas el 7/06/2011)

¿Y ahora qué?”,  Es la frase que pronuncia un joven candidato demócrata al Senado de los Estados Unidos interpretado por Robert Redford en la película El candidato. Es la última escena de la película y se produce cuando el candidato acaba de ganar las elecciones. Da idea de lo importante en política: “Nadie gobierna sin haber ganado las elecciones”.  Así, si quieres llevar a cabo una serie de propuestas que consideras importantes para tu ciudad o país lo primero que debes hacer es presentarte a unas elecciones y sobrevivir a la dura campaña electoral. Realmente es uno de los grandes peligros del modelo, enfrascado en la campaña electoral puedes perder de vista lo que te hizo iniciarla.

En un momento tan duro para nuestra sociedad, envuelta en una crisis política, económica e institucional sin precedentes, donde los políticos son considerados como el tercer problema para los ciudadanos quizá sea una utopía aspirar a cambiar las cosas.

En esos momentos no puedo sino recordar una maravillosa película en blanco y negro (1939) protagonizada por James Steward y que se denominaba Caballero sin espada, donde un ingenuo senador luchaba contra una compleja trama de corrupción con un final apoteósicamente parlamentario con lectura de la constitución de los Estados Unidos incluida.

Esa es la idea, nuestra democracia es una de las cosas más importantes que tenemos como país, y si no que se lo pregunten a ciudadanos de otros países que carecen de ella, o sin ir más lejos a nuestros mayores que vivieron otras épocas en España.  Yo considero que la democracia se mejora no cuando los ciudadanos de a pie se apartan de la política sino más bien todo lo contrario. Es conveniente que los ciudadanos nos  interesemos por la política, por las propuestas que hacen nuestros políticos y por las capacidades y experiencia de los mimos para llevarlas a cabo. Los ciudadanos deben exigir más pero ser más consecuentes también en las decisiones que toman al depositar su voto.

Los políticos deberían dedicar a veces unos minutos a pensar por que están aquí ejerciendo como tal. Quizá no sería mala idea que volvieran a ver a James Steward con su peinado curioso y con su discurso interminable del Congreso, de recuperar la idea de que todo es posible, de que no podemos dejarnos llevar por la situación actual.  También se trata de pensar que ganar las elecciones no es el final sino el principio de la tarea, de que las propuestas que se han hecho son para llevarlas a cabo, que son el objetivo y que no deberían perderse como lágrimas en la lluvia.

A pesar de todo, los nuevos en política, al llegar a una responsabilidad tan grande como  la de concejal de tu ciudad, es inevitable pensar lo que decía Redford, ¿Y ahora qué?,  Pues,  ahora a trabajar, ya que aunque  es cierto que algunos no tenemos experiencia en política, tampoco la tenemos en corrupción.