Vox, Mazón y el minuto universal de Waterloo

Vox, Mazón y el minuto universal de Waterloo

Publicado en el diario ABC el 18 de julio de 2024

“Nada podrá hacerle recuperar aquel instante en que fue dueño del destino y no supo aprovecharlo” es una de las frases que el escritor austríaco Stephan Zweig dedica al mariscal Grouchy en su libro “Catorce momentos estelares de la humanidad”. Grouchy fue el mariscal francés en el que Napoleón delegó una de las tareas más críticas en los días previos a la batalla de Waterloo. Grouchy no era el más hábil de sus mariscales, pero sí el más leal y el que ejecutaría las órdenes que le dieran sin pensar lo oportunas o no que fueran. Napoleón le dio el mando de parte de sus tropas con la orden de que impidiese que el ejercito prusiano se uniese al inglés, en lo que se suponía iba a ser la batalla definitiva.  Disciplinado, Grouchy, así lo hace, pero tras unos días buscando infructuosamente a los prusianos, puede escuchar el fragor de la batalla en forma de disparos de cañón. Y es en este momento cuando ocurre el minuto universal de Waterloo. Grouchy puede obedecer estrictamente las órdenes que le dio Napoleón o actuar con el sentido común de un militar y dirigirse a Waterloo. Aparece su condición de más leal que capaz, y piensa que un subalterno siempre obedece. Napoléon se quedará mirando el horizonte esperando la llegada de Grouchy y sus tropas mientras asume que ya no es solo la derrota en una batalla, sino el fin de su imperio.

Santiago Abascal, líder de Vox, quizá ha pensado que no quiere tener su Waterloo particular y ha decidido, para sorpresa de muchos, que su partido abandone todos los gobiernos autonómicos en los que se encontraba junto al Partido Popular.

Es posible que se hayan dado cuenta de que, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, los pactos a los que habían llegado solo favorecían al Partido Popular y quizá en menor medida a la izquierda valenciana. Vox había quedado como el pagafantas de toda la operación.  Unos pactos, en los que sus representantes, ignoro si de forma inconsciente, fueron objeto de algo parecido al timo de la estampita, asumiendo consellerias de escaso peso y menos presupuesto. Algo que se ha puesto en evidencia en la remodelación que el presidente Carlos Mazón ha realizado de forma inmediata.

Si a unos pactos infames, en los que debería haber asumido sí o sí la Conselleria de educación, le añades que el perfil de sus conselleres ha sido estilo Grouchy, mimetizándose en el gobierno el partido Popular desde el primer minuto, el desastre estaba garantizado. Podían haber aprendido de la negociación que realizó Mónica Oltra en los dos gobiernos del Botànic.

Pero es el eterno problema de los pequeños partidos con un líder muy fuerte. El círculo del líder hace todo lo posible para impedir que nadie brille a su alrededor y que le pueda hacer sombra al líder o a los miembros de ese círculo. Yo entiendo que algunos miembros de ese círculo deberían haber sido fulminantemente cesado tras el desastre de la negociación y gestión de los acuerdos en la Comunidad Valenciana. Buscaron perfiles cómodos, obedientes y parece que en algunos casos más basados en aspectos religiosos que en capacidad y pericia profesional.  Todo se ha puesto en evidencia cuando tras la orden dada desde Madrid, algunos conselleres han durado en Vox lo que han tardado en ser cesados.

El presidente Carlos Mazón ha demostrado ser el más listo de la partida, cesando a los cargos de Vox por la noche y nombrando a los del Partido Popular a la mañana siguiente. De paso ha aprovechado para hacer una remodelación express de su gobierno como el que no quiere la cosa, y mejorando su gobierno incorporando al mismo el perfil político y eficaz de Miguel Barrachina, que entiendo le hacía falta.

Empieza una nueva partida en la Comunidad Valenciana en el que Vox ha pasado de ser un partido subalterno del Partido Popular a ir directamente al monte. Ignoro si será beneficiosa o no la estrategia, el tiempo lo dirá.  Pero lo que parece evidente es que la inmigración ilegal, la fallida integración en nuestra sociedad de los que llegan e incluso el incremento de inseguridad, es algo que preocupa cada vez más a los españoles y solo Vox se ha posicionado claramente en este tema. De hecho, ha sido la excusa para la ruptura de los gobiernos. Mientras tanto, el resto de los partidos siguen silbando y lanzado mensajes de “refugees welcome”.

También es cierto que los problemas se solucionan desde el gobierno y no desde el monte. Ignoro si Vox ha aprendido la lección y si tiene otra oportunidad, elegirá más mariscales Murat en vez de los Grouchys de turno.  A veces ser dueño del destino solo ocurre una vez, quizá dos, y no están las cosas para desaprovechar esos momentos.

Menas en la costa

Menas en la costa

Publicado en el diario ABC el 10 de julio de 2024

Durante más de dos siglos, los piratas musulmanes asolaron nuestras costas. Para avisar de sus posibles ataques se construyeron una serie de puestos de defensas y torres, muchas de las cuales podemos ver todavía. En aquellos tiempos se popularizó la expresión “no hay moros en la costa”, para indicar que no se vislumbraba peligro en aquel momento. En la actualidad, la llegada de barcos piratas ha sido sustituida por auténticas oleadas de otro tipo de embarcaciones repletas de inmigrantes ilegales.

Esta llegada masiva de ilegales y la inacción de los gobiernos español y europeos está llevando a una crisis. Esta crisis puede debilitar enormemente los gobiernos de coalición de Partido Popular y Vox debido a la amenaza del dirigente de esta última formación, Santiago Abascal, de romper los gobiernos autonómicos donde se acepten los inmigrantes ilegales que ya colapsan las Islas Canarias.

Ignoro si el señor Abascal cumplirá su amenaza, pero tras el manifiesto error de cambiar a Giorgia Meloni por Viktor Orban, uno ya los cree capaces de cualquier barbaridad. El presidente valenciano, Carlos Mazón, parece que está aguantando la presión de sus socios, pero también exige al gobierno socialista que tenga en cuenta las dificultades para admitir más ilegales sin medios. Desgraciadamente de ese gobierno socialista y sus musas no podemos esperar ninguna propuesta de solución sensata. Escuchar a Silvia Intxaurrondo, a la que llaman la portavoz oficiosa del gobierno Sánchez, decir que “Los menas vienen a aportar su talento para hacer brillar esta sociedad” es abandonar toda esperanza de afrontar con seriedad el problema.

En los tiempos de Lepanto, Europa, conocedora del peligro de los turcos, creó una coalición, que, a excepción de los franceses, pudo hacer frente a la amenaza. Pero ahora ni existe esa unidad de acción ni tenemos un Don Juan de Austria que la lidere. Es más. Europa parece inmovilizada, porque no sabe cómo hacer frente a la avalancha eficazmente sin que su corazoncito de izquierda woke se resienta. 

El mar Mediterráneo se ha convertido en una tumba de muchas personas que, engañadas por las mafias, se introdujeron en una barquita que muchos no utilizaríamos ni en la orilla de la playa. Todo ello en busca de un futuro mejor, que Europa es capaz de garantizar y sus países no. Hay que intentar conseguir que las personas que quieran venir a Europa lo hagan de forma legal a través de nuestros consulados, y no dejarles como única opción pagar la mordida a la mafia. Para ello hay que actuar. Primero mejorando la labor de esos consulados. Y, en segundo lugar, abortando en origen esas oleadas de embarcaciones con inmigrantes ilegales. La ley del mar obliga a rescatar a cualquier persona que esté en peligro, pero también facilita dejarlo en el puerto más cercano y este no tiene porque ser necesariamente un puerto europeo. También hay que saber que hay zonas en las que se puede restringir el paso a aquellas embarcaciones que tengan intenciones contrarias a los intereses del país. Australia y Estados Unidos lo hacen. No hay que ser los tontos del club, y sino pregúntese porque siendo Gibraltar mucho más fácil de localizar que cualquier otro punto de la costa española cuando pasas el estrecho, casi ninguna patera acaba allí.

Se debería también activar la devolución en caliente de inmigrantes que cruzan la frontera arrasando todo lo que tienen enfrente, poniendo en riesgo la vida de nuestras fuerzas de seguridad.

Y por último queda la integración de los que finalmente llegan, muchos de los cuales son menores de edad. Esa integración no se consigue dejándolos a su albur sin ofrecerles algún tipo de futuro. Esto implicaría la imprescindible formación de los recién llegados en lo que sería “el espíritu de Europa”, implicando conocimiento y asunción de la lengua y cultura del país que los acoge. También sería necesario implicar a muchas empresas faltas de personal, que, de forma simbiótica, puedan ayudar en una especie de “FP dual”, donde estos menores puedan adquirir un oficio y de paso se paguen lo que cuesta su estancia aquí.

Pero pierdan toda esperanza, la inmigración ilegal es algo que ya se está utilizando por los unos y los otros como arma arrojadiza. Nadie quiere resolver un problema, unos niegan que exista a pesar de todos los indicios.  Los otros aseguran que esto va a acabar con Europa, pero tampoco plantean soluciones. Ya hay gente que bromea diciendo que, tras las últimas elecciones en Francia, “África empieza en los Pirineos”. Y mientras tanto en España todos los mensajes que nos llegan es que otra vez “Hay moros en la costa”.

La app socialista contra el porno y Curro Jiménez

La app socialista contra el porno y Curro Jiménez

Publicado en el diario ABC el 3 de julio de 2024

Si había algún ministro del gobierno Sánchez que había mantenido cierta imagen de coherencia durante su mandato, ese era José Luis Escrivá. Pero eso ya es algo del pasado tras su reciente comparecencia en la que presentó su “app” para controlar el acceso a las webs con contenido porno.

Si hace un mes alguien hubiese insinuado que se iba a poner en marcha un sistema para controlar el acceso a las páginas con contenidos para adultos, seguro que la izquierda se hubiese puesto en pie contra una idea, que seguro hubiesen pensado proveniente por lo que ellos llaman “la ultraderecha”. No podemos olvidar todo lo sucedido cuando Vox propuso instaurar el “pin parental” con el objeto de que los padres pudiesen evitar que sus hijos acudiesen a determinadas charlas. Ahora es el Partido Socialista el que propone instaurar un pin parental para que los mayores se tengan que identificar cada vez que accedan a una web con contenido sexual. Pero como es el PSOE el que propone ese mecanismo de control, la izquierda no solo asiente, sino que alaba la medida de protección de los menores. Según ha comentado el ministro Escrivá, todo tiene origen en los informes de unos expertos, a los que no identifica, que se muestran preocupados por el incremento de acceso no controlado a contenido sexual por parte de los menores de edad. Llegados a este punto yo ando bastante despistado sobre lo que piensa la izquierda con respecto a los menores. En la España de Sánchez parece que un menor de dieciocho años debe llevar un justificante firmado por sus padres para ir a una excursión del colegio, pero podría abortar sin su consentimiento e incluso podrá cambiar de sexo a los doce años, pero ahora ya no podrá acceder a determinadas páginas web de forma legal.

En fin, yo ya no sé si son tontos o se lo hacen. Los que no han conseguido erradicar las páginas de descargas ilegales de todo tipo de contenido protegido por derechos de autor, se creen ahora que, a través de lo que jocosamente ya se ha llamado “pajaporte socialista”, van a conseguir impedir que la mayoría de los menores de edad puedan seguir accediendo a las páginas que deseen. Existen muchos mecanismos que te permiten acceder a una web como si lo hicieses desde otro país. Así, el modelo de censura socialista se caerá en días ante la más que probable aparición de tutoriales en YouTube y TikTok, donde se explicará paso a paso como burlar el control de edad. De momento ya no hay más que darse una vuelta por las redes sociales para comprobar el cachondeo que ha provocado la medida. Como se preguntaba Cicerón, y probablemente ahora el ministro Escrivá, “¿Hay algo más vergonzoso que ser objeto de burla?”

Escrivá decía orgulloso que íbamos a ser el primer país en introducir una medida de este tipo, sin darse cuenta de que, más que en pioneros, en lo que nos vamos a convertir es en el conductor kamikaze por la autopista. También aseguraba que solo pedía un pequeño esfuerzo a los españoles y que por supuesto la privacidad estaría garantizada.  Pero por lo poco que sabemos, sería un servidor del ministerio el que expediría las acreditaciones, por lo que desde el gobierno serán conocedores ya no solo de los ciudadanos que las usan, sino también de la frecuencia de uso. Y todo el montaje parece que pagado con fondos de la Unión Europea que seguro que se podrían haber dedicado a algo más productivo. 

En España tenemos un gobierno en el que los ministros compiten por embarcarse en cruzadas lo más absurdas posible con tal de no abordar los problemas reales de España y que no son capaces de resolver.

Yo todavía recuerdo que hace ya muchísimos años, junto a mis padres esperaba ver el estreno de una nueva serie de televisión sobre bandoleros que se titulaba “Curro Jiménez”. Ante mi disgusto, nada más empezar aparecieron los dos fatídicos rombos que prevenían del contenido violento del programa. Mis padres me enviaron a la cama y tuve que ver aquella serie en una de sus tantas reposiciones años después. La clave de la formación de los menores está en los padres y en la familia. El gobierno podría haber diseñado un plan para ayudar a los padres a conocer los mecanismos que existen para impedir o al menos dificultar el acceso a determinados contenidos a sus hijos. Pero seguro que eso de los padres es calificado de “facha” por la izquierda progresista. Para ellos es mejor controlar a los padres y de paso poder almacenar información que quizá algún día les sea de utilidad.

Los taxis y la hora del vampiro

Los taxis y la hora del vampiro

Publicado en el diario ABC el 26 de junio de 2024

Cuando a Jonathan Harker le encargaron la tarea de gestionar la venta de unas propiedades a un tal Conde Drácula, no podía imaginar que el viaje iba a ser menos placentero de lo esperado. El cochero le dejó en plena noche en mitad del bosque y Harker tuvo que esperar pacientemente, con los lobos aullando a su alrededor, hasta que llegase el transporte que le tenía que llevar al castillo del Conde.

Es de suponer que a Harker la espera se le hizo larga, tal como les ocurre a los miles de personas que llegamos a los aeropuertos de la Comunidad. Es muy probable que a la llegada te des de bruces con una inacabable cola de personas como tú que están esperando más o menos pacientemente la llegada de un taxi que te lleve a tu destino.

Los servicios hoteleros y de alojamientos en nuestra Comunidad han dado un salto cualitativo notable, nada que ver con el castillo del Conde Drácula. También los servicios de hostelería y entretenimiento disponibles en destino. La Comunidad Valenciana es un destino cada vez mas solicitado por miles de personas que desean pasar unos días aquí. Los aeropuertos han mejorado su capacidad para incrementar el flujo de vuelos. Pero seguimos teniendo un talón de Aquiles que es la conexión de los aeropuertos con la multitud de ciudades destino dentro de la Comunidad.

El aeropuerto de Manises tiene un servicio de metro que le comunica con la capital. El aeropuerto de Alicante-Elche sigue esperando mientras tanto esa conexión ferroviaria imprescindible desde que el Conde Drácula empezó a morder el cuello de los lugareños. Mientras tanto ha de conformarse con una línea de autobuses con una frecuencia que debería ser incrementada.

El metro y el bus tienen dos problemas fundamentales. El primero, que a determinadas horas de la noche dejan de funcionar y el segundo, el que muchos de los viajeros no tienen como destino las grandes ciudades junto al aeropuerto. En ambos casos, el único transporte público alternativo es el taxi.

En los tiempos de Bram Stoker y en el contexto de su novela, podemos entender la dificultad de poder subirse a un transporte con destino al tenebroso castillo del conde Drácula. En los tiempos actuales del Big Data, donde se conocen a la perfección el número de viajeros que van a llegar a un determinado aeropuerto en cada momento, donde ya se puede estimar con precisión mucho más que razonable su destino final y las necesidades de transporte de la mayoría de ellos, es incomprensible que la comunicación se base en que el taxista llame a su central y suelte el famoso “central envía compañeros al aeropuerto que hay mucha gente”.

Yo no puedo entender que los aeropuertos sigan dependiendo del servicio de taxis de un único municipio, por ejemplo, Elche en el caso del aeropuerto alicantino. Y mientras las colas aumentan, los taxistas de Elche siguen como el perro del hortelano, ni comen ni dejan comer al amo. A este problema hay que añadir, que cuando los escasos taxistas de la ciudad empiezan a cubrir los servicios del aeropuerto dejan prácticamente abandonada a las personas que quieren un servicio urbano. ¿Hacen falta más licencias? Probablemente. Quizá el alcalde de la ciudad debería quejarse menos de los ataques homófobos y centrarse más en solucionar los problemas de la ciudad. Pero parece que entre la incompetencia del Ayuntamiento y las presiones de los lobbies, las nuevas licencias jamás llegan.

La ley del taxi aprobada por el tripartito de izquierdas es un claro ejemplo de como no se solucionan los problemas de los ciudadanos en entorno cambiante.

Si un Ayuntamiento como es el de Elche, responsable final del servicio de taxis es incapaz de dar soluciones, es la Generalitat la que debería tomarlas. La más sencilla es la de permitir que taxis de otras localidades pudiesen dar el servicio del aeropuerto. A cambio los taxis de Elche podrían dar también el servicio en la estación del AVE o en la terminal de cruceros en Alicante. Pero aquí el corporativismo y el “entre bomberos no nos pisamos la manguera” también parece imponerse y nadie se atreve a dar el paso.

Obviamente la otra es la de incrementar las facilidades para que las VTC pudiesen ayudar a dar el servicio.

Pero en junio la Conselleria de Industria  tuvo una reunión con el sector y dijeron que tomaban nota de los problemas. Seguimos esperando las medidas o el plan. Igual su plan es el del avestruz, esperar que el problema se solucione solo para evitar meterse en líos.

Hoy en día, cualquier pasajero, en medio de la cola, observa horrorizado como un taxi de Benidorm que deja un viajero en el aeropuerto de Alicante-Elche, debe volver de vacío. Luego nos venderán la moto de la agenda 2030 y el CO2 que despiden los coches.

Si no se actúa, el modelo se pervertirá y empezaran a aflorar muchas más empresas de transporte piratas ofreciendo sus servicios por internet.

Mientras la Conselleria y el alcalde de Elche siguen como el avestruz, cuando estemos en una cola esperando un taxi siempre podemos pensar que al menos no hay lobos aullando a nuestro alrededor, tal como le ocurrió al bueno de Jonathan Harker. 

Mazón, la burocracia y el dragón

Mazón, la burocracia y el dragón

Publicado en el diario ABC el 20 de junio de 2024

Mientras un valenciano está paseando por el desierto de Las Palmas en su Comunidad encuentra una antigua lámpara. Recordando la historia de Aladino se puso a frotarla mientras sonreía. De la lampara apareció un genio que agradecido por librarle del cautiverio le concedió un deseo.

El valenciano, tras pensar un buen rato y dudar entre el beneficio común o el propio, se decidió por el primero y le dijo: “Buen genio, los valencianos sufrimos desde hace muchos años de una pésima financiación del estado central que condena la atención, sanitaria, educativa y los servicios sociales de nuestra población. Ese modelo de financiación lo definió el socialista José Luis Rodríguez Zapatero y no fue modificado por el popular Mariano Rajoy. Ahora parece que el socialista Pedro Sánchez solo lo quiere cambiar para favorecer a los independentistas catalanes y de paso conseguir los apoyos necesarios para seguir manteniéndose en el poder.”

El genio tras dudar unos segundos y mostrar un semblante serio, le contestó: “Eso que me pides es imposible. Los intereses de unas comunidades chocan con las de otras, y a todo esto le sumamos el chantaje de los catalanes que puede generar cierta crisis institucional”.

El valenciano suspiró y viendo el escaso poder del genio, lanzó otro deseo; “Buen genio, había pedido algo justo y por el bien común, te pido ahora algo que me corroe las entrañas y me está poniendo muy nervioso. Quiero que me des una cita para poder pasar la ITV en nuestra Comunidad. La de mi coche está a punto de vencer y no quiero tener problemas con multas o con el seguro del coche”.

El genio no dudó un segundo en contestar: “bueno, ¿qué prefieres para la Comunidad Valenciana, una financiación estilo el cupo vasco o como la que piden los catalanes ahora?”.

En ocasiones es mejor tomarse los problemas del día a día con cierto sentido del humor, a pesar de lo que nos generan o pueden generar. Ha sido muy llamativo esa cruzada lanzada por el presidente Carlos Mazón contra la burocracia, contra ese dragón que dificulta la realización de los más diversos trámites administrativos que los valencianos debemos realizar en nuestra Comunidad. Ese tipo de campañas lo llevan prometiendo presidente tras presidente desde que Mariano José de Larra escribió aquello de  “vuelva usted mañana”.

La gestión de las ITV era una piedra de toque razonable para probar ese afán de lucha contra el dragón burocrático. Es cierto que tenía la dificultad de que la planificación de la reversión del servicio por parte del tripartito de izquierdas se había limitado a una hoja donde estaba escrito “la gestión pública es siempre mejor que la gestión privada, y además esta última solo la defienden los de la fachosfera”.

Pero ha pasado un año ya desde que los populares se han hecho con el gobierno y el sistema de gestión de las ITV sigue generando un quebradero de cabeza notable a los valencianos, incapaces no de conseguir una cita que les venga bien de acuerdo a su disponibilidad horaria, sino simplemente una cita. Recientemente, desde la Generalitat se ha publicado una oferta para contratar el personal necesario y anuncian que probablemente el sistema informático se mejorará en los próximos meses.

Yo puedo entender al conseller de sanidad, Marciano Gómez, en la dificultad de poder contratar personal sanitario para dar mejor atención en el servicio valenciano de salud. Más todavía, dada la incompetencia demostrada día tras día por la ministra de sanidad en sus gestiones con los MIR o la homologación de títulos extranjeros.

Pero lo que no puedo entender es que un servicio tan rentable, y del que somos cautivos los conductores españoles, siga gestionándose de la forma que se está haciendo. Creo que no es tan difícil contratar personal para las estaciones de ITV como la del personal sanitario. Quizás, muchos de los conselleres que ahora viajan en coche oficial han olvidado eso de que cada año o dos hay que pasarse un par de horitas bajo el sol tratando de obtener la pegatina que nos permita seguir circulando con nuestro vehículo un tiempo más.

Me consta que es sincera la preocupación del presidente Mazón de acabar con esa burocracia. Me permito recomendarle que en el próximo pleno del Consell les pida a sus conselleres que, a modo de prueba, traten de conseguir una cita para la ITV por internet o que algún operador les conteste vía telefónica. Espero que no les pase como a más de uno, que de forma presencial les han recomendado ir a pasar la ITV a algunas de las estaciones de nuestros vecinos de Murcia. Tras diez minutos de intentos infructuosos les podría decir a los que corresponda, que espera que en el próximo pleno del Consell no quiere ver el mismo resultado.  Y es que para alcanzar grandes retos es necesario estar preparado para superar los más pequeños o “para derrotar al dragón, antes hay que ser capaz de vencer al lobo”.

¿Salvar al soldado PSOE?

¿Salvar al soldado PSOE?

Publicado en el diario ABC el 12 de junio de 2024

Tom Hanks metido en una lancha de desembarco, en medio de un mar turbulento con destino a las playas de Normadia. Esta es la escena inicial de una de las películas referentes en el cine bélico, “Salvar al soldado Ryan”, que fue dirigida por Steven Spielberg en 1998. Hanks interpreta al capitán John Miller, el cual recibe una orden sorprendente una vez han consolidado las playas tras el desembarco: debe ir a localizar al Ryan, un soldado que se halla en el frente y cuyos hermanos han fallecido en la guerra. El alto mando estadounidense ha decidido que el capitán Miller y su patrulla deben arriesgar su vida para salvar la vida de otro soldado, que curiosamente no ha pedido ser rescatado. 

En la búsqueda del soldado Ryan, la patrulla captura prisionero a un soldado alemán. Tras una eterna discusión deciden no matarlo y liberarlo. Al rato el soldado alemán se dedica a acribillar a los soldados americanos que han decidido perdonarle la vida. Algo así como la fábula de la rana y el escorpión.

Pues en el parlamento catalán los miembros del partido popular han dejado de ser la bondadosa, pero estúpida rana, para actuar con cierta dignidad al no apoyar a la candidata socialista a presidir la mesa del parlamento catalán. La derechita cobarde por fin parece haberse dado cuenta de que ya habían hecho bastante el canelo apoyando al socialista Collboni para que este pudiese ostentar la alcaldía de Barcelona. Collboni nada más hacerse dueño de la vara de alcalde y sin ni siquiera darles las gracias, se entregó a los independentistas catalanes.

La situación actual de la España del socialista Sánchez se podría resumir en “Para seguir en el poder, los socialistas vamos a vender España a los independentistas catalanes. No tenemos ninguna garantía de que los independentistas volverán a la senda constitucional, pero que, si no fuese así, podré recibir la ayuda gratis del Partido Popular, o incluso de Vox, para salvarme en el peor de los casos. Obviamente nada más reciba la ayuda, me dedicaré a tacharlos de fascistas, ultraderechistas, machistas y epítetos similares”.

Hubo un tiempo en el que tanto el PP como el PSOE aceptaban las votaciones y sabían que, los gobiernos Frankenstein dependientes de los que odian a España no podían suponer nada bueno. No está tan lejano el tiempo cuando el Partido Socialista apoyó en forma de abstención la proclamación de Rajoy como presidente del gobierno español. Pero ese PSOE ya no existe, el actual es como la persona que ha sido mordida por un zombi y ya ha dejado de ser la que era. 

Muchos confiamos en que, más tarde o más temprano, la dirección del PSOE vuelva a estar en manos de personas sensatas que antepongan el interés de España y los españoles sobre los suyos particulares. Pero desgraciadamente no es la situación actual. Sánchez ha entregado tanto su partido a independentistas, comunistas y filo terroristas que apenas se distingue de ellos.

Pero es curioso que en unos momentos en los que el socialista Salvador Illa ha pasado de parecer un enterrador a el muerto en el entierro, se ponga a echar la culpa de su torpeza a los partidos de derecha.

En la película de Spielberg, los soldados de la patrulla del capitán Miller no dejan de preguntarse si su sacrificio merece la pena. ¿Tiene sentido arriesgar la vida de varios soldados por uno solo? ¿Tiene sentido para los partidos de derecha apoyar “de gratis” al PSOE?  Me permito contestar a la segunda pregunta. En esta situación, PP y VOX pueden hacer dos cosas. La primera es abstenerse y mirar como Salvador Illa se queda con las ganas de ser President y gobiernan los independentistas. La segunda es apoyar a Illa y que al final, el poder siga en manos de los independentistas. La conclusión de las dos opciones es la misma, pero al menos con la primera opción no se te queda la cara de “Cagancho en Almagro”. En cualquiera de los casos, entre imputados, fugados, amnistiados y animales varios, la historia del Parlament Catalàn del año 2024 se parece más a una película de los Monty Python que a una institución que los independentistas dicen que es milenaria. Lo peor no es ya que lo dicen, sino que la mayoría se lo cree.

El día para decir NO a Sánchez

El día para decir NO a Sánchez

Publicado en el diario ABC el 5 de junio de 2024

Año 451, las ciudades de Amiens y Reims han sido devastadas.  El riesgo de que ocurra lo mismo al resto del imperio romano de occidente es evidente. La llegada de los hunos comandados por Atila, aquel del que se dice que por donde pasa no crece la hierba, es inminente. El general romano Flavio Aecio consigue convencer a visigodos, francos y otras tribus para que, en vez de seguir a la gresca, hagan frente común a la amenaza que supone la llegada de los hunos. Todas las tribus que vivían en el imperio romano de occidente no olvidaron su responsabilidad aquel día. Y fue allí, en los campos Cataláunicos donde en un día de junio la amenaza de los hunos fue conjurada.

Mientras tanto, en la España actual, sorprende la desunión de los partidos de centro y derecha en España ante la amenaza creciente que supone el gobierno del socialista Sánchez y sus socios comunistas, filo terroristas e independentistas. España está cayendo en un enorme descrédito por la forma en la que están aflorando posibles casos de corrupción y la forma de gestionarlos a través de cartas en twitter.

Hemos sido engañados una y otra vez por un gobierno que está haciendo lo que dijo que nunca iba a hacer. Tenemos que escuchar a los mismos dirigentes socialistas que antes aseguraban que la amnistía de los golpistas catalanes era algo ilegal, decir ahora que no solo es legal, sino que además favorece la convivencia. Un gobierno que en un año tan solo ha aprobado una ley, precisamente la de la amnistía, y está siendo incapaz de abordar los problemas que tiene nuestro país.  Se limita a crear problemas, hacer un diagnóstico incorrecto de los mismos y proponer soluciones equivocadas. Un ejemplo es la última ocurrencia de la vicepresidenta Yolanda Díaz de amenazar con subir drásticamente los impuestos a las empresas distribuidoras de alimentación. Promulgaron un decreto para bajar los precios de los alquileres de pisos y se cargaron el mercado y provocaron el efecto contrario. Ahora pretenden hacer lo mismo con los productos alimenticios. Lo curioso es que los sectores que mejor funcionan en la actualidad son aquellos en los que no mete las manos el gobierno para arreglar posibles problemas.

Pero más allá de todo esto, está nuestra democracia, nuestra monarquía y el legado que nos dejaron nuestros padres de la transición, todo ello en riesgo como el imperio romano ante la llegada de Atila. Los socialistas de Sánchez van a utilizar las inminentes elecciones europeas para validar todos los desmanes, cambios de opinión y sumisión ante las peticiones de los independentistas.  Es posible que las alternativas a Sánchez y sus socios no despierten demasiada ilusión. Es triste ver como se pelean entre ellos, en vez de tratar de hacer frente juntos al riesgo de que se consolide un régimen, en el que será difícil leer una opinión libre y donde el sistema judicial independiente será puesto en duda.

Pues como ocurrió en los campos Cataláunicos, yo considero que este próximo nueve de junio toca decir NO a Sánchez. No evadiendo nuestra responsabilidad y yendo a la playa o la montaña en vez de ir a votar. No esperando a la próxima oportunidad para tomar partido, quizás entonces ya sea demasiado tarde. Toca votar a PP, Vox o Ciudadanos o a cualquiera de los partidos que no formen parte de esa coalición de los hunos socialistas. Toca decir NO a Sánchez el día 9 de junio, para que no pueda decir el 10 de junio que la mayoría social apoya la ley de amnistía, la gestión de las mascarillas de su ex ministro Ábalos y compañía, o que el lawfare impera en el sistema judicial y obliga a una redefinición del mismo.  Ha llegado la hora de sacrificar un par de horas el domingo. Toca demostrar que creemos en nuestra democracia, esa democracia que se gestó en la transición y que tanto bienestar y libertad nos ha dado.  Que cada cual cumpla con su deber. Si no lo hacemos, es muy posible que nos arrepintamos cuando Sánchez utilice esa desidia para su propio beneficio.

La PAU, el valenciano y la maldición de Sartre

La PAU, el valenciano y la maldición de Sartre

Publicado en el diario ABC el 29 de mayo de 2024

No pude dejar de pensar en la “maldición de Sartre” tras leer la primera pregunta del examen de filosofía, mientras mis ojos recorrían rápidamente el enunciado, buscando la segunda. Esa maldición era una de las bromas que utilizábamos un amigo y yo mientras preparábamos los exámenes de acceso de selectividad, ahora conocida como PAU (Pruebas de Acceso a la Universidad). El temario de la asignatura de filosofía para aquel año estaba formado por diez temas, cada uno de ellos dedicado a un filósofo. Durante el curso solo vimos en clase los ocho primeros. La profesora recomendó a los que nos fuésemos a presentar al examen de selectividad, que estudiáramos por nuestra cuenta los dos últimos, dedicados a Sartre y Wittgenstein. 

Por cuestiones de reparto de tiempos, lo cierto es que apenas leí aquellos temas, pensando que era altamente improbable que las dos preguntas (debía elegir responder tan solo una), fuesen sobre la misma época. Como pueden imaginar, “la maldición de Sartre” se refería a que las dos preguntas iban a tratar sobre aquellos dos filósofos.

Debido a un error del tribunal de aquel año, la primera pregunta era sobre un tema que no estaba contemplado en el temario. Así que, antes de leer la segunda pregunta pensé que iba a estar referida, para mi desgracia, a Sartre o Wittgenstein. Afortunadamente no fue así y pude responderla adecuadamente, pero todo aquel suceso supuso una imborrable lección de que a veces las probabilidades y el azar hay que gestionarlos con cierto cuidado.

Unas cuantas décadas después, como cada año, los estudiantes que finalizan sus estudios de bachillerato iniciarán los exámenes de la PAU.

Los exámenes de la PAU es la única prueba externa que evalúa tanto a estudiantes como a profesores e institutos de cada una de las comunidades autónomas. No podemos olvidar que el análisis global de los resultados de los estudiantes de un instituto puede realzar la labor realizada por el centro o bien dejarla en evidencia. También es cierto que el examen de la PAU no impide prácticamente a casi ningún estudiante su acceso a la universidad, pero sí que puede limitar notablemente sus posibilidades de acceso a grados de alta demanda como por ejemplo pueda ser el de medicina. En estos grados es donde se acentúan las reticencias de unas comunidades sobre la facilidad que tienen los exámenes de otras.

El Partido Popular, con cierto sentido común, ha propuesto que los exámenes de acceso a la universidad deberían ser únicos en toda España y ha avanzado que planea hacer una prueba común en las comunidades en las que gobierna. Es un modelo que facilitaría al gobierno español garantizar una educación de calidad, independientemente del lugar en el que vivas.

Y me pregunto ¿Tiene sentido un examen único de acceso a la universidad? Sin duda. ¿Es viable? No sería mucho más complicado que el modelo actual, pero además garantizaría una educación uniforme y comparable en cuanto a contenidos y exigencias para todos los jóvenes que estudian en España.

Y ahora viene la pregunta del millón ¿Y qué hacemos con las lenguas cooficiales como el valenciano o el gallego? Yo entiendo que pueden formar parte del examen de su correspondiente comunidad, pero jamás deberías ser de forma obligatoria como es en la actualidad. Hoy en día, un estudiante valenciano, que por ejemplo desea estudiar medicina en la Universidad de León, puede ver limitado sus posibilidades de éxito por el examen de valenciano que no han tenido que realizar los otros miles de estudiantes que optan a la misma plaza.

La solución podría ser que ese examen de lengua cooficial fuese optativo y que incluso fuese bien valorado (hasta dos puntos) en los accesos a las universidades de tu comunidad cuando se considere. También, como parece contemplar la nueva ley de libertad educativa, que la nota obtenida en dicho examen  sea equiparable a los certificados de valenciano.  Así los estudiantes de nuestra comunidad realizarían el mismo número de exámenes que los del resto de comunidades autónomas sin lengua cooficial.

Ignoro si el Partido Popular avanzará en sus comunidades en la idea de ese examen común. De entrada ya podrían empezar con un calendario común de realización de las pruebas, lo que facilitaría enormemente la posterior elección y matriculación en la universidad donde el estudiante desea estudiar el grado.

Lo de la optatividad de los exámenes de las lenguas oficiales, me temo que lo dejarán como hice yo con los temas de Sartre y Wittgenstein. Quizá algún día muchos votantes les lancen la maldición de Sartre.

No quiero acabar el artículo deseando la mejor de las suertes a todos los estudiantes que van a iniciar sus exámenes de la PAU, y un fuerte abrazo a sus padres y seres queridos que seguro sufrirán con ellos estos días.

Un argentino en la corte del rey Groucho Sánchez

Un argentino en la corte del rey Groucho Sánchez

Publicado en el diario ABC el 23 de mayo de 2024

El escritor norteamericano Mark Twain relató en su novela “Un yanqui en la corte del rey Arturo” el choque que suponía colocar a un norteamericano de su época (siglo XIX) en la Europa medieval del rey Arturo. Si el yanqui realizaba un viaje en el tiempo y en el espacio, el presidente Milei se ha limitado a lo segundo en su visita a España. Pero lo que ha encontrado aquí no ha sido la caballeresca corte del rey Arturo, sino algo más parecido a Libertonia, el país que presidía Groucho Marx en la película “Sopa de Ganso”.  En esta película, realizada unos años antes de la segunda guerra mundial, se contaba como dirigentes ambiciosos, corruptos e incompetentes podían llevar a su país al desastre. Hay uno de los gags recitados por Groucho Marx en la película que retrata a las mil maravillas a nuestro presidente de gobierno y a su política de comunicación “¿A quién vas a creer: a mí o a tus propios ojos?”.

Y lo triste es que en la Libertonia de Groucho Sánchez los medios de comunicación que tratan de contar lo que ven con sus propios ojos son tachado de pseudomedios o despectivamente “páginas web”. Por cierto, ya no hay ningún medio de comunicación, incluso los que cuentan fielmente lo que dice el presidente, que carezcan de su correspondiente versión accesible a través de la web.

En la película, Groucho Marx es capaz de llevar a la guerra a su país por su prepotencia y orgullo y su menosprecio al embajador del país vecino. En la España actual, Pedro Sánchez ha sido capaz de iniciar un conflicto con un país con el que nos unen lazos históricos, sociales y económicos como Argentina, por un cruce de insultos, por cierto, iniciado desde el gobierno español.

En España tenemos el gobierno más “faltón” de toda la democracia, con un presidente y unos ministros que no han tenido el más mínimo escrúpulo en dudar de la honorabilidad de todo bicho viviente que les ha venido en gana, tanto a través de los medios de comunicación como en sedes parlamentarias. Uno de sus receptores habituales de insultos ha sido el presidente argentino Javier Milei, al que se ha tachado desde ultra fascista hasta consumidor de sustancias. Era de agradecer que los argentinos se hubiesen tomado los exabruptos con cierta tranquilidad, aunque quizás esperaban su momento para devolverlos. Algo que hizo el presidente Milei el pasado fin de semana. Es posible que Sánchez, acostumbrado a que él y su equipo falten al respeto a los miembros de la oposición española sin que estos sean capaces de establecer una mínima respuesta a la altura, se haya quedado de piedra al recibir la andanada inadecuada del presidente Milei.

El presidente de estado argentino, como máximo representante de su país, jamás debió faltar al respeto al presidente del país que le acogía, pero también es cierto que él no fue el primero en el cruce de insultos y todo tiene un límite. 

El lío ha acabado con la retirada del embajador español de Argentina, acto que es una muestra más del ridículo de un gobierno incapaz de llevar a cabo acciones que mejoren la vida de los ciudadanos y solo se centra en generar enemigos externos que consigan que los incautos vuelvan a votar al partido de Pedro Sánchez.

El enemigo de los socialistas españoles es ahora Javier Milei, un Milei que el fin de semana pasado no solo viajó en el espacio sino también en el tiempo, al igual que el yanqui del rey Arturo.  Es posible que piense que encontró en España algo similar a la Argentina del pasado, donde la corrupción y el enchufismo campaban a sus anchas, y los dirigentes populistas eran incapaces de gestionar eficazmente, como me decía un amigo argentino, todos los recursos que tenía su país. En Argentina, Milei les tomó la medida a los populistas argentinos y les derrotó contra todo pronóstico. En la novela de Twain, el yanqui salva la vida gracias a sus conocimientos de los eclipses que iban a suceder. En los tiempos actuales, como Milei ya viene de una situación anterior similar, quizá pueda dar algún consejo de como derrotar a Sánchez.

Pero mientras tanto, Sánchez sigue moviendo sus recursos para soliviantar a la población contra Javier Milei, el fascismo inventado y la ultraderecha onírica.  Seguro que el se ríe de cómo dirige a los incautos que le siguen creyendo. Es posible que en la intimidad diga como hace Groucho en la película Sopa de Ganso “Mientras tú estás luchando y arriesgando la vida, nosotros nos quedaremos aquí, pensando que eres un tonto.”

Universitarios antisemitas en Monte Arruit

Universitarios antisemitas en Monte Arruit

Publicado en el diario ABC el 15 de mayo de 2024

Monte Arruit fue la última posición donde las tropas españolas, dirigidas por el general Navarro, se atrincheraron tras el desastre de Annual en 1921. En una posición difícilmente defendible, fueron abandonados a su suerte por el general Berenguer, que se hallaba tan solo a treinta kilómetros en Melilla.  El general Navarro pactó una rendición en la que los líderes rifeños garantizaban la vida de los soldados. No respetaron su palabra y una vez las tropas españolas habían entregado sus armas, fueron pasados a cuchillo. Cuando meses más tarde el ejército español recuperó aquellas posiciones, se encontró con el horror, los cuerpos de los más de tres mil soldados se hallaban insepultos y medio momificados. Muchos habían sido destripados o degollados, incluso los rifeños habían desenterrado los cadáveres de los que habían muerto durante el sitio. El ansia de venganza recorrió la sangre de los soldados españoles que iniciaron el camino de la reconquista. Para que no fuese olvidado, los oficiales les recordaban antes de cada ataque que recordaran a sus compañeros asesinados. Unos años antes en la guerra texano-mexicana, los primeros utilizaron un lema que justificaba sus ataques: “Recordad el Álamo”. El Álamo era una misión franciscana donde su guarnición había sido exterminada por los soldados mexicanos. En la segunda guerra mundial se hizo famoso un cartel con el lema inspirado en el anterior, “Recordad Pearl Harbour”, en referencia al ataque a traición de los aviones japoneses a la flota estadounidense. Tanto los sucesos de el Álamo como el de Pearl Harbour han sido llevados al cine en multitud de ocasiones por los estadounidenses. En las películas bélicas durante muchas décadas estaba claro que mientras los americanos eran los buenos y respetuosos, los alemanes y los japoneses eran más malos que un dolor. La historia la escriben los ganadores y solo con el tiempo se ha hecho público que unos empezaron la guerra pero que acciones miserables hicieron todos. Durante mucho tiempo se ocultó que las tropas soviéticas se encargaron de violar sistemáticamente a todas las mujeres que encontraban en su camino hacia Berlín o que las tropas aliadas realizaron bombardeos innecesarios pero muy sangrientos sobre ciudades de una Alemania ya derrotada. Y es que una de las claves de toda acción bélica es deshumanizar a tu enemigo. Se trata de justificar cualquier acto de barbarie que tú puedas cometer en base a actos bárbaros que han cometido sobre ti.

El gobierno israelí justifica el ataque a Gaza por la masacre y violaciones cometidas por los miembros de Hamas en el pasado octubre. Hay mucha gente que justifica o al menos no condena dichos asesinatos y violaciones cometidos sobre ciudadanos israelís indefensos en base a actos mucho más difusos. En cualquier caso, parece haber unanimidad sobre que Israel no hubiese atacado Gaza si el ataque de octubre no se hubiese producido. Pero para la izquierda española esto da igual, da igual que en esa invasión de Gaza se haya descubierto que Hamas gastaba el dinero de la ayuda humanitaria en la construcción de túneles en vez de para mejorar la vida de su pueblo. Al final para la izquierda solo hay un culpable de todo y este es Israel. A mí me sorprendió como el otro día en mi Universidad un grupo de estudiantes y profesores gritaban aquello de “Del río hasta el mar, Palestina vencerá”. Ignoro si saben que es un lema para la destrucción de una nación como es Israel y que dicho lema esta prohibido en algunos países. Me sorprende que incluso el responsable de las redes oficiales de la Universidad publicase aquella marcha en los perfiles oficiales. Más absurdo me parece que algunos rectores hayan planteado la ruptura de relaciones con las prestigiosas universidades israelís, pero no se atrevan a hacerlo con otras. Pero cuando observas como los socios de gobierno del socialista Sánchez piden que España no participe en los juegos olímpicos como boicot a Israel, ya no sabes si reír o llorar.

Nadie sabe como como solucionar el conflicto de Gaza, pero yo creo que no es una cuestión de buenos y malos, sino que hay que exigir a “todos” los actores del conflicto, sean principales o secundarios, su implicación para acabar con el mismo. Si solo se apunta a un bando, este conflicto jamás acabará.

Me consta que esto es difícil de cambiar ya que la izquierda española siempre ha sido muy pro-palestina y saharaui. No obstante, es curioso que estos últimos han pasado al olvido, algunos dicen que por los datos robados de un móvil.

La pequeña periodista y los pseudomedios

La pequeña periodista y los pseudomedios

Publicado en el diario ABC el 8 de mayo de 2024

Era una oportunidad que la pequeña periodista no podía dejar escapar, atravesar los Estados Unidos del futuro en plena guerra civil, acompañando a unos veteranos colegas de profesión. El objetivo era entrevistar al presidente del país que se hallaba atrincherado en la Casa Blanca ante la inminente llegada de las tropas rebeldes. Es el argumento de “Civil War” una película que fui a ver el fin de semana pasado acompañado por mi hijo. Cailee Spaeny da vida en la pantalla a esa joven e inexperta periodista que se va formando como tal, arriesgando su vida con el objetivo de retratar esos últimos momentos de los Estados Unidos tal como los conocemos ahora.

La película es un homenaje a ese grupo de periodistas que arriesgan su vida en su afán de conseguir esa exclusiva o retratar esos momentos estelares del crepúsculo de una civilización. Por eso no podía dejar de pensar en cómo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y todos sus acólitos, habían puesto en entredicho sino la profesión del periodismo, sí la profesionalidad de todos aquellos del gremio que no comulgan con su visión de la situación política del país.

 Los que hemos trabajado con periodistas o los hemos tenido enfrente, creo que siempre hemos recibido la recomendación de que jamás pensemos que un periodista es nuestro amigo, sino tan solo un profesional que busca hacer su trabajo. Necesariamente no va a contar la historia de la misma forma que uno la contaría, ya que la historia no es única, sino que depende del observador, también de las líneas editoriales y otras zarandajas.

Tras la película pude comentar con mi hijo sus primeros contactos con la prensa.  Los fines de semana solía acudir con mis hijos al quiosco del barrio, dónde adquiría el periódico y alguna de las revistas que poblaban las estanterías. Agrl pequeño le gustaban las revistas de videojuegos y daba mucha importancia a las puntuaciones que aparecían en las revisiones de los juegos que eran analizados cada mes. Mi hijo se sorprendió cuando una vez le dije que era probable que esas puntuaciones pudiesen estar condicionadas por la publicidad contratada y que por tanto era recomendable leer la crónica completa, ya que probablemente podría sacar más conclusiones que solo con el titular o la puntuación numérica. También que si estaba muy interesado en alguno de esos juegos era interesante que pudiese contrastar lo leído en otra revista.

Esa es una de las cosas que más me gusta de nuestro país, todavía, la facilidad que tenemos para acceder a diversos medios de comunicación para conocer una noticia o una opinión acerca de la misma. En un mundo tan polarizado, de tantas noticias cercanas a la mentira, de tantos titulares engañosos que tratan de provocar que hagas clic sobre ellos, lo importante es que todavía seguimos teniendo la posibilidad de elegir qué o cuáles medios queremos utilizar para conocer lo que está pasando a nuestro alrededor. También pienso que somos lo suficientemente inteligentes para tratar de desechar los medios que solo buscan nuestro clic o que nos cuentan noticias sesgadas.

Para Sánchez esto no es deseable. Da la sensación de que le encantaría que muchos de los medios, él los llama pseudomedios o despectivamente páginas web, que ahora publican noticias que no le gustan, no pudiesen hacerlo. Las insinuaciones acerca de la forma del reparto de publicidad institucional o presiones a las empresas anunciantes son mensajes bastante vergonzosos en una democracia consolidada como la nuestra. Mas absurdos son los mensajes de periodistas defendiendo ese modelo casi de censura, sin pensar que con un cambio de gobierno podrían ser ellos los censurados, ya que toda revolución acaba guillotinando a sus hijos, y si no que se lo digan a Robespierre.

Este diario fue censurado en tiempos de la República, también curiosamente fue el único medio que se publicó en ambos lados durante la guerra civil. Una guerra en la que los corresponsables del diario seguro se jugarían la vida en el frente para poder contarla a sus lectores, tal como hacen los periodistas de la película Civil War. Y es que algunos de los pilares de la democracia es esa libertad de prensa y esa libertad de elección.

Por cierto, otra de las cosas que comentamos tras la película, es la épica de la historia del presidente de los Estados Unidos atrincherado hasta el fin en la Casa Blanca. Yo lo comparaba con la Pasionaria o Juan Negrín que decían mucho aquello de “resistir hasta el final”, pero bien que cogieron el avión hacia Moscú dejando al pueblo solo ante el peligro. Pero esta es la historia que cuentan los comunistas y la que algunos se creen, aunque los hechos la desmienten, y es que las “fake news” no son solo cosas del presente.

Ciudadanos cabalgando por el río Igan

Ciudadanos cabalgando por el río Igan

Publicado en ABC el 2 de mayo de 2024

Tras la debacle que sufrieron las tropas españolas en su enfrentamiento contra los rifeños en Annual, el general Navarro reagrupó a los soldados que sobrevivieron y se refugió en el campamento de Dar Drius. Ante el previsible ataque de los envalentonados rifeños, tenía dos opciones, reforzar aquel campamento, que tenía la gran ventaja de contar con suministro de agua, estamos hablando de julio en el norte de África, o la de huir hacia Melilla, exponiendo su ejército en territorio hostil. El general eligió la segunda opción. Así, tras una retirada desastrosa, tuvo que refugiarse en un lugar mucho más difícil de defender, Monte Arruit. Tras el sitio, el general Navarro rindió a sus tropas, pero lo peor estaba por llegar. Mientras el general y algunos de sus oficiales salvaban su vida, el resto de la tropa eran masacrada a traición cuando ya habían entregado sus armas.

Salvando las distancias, algo así ha pasado en Ciudadanos, dónde tres de sus eurodiputados se han pasado con todos sus bagajes al Partido Popular, dónde van a ocupar un lugar preferente en sus listas para las inminentes elecciones europeas. Su postura puede compartirse o no, al final son personas que han desarrollado su trabajo en un proyecto y ante su posible derrumbe cambian a otro. De hecho, considero que los tres han realizado un buen trabajo en Europa y podría ser una pérdida de talento en los momentos actuales. Pero uno de esos tres eurodiputados es el que hasta hace poco era el secretario general del partido Ciudadanos, Adrián Vázquez. Puede parecer que Vázquez había planificado este acto prácticamente desde el momento que se hizo con la Secretaría General.

Tras el desastre de las elecciones autonómicas y municipales, Vázquez al igual que hizo el general Navarro, en vez de fortalecer lo que tenía eligió la huida. En vez de tratar de relanzar el proyecto liberal de Ciudadanos, parece que se encargó de desmontar lo poco que quedaba. Todo ello con la inestimable ayuda de la mayor parte de una ejecutiva a la que no se conoce ninguna actividad más allá de cobrar puntualmente las dietas y sueldos.  Da la sensación de que su objetivo era demoler el proyecto para hacer inevitable la absorción por parte del Partido Popular. Si el objetivo era el de unir fuerzas con otros partidos para luchar contra la tropa de Sánchez, se podría haber intentado desde la fortaleza y no desde la más absoluta debilidad, sino que se lo pregunten a los gestores del Banco de Sabadell.

Así, es curioso que, a la vez que Vázquez cambiaba de bando, la figura que va cobrando cierto protagonismo y relevancia es la de Albert Rivera. Rivera es ahora muy recordado por su discurso en Cortes dónde enumeraba proféticamente todos los planes de “la tropa de Sánchez”. Desgraciadamente tenía razón.

Rivera quizá fue el primero que adivinó la calaña del hoy presidente del gobierno español. Probablemente intuía que Sánchez jamás pactaría con Ciudadanos y que su camino era, tal como se ha demostrado, construir un muro de socialistas, comunistas, independentistas y filo terroristas, donde se siente especialmente cómodo. Rivera cometió un error muy grave en su estrategia de demostrar aquello, y al final fue considerado el responsable por parte de la ciudadanía del no pacto del PSOE y Ciudadanos, cuando los números les daban para ello.

En los tiempos de Annual, además de la cobardía y falta de estrategia , también hubo espacio para el heroísmo, como el que demostró la brigada de caballería Alcántara que estuvo cargando hasta la extenuación por el río Igan contra los rifeños, con el objetivo de evitar que los españoles que se retiraban fuesen pasados a cuchillo. Como el Alcántara, los que quedan en Ciudadanos han decidido realizar un último intento de mantener el proyecto liberal y concurrir a las elecciones catalanas y europeas. Tal como hizo el teniente coronel Fernando Primo de Rivera, al frente del Alcántara en aquellos momentos, solo falta que su candidato a las europeas, Jordi Cañas, diga  “ha llegado la hora del sacrificio y que cada uno cumpla con su deber”.   Pues eso, mientras el proyecto liberal exista, tiene sentido trabajar por él.