Socialistas contra Alicante

(Publicado en el diario ABC el 21 de mayo de 2021)

«Da la sensación de que esta provincia siempre se ha encontrado lejos del gobierno del Botànic y que sus problemas siempre les han parecido menos importantes»

Hace escasos meses el president de la Generalitat, Ximo Puig, defendía en un discurso en las Cortes Valencianas “una España plural y diversa” y rechazaba “independentismos y centralización”. Pero rápidamente pasaba a centrarse más en lo segundo que en lo primero para poder atacar la que ha sido y sigue siendo su enemigo particular, que es la Comunidad de Madrid. Acusaba a Madrid de ser una gran aspiradora que se quedaba con los recursos, población, funcionarios y redes de influencia apoyándose en su efecto capitalidad.

Vamos, “dijo el muerto al degollado”, entiendo que no pensará lo mismo sobre el efecto aspiradora que también ejerce Valencia dentro de la Comunidad Valenciana. Habitualmente, el efecto capitalidad siempre ha sido un foco de atracción, que puede paliarse en mayor o menor medida en base a una serie de acciones que traten de equilibrar, al menos de acercar, la balanza a un punto medio.

Pero sesión tras sesión en les Corts, da la sensación que Alicante es molesta para el gobierno del Botànic, o más que molesta, que son incapaces de entender porqué no han caído en su influjo de inmersión lingüística y desaladoras. En el fondo da la sensación de que la provincia de Alicante siempre se ha encontrado lejos del gobierno del Botànic, y que sus problemas siempre les han parecido menos importantes.

Esta semana se debatía en Corts Valencianes la defensa del trasvase Tajo-Segura ante el cierre impuesto por el gobierno del socialista Sánchez. Este cierre perjudicaba notablemente a Almería, Murcia y Alicante. Ante la convocatoria de una reunión de los presidentes de las comunidades afectadas, el presidente Puig, afirmó que no iba a participar en un, palabras suyas, “aquelarre”. Lo del aquelarre es llamativo que lo dijera precisamente el que no tuvo reparos en reunirse con todos los presidentes independentistas de Cataluña.

Puig, reconoció el error de sus palabras y como penitencia se impuso para compensar, viajar con cara triste un par de veces a la zona del trasvase, por si algún pardillo caía y pensaba que iba a defenderlo. Así, en la sesión de les Corts tanto PSPV como Compromís votaron escasamente convencidos por la defensa del trasvase, mientras asumían con una sonrisa que los de Unidas Podemos no lo apoyasen. No hubo presiones, ni malas caras en esa ruptura de unidad de voto del Botànic, porque “total, es una cosa para Alicante”.

En cualquier caso, no parece que Puig y los suyos se vayan a empeñar demasiado en esa defensa del trasvase ante el presidente Sánchez, si ni siquiera son capaces de defender con dignidad la imperiosa necesidad de un cambio de modelo de financiación autonómica, ni la forma del inminente reparto de los fondos COVID. Es muy probable que todo acabará con un “lo que tú quieras Pedro”.

Pero además de todo esto, muchas comarcas de Alicante sufren esa incomprensión acerca de la complejidad que tiene la inmersión lingüística o lo que va a suponer la nueva ley de la función pública en la que el valenciano es un requisito para ser funcionario autonómico. Por cierto, hubo muchas risas en la bancada del Botànic cuando se formuló una queja por las burlas que se hicieron en los perfiles de las redes sociales de A-Punt sobre los alicantinos que se manifestaban por la libertad de elección de lengua.

Y, por último, ¿ustedes se imaginan que en cuatro meses el hospital La Fe de Valencia fuese a sufrir un cambio de modelo organizativo y ni pacientes ni trabajadores lo conociesen? Imagino que no, pero esto está ocurriendo en el Hospital de Torrevieja en la antesala de la llegada del verano. Pero no hay preocupación en el Botànic, parece que se preguntan “¿existe algo al sur de Gandía?”.

Socialistas contra Alicante

Socialistas contra Alicante

«Da la sensación de que esta provincia siempre se ha encontrado lejos del gobierno del Botànic y que sus problemas siempre les han parecido menos importantes»

(Publicado en ABC el 21 de Mayo de 2021)

Hace escasos meses el president de la Generalitat, Ximo Puig, defendía en un discurso en las Cortes Valencianas “una España plural y diversa” y rechazaba “independentismos y centralización”. Pero rápidamente pasaba a centrarse más en lo segundo que en lo primero para poder atacar la que ha sido y sigue siendo su enemigo particular, que es la Comunidad de Madrid. Acusaba a Madrid de ser una gran aspiradora que se quedaba con los recursos, población, funcionarios y redes de influencia apoyándose en su efecto capitalidad.

Vamos, “dijo el muerto al degollado”, entiendo que no pensará lo mismo sobre el efecto aspiradora que también ejerce Valencia dentro de la Comunidad Valenciana. Habitualmente, el efecto capitalidad siempre ha sido un foco de atracción, que puede paliarse en mayor o menor medida en base a una serie de acciones que traten de equilibrar, al menos de acercar, la balanza a un punto medio.

Pero sesión tras sesión en les Corts, da la sensación que Alicante es molesta para el gobierno del Botànic, o más que molesta, que son incapaces de entender porqué no han caído en su influjo de inmersión lingüística y desaladoras. En el fondo da la sensación de que la provincia de Alicante siempre se ha encontrado lejos del gobierno del Botànic, y que sus problemas siempre les han parecido menos importantes.

Esta semana se debatía en Corts Valencianes la defensa del trasvase Tajo-Segura ante el cierre impuesto por el gobierno del socialista Sánchez. Este cierre perjudicaba notablemente a Almería, Murcia y Alicante. Ante la convocatoria de una reunión de los presidentes de las comunidades afectadas, el presidente Puig, afirmó que no iba a participar en un, palabras suyas, “aquelarre”. Lo del aquelarre es llamativo que lo dijera precisamente el que no tuvo reparos en reunirse con todos los presidentes independentistas de Cataluña.

Puig, reconoció el error de sus palabras y como penitencia se impuso para compensar, viajar con cara triste un par de veces a la zona del trasvase, por si algún pardillo caía y pensaba que iba a defenderlo. Así, en la sesión de les Corts tanto PSPV como Compromís votaron escasamente convencidos por la defensa del trasvase, mientras asumían con una sonrisa que los de Unidas Podemos no lo apoyasen. No hubo presiones, ni malas caras en esa ruptura de unidad de voto del Botànic, porque “total, es una cosa para Alicante”.

En cualquier caso, no parece que Puig y los suyos se vayan a empeñar demasiado en esa defensa del trasvase ante el presidente Sánchez, si ni siquiera son capaces de defender con dignidad la imperiosa necesidad de un cambio de modelo de financiación autonómica, ni la forma del inminente reparto de los fondos COVID. Es muy probable que todo acabará con un “lo que tú quieras Pedro”.

Pero además de todo esto, muchas comarcas de Alicante sufren esa incomprensión acerca de la complejidad que tiene la inmersión lingüística o lo que va a suponer la nueva ley de la función pública en la que el valenciano es un requisito para ser funcionario autonómico. Por cierto, hubo muchas risas en la bancada del Botànic cuando se formuló una queja por las burlas que se hicieron en los perfiles de las redes sociales de A-Punt sobre los alicantinos que se manifestaban por la libertad de elección de lengua.

Y, por último, ¿ustedes se imaginan que en cuatro meses el hospital La Fe de Valencia fuese a sufrir un cambio de modelo organizativo y ni pacientes ni trabajadores lo conociesen? Imagino que no, pero esto está ocurriendo en el Hospital de Torrevieja en la antesala de la llegada del verano. Pero no hay preocupación en el Botànic, parece que se preguntan “¿existe algo al sur de Gandía?”.

El largo y sinuoso camino hacia el centro

“The long and winding road” fue el último gran éxito de los Beatles y tiene en su haber una curiosa historia. De hecho, Paul McCartney  aseguró que la canción fue uno de los motivos de la disolución del grupo debido a los desencuentros que tuvieron en la grabación de la misma. Al parecer John Lennon, celoso de lo bonito de la melodía, se empeñaba en tocar mal a propósito el bajo una y otra vez. A pesar de ser un tema de los Beatles, mis recuerdos de la canción vienen mucho más tarde, cuando Paul McCartney la decidió incluir en un álbum en solitario. Yo me sentí identificado con el título de la canción en plena preparación de los duros exámenes de la universidad.

En el fondo, la vida no es solo las cómodas autopistas y autovías a las que el gobierno socialista pretende ponerles peaje, sino que en ocasiones te encuentras en un largo y sinuoso camino al que, tal como reza la canción, la vida te lleva una y otra vez.

También es cierto, que en muchas ocasiones, los largos caminos sinuosos te permiten alcanzar la cima que te ofrece una visión incomparable. Pero para llegar a esa cima, tienes que recorrer en ocasiones ese largo y sinuoso camino. Por eso entiendes que algunas personas  abandonen, que no han venido a sufrir, que prefieren volver a las cómodas autopistas siempre que el peaje lo paguemos el resto.  El poeta griego Kavafis decía que lo importante del viaje no era el destino  sino el propio viaje, por tanto es necesario que tus compañeros del mismo sean los mejores y estén igual de dispuestos que tú a sufrir y disfrutar del mismo.  Comparto las palabras de Begoña Villacís, vicealcaldesa de Madrid “Como algunos amigos, hay quien prefiere estar solo a tu lado en los momentos buenos”.

 Para Ciudadanos es un momento muy complicado, los partidos que ocupan esa franja del centro suelen ser los más castigados en momentos de polarización de la sociedad o ante el más mínimo error.  Eso no  descarta que siga siendo un partido necesario, yo entiendo que ahora más que nunca. Es necesario para evitar que los extremos se adueñen de las decisiones, que todo se convierta en sectarismo en vez de en propuestas a veces menos llamativas, pero que mejoran la vida de la gente. 

No queda otra, volver a levantarse una y otra vez, las veces que hagan falta, y seguir recorriendo ese largo y sinuoso camino hacia el centro.

Cuando leía la historia detrás de la canción, imaginaba como hubiese sido la misma si Lennon en vez de ponerse a torpedear la grabación hubiese puesto todo su arte en mejorarla. A mí me ayudó tararearla en ese junio duro frente a asignaturas complicadas que al final pude superar. No sé el porqué, pero hoy no puedo quitármela de la cabeza. Es probable que estemos en ese sinuoso camino, pero estoy seguro que la cima nos espera tras alguna de sus curvas.