Bildu o el vicelehendakari del PP

Bildu o el vicelehendakari del PP

Publicado en Abc l 17 de abril de 2024


El día que los terroristas de ETA asesinaron al almirante Carrero Blanco tenía miedo
de irme a dormir por la noche, miedo a que los asesinos llegasen a mi casa e hiciesen
lo mismo conmigo. Tampoco puedo olvidar la cantidad de años en los que hemos
pensado lo peligroso que podía ser ir a Madrid o Barcelona por si ETA cometiese uno
de sus salvajes crímenes. El miedo a ir a Barcelona duró algo menos, ya que tras la
tregua firmada entre los de Esquerra Republicana y los terroristas de ETA, estos
últimos se comprometieron a no atentar en Cataluña. En su momento entendí que a
los de Esquerra les daba igual si un catalán era asesinado, siempre que lo fuese en el
resto de España.
Unos años más tarde, los de Esquerra Republicana gobiernan en Cataluña y el partido
de los sucesores de ETA tiene serias opciones de hacerlo en el País Vasco. Ya
gobiernan con el apoyo del Partido Socialista en la capital navarra.
Mientras tanto, la izquierda está empeñada en volver a juzgar todos los crímenes
sucedidos durante la guerra civil, obviamente solo los de un bando, no sea que se les
vea la vertiente criminal de su partido en aquellos años. Este es el país que tenemos,
donde algunos pretenden recordar lo sucedido hace casi un siglo, pero sepultar los
crímenes que los terroristas de ETA cometieron en plena democracia. Para mayor
tristeza de muchos de los que consideramos a la guardia civil como un cuerpo
ejemplar del que sentirnos orgullosos, parece que alguno de sus mandos ha
colaborado por acción o por omisión en ocultar la implicación de uno de los líderes de
Bildu, Arnaldo Otegi, en algunos de los crímenes cometidos. Una de dos, o es algo de
lo que se acordó en los pactos de investidura del socialista Sánchez o la izquierda no
quiere que se les estropee su política de “pactos de progreso” con los que siguen
homenajeando a los asesinos etarras.
La alternativa al candidato de Bildu es Imanol Pradales, del partido más traidor de la
historia de España desde que Aníbal desembarcó en lo que sería nuestro país. El PNV
lleva toda su existencia mirando solo por su interés. Ha traicionado al PP, pero también
a los republicanos, que vieron como los valientes gudaris les abandonaban en plena
ofensiva de las tropas franquistas. Luego te venderán lo del cinturón de acero
antifranquista, pero no reconocerán que se rindió sin pegar un solo tiro. Tiene algo de
justicia poética que los del PNV ahora tengan miedo de que el partido al que siempre
protegieron, pisoteando cualquier atisbo de dignidad, pueda arrebatarles el poder.
Podían haberlo pensado antes de proponer el famoso pacto de Estella para blanquear
a los abertzales tras la conmoción existente en toda España por el asesinato del
concejal popular, Miguel Ángel Blanco.
Lo cierto es que el PNV se aprovechó de que la violencia etarra expulsara del País
Vasco a aquellos que podían ser una alternativa democrática y de paso también les
permitía chantajear a los gobiernos sucesivos del España.
El candidato socialista, Eneko Andueza, sigue diciendo a todo el que le da los buenos
días que él jamás va a pactar con Bildu. De momento ha sido incapaz de explicar
porque en Navarra o en España sí que pactaron con ellos. Obviamente viendo la
trayectoria reciente de los socialistas muy poca gente le cree. Hay un chiste que
circula por las redes en las que dice que unos estafadores están buscando a esos
votantes crédulos que confían todavía en la palabra de los socialistas, para intentar
venderles la torre Eiffel.

Desgraciadamente los partidos de estado lo tienen complicado. Los militantes de Vox
se juegan la vida cada vez que intentan realizar un mitin. Es bastante miserable que
algunos que se llaman demócratas, aplaudan a los salvajes que les impiden realizarlos
con normalidad.
Por último, queda el Partido Popular. Me encantaría que obtuviese los suficientes
diputados como para poder decidir si el futuro lehendakari fuese del PNV o de Bildu.
Confío que si eligen al primero sea a cambio de que uno de los suyos fuese el
vicelehendakari. Visto lo visto, cada vez hay menos diferencias entre que gobierne el
PNV y los socialistas, a que gobiernen estos últimos con Bildu. Y decantarse de gratis
por la primera opción podría llamar la atención de esos estafadores de las redes
sociales y que estos intentaran vender la torre Eiffel a los del PP. Y si dudan, que se le
pregunten a los que dieron la alcaldía al socialista Collboni en Barcelona.

Oltra, Ayuso y el destino del rey Pedro

Oltra, Ayuso y el destino del rey Pedro

Publicado en Abc el 3 de abril de 2024


El rey Pedro II de Aragón, padre de nuestro Jaume I el conquistador, encontró la
muerte en la localidad fortificada de Muret. El comandante de sus enemigos, Simón de
Monfort, había decidido que una de las acciones que podían facilitar su triunfo era
precisamente la muerte de su rival. Por ello, mandó expresamente a dos caballeros a
que se encargaran, lo más pronto que pudieran, de abatir al rey rival. Así lo hicieron y
consiguieron que, con la muerte de rey, las tropas de este emprendieran la retirada.
Más allá de lo que se contaba de las acciones caballerescas de la guerra medieval, la
verdad es que en la mayoría de las ocasiones se buscaba lograr la victoria a cualquier
precio, y matar al rey o comandante rival era una de las formas de conseguirlo.
Algo así lleva sucediendo durante muchos años en nuestra política, cuya acción no se
basa en definir estrategias y planes que mejoren la vida de los ciudadanos, sino de
simplemente destrozar a las personas que brillan en el bando rival. Nadie puede dudar
de que Mónica Oltra había sido el artífice del éxito de una izquierda nacionalista
valenciana, que hasta el momento se había estrellado en las urnas sin ella. Y quizá
por ello, Mónica Oltra ha sido víctima de este modelo de estrategia. Así, veintiún
meses después de lo que antes se conocía como imputación, su caso ha sido
sobreseído. Pero durante todo ese incomprensiblemente largo período, Oltra dejó la
vicepresidencia del gobierno valenciano y unos meses más tarde la izquierda era
derrotada en las urnas.
El actual líder de Compromís Joan Baldoví se preguntaba “¿Y ahora quién paga por
todo el sufrimiento?, a lo que la ex alcaldesa de Alicante, Sonia Ramos, le contestaba
que “Ahora se aguanta como hemos hecho todos, todas y todes”. Y es que la izquierda
parece no querer darse cuenta de que en este tipo de acciones no ha sido solo víctima
sino también verdugo. No son solo los casos del pasado reciente, sino los mismos que
se rasgan ahora las vestiduras ante lo sucedido a Oltra, están a la vez pidiendo la
dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid por los presuntos delitos fiscales
de su pareja. Se ve que el día que repartían en el cielo las dosis de coherencia, ellos
estaban escuchando un discurso de Fidel Castro.
En cualquier caso, parece que la Conselleria que dirigía Mónica Oltra actúo
negligentemente en el caso de la menor que sufrió abusos y de forma
sorprendentemente diferente a como lo hizo en otro centro ante un caso similar que
había ocurrido unos meses antes.
Pero tampoco hay que olvidar los hechos que condujeron a su dimisión. Lo primero
que hizo Compromís tras conocerse su imputación, fue organizar una fiesta en su
honor. Las imágenes vergonzantes de Baldoví y el entonces alcalde de Valencia, Joan
Ribó bailando encima de un escenario con Oltra la condujeron al borde del precipicio.
¿La izquierda progresista y feminista homenajeando a una señora presunta
encubridora de abusos sexuales a menores? Y Yolanda Díaz y Mónica García que
hasta ese momento compartían proyecto con ella, salieron silbando. Solo faltaba que
alguien diese el hachazo final, y fueron los socialistas de Ximo Puig los que lo hicieron.
Puig aprovechó la ocasión para librarse de un solo golpe de una socia incómoda que
le chantajeaba en cada presupuesto, y por otro lado eliminaba una rival del arco
político de la izquierda. Puig probablemente pensaba entonces que tenía suficiente
margen para seguir derrotando a la derecha. Puig le enseñó el camino del adiós a
Oltra con la bendición de la ministra Diana Morant. No me lo invento, las hemerotecas

están ahí. Así que provoca sonrojo la forma en la que ahora se dan golpes en el pecho
maldiciendo la injusta justicia.
¿Qué ocurrirá ahora? Probablemente Mónica Oltra si así lo desea volverá a liderar
Compromís, entre otras cosas porque sus sucesores han resultado ser un completo
fiasco. Obviamente todo ello con el aplauso de los socialistas que se han dado
cuenta que sin los independentistas valencianos no llegan al poder y fuera de él hace
mucho frío.
Por cierto, Simón de Monfort, el que diseñó el ataque al rey Pedro, murió cuando
asediaba la ciudad de Tolosa. Le lanzaron una pedrada cuando desde las murallas
detectaron que el jefe rival se ponía a tiro. Y es que el que a hierro mata a hierro
muere, en la época medieval y en la actual.

De Ninots y Presidents

De Ninots y Presidents


Publicado en Abc el 18 de enero de 2024

Bajo la atenta mirada de Don Santiago, nuestro profesor, el segundo curso de la EGB de mi
colegio realizamos una visita de lo más interesante. El destino era Sagunto, e íbamos a conocer
desde el pasado romano de la ciudad hasta una de las empresas industriales de las que más
estaban orgullosos, sus altos hornos. Aquella era la primera vez que salíamos de excursión
escolar y desde entonces siempre he vinculado Sagunto con aquella experiencia. Por eso
vivimos con cierta tristeza cuando, algunos años más tarde, el gobierno del socialista Felipe
González señaló Sagunto como objetivo de un total desmantelamiento industrial dentro de los
famosos decretos de 1983 de “Reconversión e Reindustrialización”. Era llamativo que fuese
Sagunto la elegida como víctima, cuando las factorías vascas de Altos Hornos de Vizcaya
necesitaban mucho más capital para ser modernizadas. Eran los años de plomo y los
asesinatos indiscriminados de la banda terrorista ETA, y es mucho más que probable que los
socialistas pensaron que soliviantar a los vascos en aquellos momentos no era lo más
razonable y apuntaron a los, mucho más tranquilos y leales con España, valencianos. Aún así el
presidente socialista valenciano Joan Lerma lo pasó bastante mal cuando tras intentar dar un
mitin en Sagunto fue agredido y tuvo que soportar los gritos de “Lerma, no volem, no volem
un ninot de president”.
Pero como bien decía el ex presidente del Partido Nacionalista Vasco, Javier Arzallus, “unos
movían el árbol y otros recogían las nueces”. Los socialistas, también el Partido Popular,
siempre pensaron que la forma de acabar con el terrorismo era ser generoso con el País Vasco.
No fue así, y el terrorismo desapareció cuando el presidente popular José María Aznar se puso
duro con la ley de partidos y se dejó de financiar a los partidos afines a los terroristas y cuando
muchos países se dieron cuanta por fin que los “gloriosos gudaris antifranquistas de la
independencia” no eran más que unos miserables asesinos de demócratas.
Ahora no hay asesinatos, pero el chantaje ha redoblado su interés con la fuerza de los votos
que necesita el socialista Pedro Sánchez para seguir en el poder. Las formas casi mafiosas que
están utilizando los partidos nacionalistas, tanto vascos como catalanes, ya cruza todos los
límites de la honorabilidad en un país democrático. Tras el ridículo que hemos tenido que
soportar los que todavía creemos en la democracia española, durante la aprobación de los
últimos decretos, no dejamos de asombrarnos cuando observamos el juego sucio que está
desplegando el partido socialista, intentando que no vean la luz los informes de los letrados
acerca de la ley de amnistía.
Todo ello ahora se entremezcla con el lloro por la, como diría el Caudillo, “pertinaz sequía que
asola Cataluña”. Los republicanos catalanes que consiguieron que el socialista Rodríguez
Zapatero cancelara el trasvase del Ebro, que hubiese permitido gestionar mejor el agua de
nuestro país, ahora lloran por la solidaridad entre autonomías. Pero no se engañen, ya parece
que el gobierno socialista ha encontrado el término que les permitirá seguir justificando los
recortes del trasvase Tajo-Segura pero también ayudar a los independentistas catalanes.
Parece que lo van a llamar “desvío de recursos” y denlo por hecho.
Así, mientras unos consiguen lo que quieren entre lloros y amenazas, otros les pagamos la
fiesta y eso que todavía no se han empezado a debatir los presupuestos generales del estado.
Agárrense las carteras, no sea que les pongan de benefactores de las futuras embajadas vascas
y catalanas. Espero que el presidente Carlos Mazón sepa que los valencianos tanto en tiempos
de Lerma, como ahora cuando se acerca la tormenta perfecta, no queremos un muñeco de
presidente.

De payasos y tanques

De payasos y tanques


Publicado en Abc el 28 de diciembre de 2023

El conde Baltar era uno de los personajes del universo de la serie de televisión “Galáctica,
estrella de combate”. A pesar de ser un humano, traicionaba a los de su especie en la lucha
contra los cylons, que eran unos seres robóticos empeñados en acabar con la raza humana.
Baltar hacia creer a los suyos que los cylons querían la paz, y recomendó la firma de un
armisticio que los cylons aprovecharon para arrasar con todo lo que se movía en las colonias
habitadas por los humanos.
Si el conde Baltar viviese en los tiempos actuales en nuestra Comunidad, posiblemente sería
miembro destacado de Compromís. Compromís, acusado recientemente de ser un caballo de
Troya al servicio de Esquerra Republicana de Cataluña por su afán de impedir la ampliación del
puerto de Valencia, también ha sido el primero en criticar abiertamente la presencia del
ejército en Expo Jove, la exposición navideña que se celebra en Valencia de forma anual.
Y es que este año, el ejército español, dentro de su política de dar conocimiento de su tarea,
ha podido volver a formar parte de esa feria navideña. Era algo que los gobiernos de izquierdas
previos le habían negado por activa y pasiva en pasadas ediciones al estilo Ada Colau.
Pero alguien ha ido más allá de las simples críticas políticas y organizó una performance en la
que unos jóvenes disfrazados de payasos vertían cubos de pintura rosa sobre uno de los
tanques. Uno esperaba una crítica unánime a esa acción, pero el doble rasero de la izquierda
sigue vigente. Horrorizados cuando sus sedes son pintadas por algún vándalo, siempre
encuentran alguna justificación o incluso aplauden a los que violentan algún elemento de una
exposición, por muy militar que sea.
Por eso ya es difícil sorprenderte o indignarte por el respaldo o comprensión que la izquierda
valenciana ha dado a los jóvenes disfrazados de payasos, y que de paso aprovecharon para
criticar la presencia del ejército en la feria exposición como si fuesen unos apestados.
Curiosamente en sus declaraciones, dirigidas a unos jóvenes valencianos, hablaban de la
nefasta influencia de las armas de fuego en su formación. Por cierto, seguro que muchos de
esos jóvenes mientras los escuchaban, sonreirían para sus adentros mientras pensando que
esa noche jugarán al Fortnite o al Call of Duty en su consola.
Por cierto, como estos vándalos sigan disfrazándose de payasos van a hacer un daño
irreparable a esta figura, que debería estar fuera de esta polémica. Aun está latente la
performance que realizaron en el País Vasco, un grupo disfrazados también de payasos y
rodeados de niños, pidiendo la liberación de presos etarras. Deberían saber que disfrazarte de
payaso no blanquea tu acción si esta no es digna.
Volviendo a Expo Jove, puedo respetar que hubiese gente que se manifestase a la entrada y
diese folletos en contra de la presencia de ejército. Aunque parece que toda esta actuación
realmente tuviese como principal objetivo criticar la labor del gobierno actual del
Ayuntamiento de Valencia. Pero también es respetable asumir que el gobierno es ahora otro, y
que no está mal que los jóvenes conozcan la existencia del ejército, sus labores, e incluso que
en un futuro algunos quisieran formar parte de él. Finalmente, no puedo respetar a estos
payasos en su agresión y entiendo que su acto vandálico no quedará impune.
Sería ideal un mundo sin ejércitos y guerras, pero la historia de los humanos ha demostrado la
certeza de la frase atribuida a Julio Cesar de “Si quieres la paz, prepárate para la guerra”. Y es
que además de la labor humanitaria que realiza el ejército español, se asume la necesidad de

disponer de un ejército moderno y preparado para solucionar cualquier contingencia que
podría pasar, pero que no pasa precisamente por disponer de este. Me temo que, si algún día
no dispusiésemos de ese ejército y lo necesitásemos ante una agresión, no estaría ni el Conde
Baltar ni Compromís para ayudarnos en tal eventualidad.

Grouchy, Marciano y las 35 horas.

Grouchy, Marciano y las 35 horas.

(Publicado en el Diario Información el 16/12/2023)

“Grouchy, devuélveme a mis hombres” parece que gritaba Napoleón Bonaparte en el momento álgido de la batalla de Waterloo. Grouchy era el mariscal al que Napoleón le había confiado parte de su ejército con el objetivo de que impidiese que el ejercito prusiano llegase a tiempo para ayudar al británico.  Pero Grouchy ni localizó al grueso de las fuerzas prusianas que llegaron a Waterloo en el momento culminante, ni tampoco acudió en ayuda del emperador al escuchar los disparos en la lejanía. Napoleón echo de menos esas tropas, que quien sabe si hubiesen cambiado el rumbo de la batalla.

La gestión de los recursos de cualquier tipo es algo crítico, en especial de los recursos humanos. Tener personas preparadas, motivadas, en suficiente número y con la adecuada organización pueden suponer la diferencia entre el éxito o el fracaso en cualquier empresa.

La salud es algo que, especialmente tras la reciente pandemia, ocupa un lugar preferente en las preocupaciones de la ciudadanía. Da la sensación de que el sistema sanitario sigue colapsado tras la pandemia. Aunque también es cierto que los números sobre listas y tiempos de espera ya no eran aceptables antes de esta, especialmente en algunas áreas de salud con falta endémica de personal.  

Los ocho años de gobierno de la izquierda han sido especialmente terribles para el sistema público de salud valenciano. La guerra contra la sanidad privada en general y en especial su obsesión de acabar cualquier concesión sanitaria a una empresa privada, independientemente de los resultados de su gestión, han sido una de sus principales líneas de trabajo. La otra fue la de colocar a personas afines en los principales puestos de dirección de hospitales y áreas de salud.

Así, esa gestión de la sanidad pública por parte del partido socialista se realizaba sin pensar demasiado en lo que debería ser el centro de esta, que era y es el ciudadano.

Y es que la sanidad pública es especialmente sensible a la gestión de unos recursos humanos cada vez más escasos y a la falta de profesionalidad de muchos de los responsables de la gestión, que lo eran por su lealtad a unas siglas y no por su capacidad.

A pesar de la situación de las listas de espera en la comunidad valenciana y la falta endémica de profesionales sanitarios, el anterior conseller, el socialista Miguel Mínguez, tomó una de las decisiones más irresponsables y vergonzantes, ya que parece que lo hizo en clave electoral con el objeto de ganar votos entre el personal sanitario. Me refiero al de acordar reducir la jornada del personal sanitario, dejándolas en treinta y cinco horas a la semana. Desconozco si les ayudó a ganar muchos votos entre los sanitarios, pero los ciudadanos prefirieron votar otras opciones, lo que condujo a que los socialistas abandonan el gobierno y, por ende, la gestión de la sanidad pública.

El nuevo conseller del Partido Popular, Marciano Gómez, empezó dando largas a los acuerdos de su predecesor sobre esa reducción de jornada. Pero ante las presiones de los sindicatos, reculó y parece que al final, los sanitarios valencianos trabajarán menos horas en la sanidad pública. Ni siquiera son medidas excepcionales para aquellas plazas que son de difícil cobertura como forma de premiar a los que las ocupan, sino para todo el personal.

Esto supone un duro golpe al sistema sanitario público, ya que disminuye las horas de atención al ciudadano. Es curioso como los sindicatos de izquierdas criminalizan a la sanidad privada con una mano, mientras se cargan la sostenibilidad del sistema público con la otra. Porque las matemáticas no engañan, quite dos horas y media de jornada a cada trabajador del sistema y cuente las horas que supone de menor atención al ciudadano.

Tampoco es una cuestión de inyectar más dinero en el sistema para compensar por dos motivos, en primer lugar, porque no hay maquinita para imprimir billetes en el palacio presidencial y los fondos parece que van a ser escasos y por otro lado la falta endémica de determinados profesionales.

Pero parece que la suerte está echada, el conseller Marciano Gómez reducirá la jornada a sus trabajadores sin ni siquiera esperar a normalizar la situación de la atención sanitaria al ciudadano. Es previsible saber lo que pasará, quizá de aquí a un tiempo, cuando al presidente Carlos Mazón le muestren los datos de subida da las listas de espera. Probablemente gritará como Napoleón “Marciano devuélveme mis horas”.

El President y los antidisturbios

El President y los antidisturbios

(publicado en ABC el 24/11/2023)

El President de la Generalitat, D. Carlos Mazón, se acercó a la zona donde estaban los antidisturbios de la policía junto a la sede del partido socialista en Valencia. Le ofrecieron un chaleco y un casco que se puso inmediatamente, así como una porra que probó contra una de las farolas con fuerza. El señor Mazón esperó con paciencia la orden de carga, y cuando empezaron a sonar los silbatos se lanzó el primero contra los manifestantes que allí se encontraban.  Miró a una persona mayor que portaba una bandera de España y huía con cierta dificultad, rápidamente lo alcanzó y descargó la porra sobre él. Inmediatamente miró hacia la ventana de la sede socialista esperando la aprobación del expresidente Ximo Puig que le miraba desde la ventana.  Mazón se entristeció cuando pudo ver como Puig movía la cabeza de izquierda a derecha en claro signo de que aquello no era suficiente. En ese momento Mazón despertó de su pesadilla.

El frente valenciano para tratar de frenar el maltrato en los presupuestos generales no es que no se consolide, es que ni siquiera puede iniciar su andadura a pesar de los esfuerzos por parte del presidente Mazón. El hasta ahora líder socialista sigue insistiendo en que hasta que no denuncie los ataques a las sedes socialistas por parte de los manifestantes, no hay nada que hacer. Mazón ha manifestado en repetidas ocasiones su denuncia de la violencia, pero no parece suficiente. Es curioso que los socialistas sean tan exigentes con los que se manifiestan antes sus sedes mientras preparan una amnistía para los que convirtieron Cataluña en una batalla campal.

En cualquier caso, el President de la Generalitat parece empeñado, y hace bien, en tratar de conseguir ese frente valenciano a pesar de todos los desprecios que recibe desde el partido socialista en base a excusas peregrinas de mal pagador. Entiendo que es bueno que la sociedad valenciana comprenda que ahora mismo la izquierda de esta Comunidad no piensa en el bien de los valencianos. Todos añoramos unos tiempos donde se podían llegar a acuerdos entre partidos de todo el arco político, pero hay que asumir que ahora parece mucho menos que imposible. El Guerra civilismo impuesto por Zapatero en su mandato con el famoso “nos interesa que haya tensión” ha quedado como un gesto de aprendiz ante toda la estrategia fijada por su sucesor Pedro Sánchez.

En muchas guerras, cuando uno de los bandos colocaba una bandera roja se indicaba que aquella lucha iba a ser sin cuartel y que probablemente no iban a tomar prisioneros. Algo así ha debido colocar en su sede el Partido Socialista y los miembros del Partido Popular no parecen haberse dado cuenta. La excusa es ahora Vox, pero antes fue UPyD, luego Ciudadanos y siempre el propio Partido Popular.

La situación actual es terrible, los socialistas parecen haberse plegado ante todos los deseos de los independentistas catalanes. Algunos de esos deseos pueden ser más financiación para ellos (obviamente menos para el resto porque el dinero no crece de los árboles). Otros deseos pueden ir directamente en contra de la Comunidad Valenciana, no hay que olvidar que el último pacto entre socialistas e Independentistas catalanes supuso el fin del trasvase del Ebro.

Visto ese panorama, yo recomendaría al señor Mazón que trate de llegar a acuerdos con todos en la construcción de ese frente valenciano, pero que el tren arranque, se dé la bienvenida a todos los que quieran subir y si los socialistas y los de Compromís prefieren quedarse en la estación, solo queda despedirse de ellos con un gesto.

Carlos Mazón contra las cuerdas

Carlos Mazón contra las cuerdas

(Publicado el 9 de noviembre e 2023 en ABC)

Basado en hechos reales

El President de la Generalitat, D. Carlos Mazón, levantó la cabeza tan sobresaltado que casi se le caen las gafas de cerca. Miró al atril del hemiciclo de las Cortes Valencianas donde la portavoz del partido socialista, doña Rebeca Torró, le acusaba de machista y de faltarle al respeto en la última sesión de control. Mazón trató de procesar en milisegundos lo que él le había dicho hace quince días. Sin darle tiempo, la portavoz socialista siguió con su discurso, “usted es un machista porque me guiñó un ojo”.  Mazón giró la cabeza hacia su conseller de educación, José Antonio Rovira, para ver si había entendido bien, el gesto del conseller encogiéndose de hombros le hizo ver que sí. Mazón ya no recordaba si había guiñado un ojo en su intervención o si tenía un tic nervioso y no se había dado cuenta, pero lo que probablemente pensó fue “quince días y me echa en cara si le guiñé un ojo, esto es rencor y no lo del Conde de Montecristo. Menos más que no le dije lo que Joan Baldoví le gritó a la de portavoz de Vox en el otro pleno, ya que en ese caso me hubiesen mandado a la checa del Grao”.

Casi sin tiempo de asimilar la regañina de la portavoz socialista, la consellera de hacienda, Rut Merino, le enseña a Mazón un tuit del portavoz adjunto socialista, Arcadi España, criticando la bajada de doscientos millones del presupuesto de la Generalitat contra el calentamiento global. Mazón piensa “calentamiento global son las listas de espera en sanidad que nos han dejado en herencia el tripartito de izquierdas, digo yo que habrá que dedicar el dinero a lo importante”. Mazón volvió a dirigir su atención al documento que tenía entre manos, pero al recordar las palabras del analista ruso Georgy Arbatov se dio cuenta que podría estar ahora mismo contra las cuerdas. Tras la disolución de la Unión Soviética, Arbatov dijo a los norteamericanos: “Acabamos de hacerles algo mucho peor que cuando les amenazábamos con nuestros misiles nucleares , les hemos dejado sin enemigo”.

Y es muy posible que para Mazón sea así, ya que la oposición de izquierdas valenciana no existe. El anterior presidente socialista, Ximo Puig, para estar más tranquilo en el gobierno, preparó unas listas electorales que mi abuela hubiese calificado de “huits i nous i cartes que no lliguen” (ocho y nueves y cartas de escaso valor que no forma nada). Puig no esperaba el desastre electoral que le llevó a él y a su grupo a la oposición. Ahora solo suspira por un ministerio. De Compromís solo se conocen sus cuitas internas y su empeño en reducir el horario de trabajo.

El alemán Carl Schmidt decía que no se puede vivir sin un enemigo contra el que unir a tus tropas para combatir. Esa falta de enemigos hace que te relajes y puedas acabar buscando los enemigos entre los tuyos. Hay quien asegura que la decadencia del Roma se inició cuando venció y destruyó definitivamente a Cartago. Yo creo más bien que esa decadencia surgió por otros motivos de los que Europa debería aprender más que seguir los pasos que le llevaron a su fin.

En cualquier caso, ante la falta de enemigo local de peso, Mazón tendrá que encontrarlo allende de las fronteras de la Comunidad, más si cabe en unos años que se auguran complicados. No obstante, probablemente Pedro Sánchez le va a poner fácil encontrar ese enemigo, dados sus pactos con los golpistas catalanes y  el previsible maltrato que nos espera a los que vivimos en la Comunidad Valenciana.   

Reversiones sanitarias y el pánico del Conseller

Reversiones sanitarias y el pánico del Conseller

(Publicado el 27 de octubre en ABC)

La sanidad en los tiempos del tripartito de izquierdas en una comunidad cercana, interpretado con sentido del humor. Defina usted si cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Primera Consellera.

  • Señora consellera, vence el contrato que tenemos con una empresa privada en el área de salud de Alzira. Los números son aceptables, de hecho, mejores que en la mayoría de las áreas gestionadas directamente por la Conselleria
  • Da igual, hay que proceder a la reversión al sistema público de la gestión sanitaria del área. No importa lo que cueste. Para todo buen socialista, lo privado es malo y lo público maravilloso.

Segunda Consellera

  • Señora consellera, vence el contrato con una empresa privada en el área de salud de Torrevieja. Los números son buenos, el precedente de la reversión de Alzira no ha sido bueno, las listas de espera se han incrementado notablemente y los trabajadores están enfadados. ¿Quiere que hagamos un estudio previo de qué es lo más recomendable? No hay que olvidar que estamos en plena pandemia.
  • Ni pandemia, ni pandemio. Da igual, hay que proceder a la reversión al sistema público de la gestión sanitaria del área. No importa lo que cueste. Para todo buen socialista lo privado es malo y lo público maravilloso. Por si acaso, mandaré a algún conocido socialista para gestionar la reversión, no sabe nada de sanidad, pero es un buen socialista.

Tercer conseller

  • Señor conseller, vence el contrato de las áreas de la Marina Alta y de Manises. El precedente de la reversión de Alzira ha sido malo, el de Torrevieja catastrófico. En Alzira tuvimos que doblar el personal, pero ahora ya no quedan sanitarios que contratar.
  • Da igual, proceda a la reversión, las elecciones están a la vuelta de la esquina y tenemos que ganar votos.
  • ¿Y lo de la falta de personal sanitario? Hay enormes listas de espera y es difícil contratar a el personal necesario.
  • Déjame que piense, sí, lo mejor será reducir el horario de trabajo de los trabajadores sanitarios a treinta y cinco horas. Así conseguiremos que el personal sanitario nos vote, se incrementará la lista de espera, pero todo es cuestión de echarle la culpa a la extrema derecha y a la guerra de Ucrania.    

Y entonces llegó la derecha al poder.

Primer conseller

  • Señor conseller, no se han llevado a cabo las reversiones de la Marina y Manises. ¿Qué hacemos? ¿Hacemos un estudio tal como pedíamos cuando estábamos en la oposición?
  • Deja, deja, que a ver si los sindicatos de los hospitales se enfadan que ya se habían hecho la idea de formar parte del sistema público.
  • Y ¿cómo lo justificamos?

-Tranquilo, ahora llamo a ver si nos dan una excusa jurídica

Uno de los primeros compromisos que se autoexigió el último conseller de sanidad del tripartito de izquierdas que gobernó en la Comunidad Valenciana fue el de poner al paciente en el centro del sistema sanitario. En cierta forma, ya asumía que sus dos predecesoras no lo habían hecho. Sorprendentemente él también olvidó su compromiso demasiado rápido. Las reversiones de las concesiones sanitarias es un claro ejemplo de cómo lo político ha estado por encima de los intereses de los ciudadanos. A pesar de los precedentes en este tema, el Partido Popular va a seguir la hoja de ruta marcada por el tripartito de izquierdas.  Se ha hablado poco de los usuarios de la sanidad y mucho de cuestiones legales, derechos sindicales y conflictividad laboral. Con esos planteamientos ¿qué puede salir mal? 

El pacto, ¿con el diablo?

«La izquierda ve las pajas en el ojo ajeno mientras silba con las vigas en el propio»

Publicado en el ABC el 16 de junio de 2023

Uno de los momentos memorables de la película “Match Point” de Woody Allen es precisamente el principio de esta. Una bola de tenis que duda a qué lado de la pista debe caer   y todo lo que puede suponer para los dos tenistas que miran expectantes lo que les depara el destino. En breve se van a constituir los gobiernos de un sinfín de ayuntamientos. Unos cuantos no dependen del voto de tan solo un concejal, sino que además, muchos concejales lo son por un puñado de votos. En el mundo político de los dos bloques en el que nos encontramos, ese puñado de votos va a suponer el poder para unos y la desesperación para otros durante los próximos cuatro años. A la hora de determinar quién será el alcalde de una localidad, no es necesario obtener la mayoría absoluta de votos de los concejales electos, ya que puedes serlo si eres el cabeza de la lista más votada y ningún otro consigue dicha mayoría absoluta. Esto da lugar a que los cabezas de las listas más votadas tengan más juego a la hora de determinar si son necesarios los posibles pactos de gobierno. Los candidatos del Partido Popular de las ciudades de Alicante y Valencia parece que van a hacer valer el ser la lista más votada para no tener que pactar el gobierno con Vox, aunque esto les pueda obligar a tener que llegar a acuerdos puntuales con otras fuerzas políticas para aprobar determinadas propuestas durante los próximos cuatro años. En la tercera ciudad de la Comunidad, Elche, no obstante, el candidato del Partido Popular si que ha firmado un pacto con su homóloga de VOX para poder tener los votos suficientes para ser alcalde, al no ser la lista mas votada. Durante los próximos cuatro años veremos quienes de los tres tienen más tranquilidad a la hora de poner en marcha sus acciones de gobierno.

Pero dónde no ha habido dudas en cuanto al resultado ha sido en la Comunidad Valenciana. Los valencianos han votado mayoritariamente que preferían un gobierno del bloque de la derecha, al igual que hace ocho años votaron en otra línea.  Pero la izquierda ve mal ahora que el conseller de cultura sea un torero licenciado en derecho mientras no le preocupó que su ministro de cultura no haya finalizado ninguna de las carreras que empezó.

Además, es curioso que los que hemos tenido que soportar que unos de los actuales vicepresidentes de la comunidad valenciana lanzarán loas de los grandes logros que ha supuesto el comunismo para la libertad de los ciudadanos, nos tenga que preocupar que un torero ocupe su lugar.  También lo es que los que hemos tenido que escuchar los aplausos cerrados que los diputados del tripartito le dedicaban semana sí y semana también a la anterior vicepresidenta, a pesar de su relación en el asunto de abusos a menores en centros tutelados de la Conselleria, nos tengamos que sorprender como los mismos que aplaudían entonces se rasgan las vestiduras ahora por el pasado del candidato de VOX. Y es que la izquierda ve las pajas en el ojo ajeno mientras silba con las vigas en el propio. El pacto con el diablo no es el que previsiblemente se producirá el mes que viene en el Palau dels Borja, sino el que hemos tenido que soportar estos ocho años

Yo sinceramente como valenciano agradezco la rapidez con la que PP y VOX han llegado a un acuerdo. Ya se verá en el tiempo para quien es más beneficioso. Montar “paripés” de investiduras fallidas para luego llegar a un acuerdo, entiendo que es un insulto a la inteligencia de los valencianos.  También agradezco que esa rapidez permita que cuanto antes, ese nefasto tripartito de izquierdas deje de gobernar la comunidad valenciana. Ese tripartito que en estos últimos días parece que trata de blindar las subvenciones a determinadas organizaciones con la excusa de que es “por la gente”.  Ya pueden imaginar a que gente se refieren.

Por último, un día como hoy nos queda desear muchas suerte a los equipos de gobierno tanto autonómicos y municipales que dirigirán los destinos de la comunidad y los municipios valencianos, así como agradecer a todos los diputados y concejales salientes el trabajo desarrollado estos años.

La última reunión

«No vamos a exponer al conseller a que le den un zasca en la última reunión»

Publicado en ABC el 5 de mayo de 2023

Gabinete de Presidencia de la Generalitat. Lunes 9:AM

Uno de los miembros del gabinete entra a la reunión acompañado por un becario, este le pregunta

– ¿Y qué es eso de la Diputación Permanente?

– Básicamente es un pleno de las cortes en reducido, dónde solo pueden intervenir los diputados que todavía quedan en activo una vez se han disuelto las Corts.

– ¿Y esta reunión?

– Es precisamente para proponer los temas que se van a debatir en la última reunión de la Diputación Permanente que se hará la semana que viene. Queremos darle un matiz electoralista, las elecciones están a la vuelta de la esquina. Tú siéntate y escucha y no se te ocurra decir nada.

Ambos se sientan en una esquina de la mesa mientras una señora empieza a hablar.

-En la próxima reunión llevaremos el decreto para la ayuda para la cesta de la compra. Es bueno que se haga ahora y que podamos hacer campaña diciendo que los socialistas nos preocupamos porque la gente llegue a final de mes.

– Pero es posible que alguien se pregunte que si hay que dar ayudas a la gente para que pueda comprar en el supermercado, nuestra gestión económica no ha sido buena.

– Está previsto, vamos a echar la culpa a la pandemia, a la herencia recibida y a la guerra de Ucrania. Nuestro votante no piensa tanto para poner en duda eso.

– Perfecto, ¿solo vamos a llevar este tema?

– No, hemos pensado que para quitarle unos cuantos votos a Podemos. Vamos a llevar la comparecencia del vicepresidente podemita para que explique los decretos de alquiler. Tal como es él, esperamos que se líe defendiendo a los okupas y hablando de expropiaciones forzosas. El objetivo es que la izquierda moderada nos vote a nosotros, ya que Podemos no va a llegar al cinco por ciento.

– ¿Habéis tenido en cuenta que Ciudadanos pidió la comparecencia del Conseller de Sanidad por lo de la gestión centralizada de los servicios de emergencias?, está teniendo muchos errores.

– Ni se nos va a ocurrir, ha sido un error grave y parece que murió el otro día una persona en Alicante al enviar una ambulancia que estaba muy lejos. Así que diremos que lo hemos explicado todo mil veces, aunque no sea verdad. No vamos a exponer al Conseller a que le den un zasca en la última reunión.

– Buena idea, la que lo va a tener difícil explicar eso es Ana, nuestra candidata en Alicante, que fue la responsable precisamente de llevarse los servicios de emergencia de Alicante a Valencia.

– Sí, pero eso será otro día. Así que cerramos orden del día, decreto y comparecencia del conseller de Podemos. Mañana lo llevo a la junta de síndics.

De pronto desperté. Al rato, mientras me dirigía a la junta de síndics, otro de los portavoces me dijo “Seguro que llevarán la comparecencia del Conseller de Sanidad que pedisteis, él siempre ha dicho que daría la cara”.

Le miré y le dije “¿Crees en los sueños premonitorios?  yo no, pero algo me dice que la preocupación del tripartito por esta diputación permanente es puramente electoral y no van a permitir dar unas explicaciones que les quitarían votos.”

El video que mató a la estrella de Compromís

El video que mató a la estrella de Compromís

(publicado en El Español el 28 de junio de 2022)

Hace ya unos cuantos años, en los inicios de lo que se vino a denominar la era del techno-pop, el grupo Buggles lanzó una canción que obtuvo un notable éxito : “El video que mató a la estrella de la radio”. Básicamente contaba como la aparición de las imágenes de los videos iban a acabar con la importancia de la radio. No tuvieron mucho éxito en sus predicciones, pero si que han conseguido dejar su pegadiza melodía en los cerebros de toda una generación.

Pero sí que es cierto que el video, sin ser capaz de acabar con la radio, se ha convertido en una importante forma de mostrar mensajes y en poder influir en la gente. Lo de una imagen vale más que mil palabras es cierto, pero si en vez de ser una, son miles y si se les añade sonido la potencia ya es brutal.

Yo estoy convencido que lo que ha acabado con la carrera política de Mónica Oltra y que puede dejar muy tocada a la formación de izquierdas independentista Compromís es el video que refleja el homenaje, casi más bien un aquelarre, que le hicieron tras su imputación por el asunto del abuso a menores.

Cuando una fiscal independiente escribió negro sobre blanco los motivos que podían conducir a la imputación de la vicepresidenta del socialista Ximo Puig, muchos de los que la aplaudían a rabiar en los plenos de las Cortes Valencianas empezaron a ausentarse en los momentos de intervención de Oltra.

Oltra pudo haber sido inteligente y haber mantenido desde entonces un perfil bajo, abandonar las labores de portavoz del tripartito de izquierdas y esperar que entre unas cosas y otras pasara el verano y a lo mejor el temporal hubiese amainado. Pero su prepotencia o la llamada superioridad cultural de la izquierda le impidieron comprender que en este caso, no había conspiraciones judeo-masónicas de la ultraderecha, sino una serie de errores graves (como mínimo) en el tratamiento de los abusos a una menor por parte de su marido en un centro dependiente de su Conselleria.

Ha dado vergüenza ajena comprobar como miembros de los diferentes partidos de la izquierda que gobierna la comunidad, restaban credibilidad a la acusación del fiscal tan solo por el origen de la denuncia. Son tan sectarios que a lo mejor piensan como la época nazi, en la que los judíos no podían denunciar los atropellos que sufrían. Olvidan que en España, fiscales y jueces son los que gestionan la justicia venga de donde venga la denuncia.

Por mucho que digan, Puig no hubiese sido capaz de romper la estabilidad de su gobierno ni tampoco Compromís quería correr el riesgo de perder todos sus cargos. Por eso, lo único que pudimos oír fue al referente de Compromis, Joan Baldoví decir “si nos tocan a una nos tocan a todas”. Me hubiese gustado oírle decir lo mismo sobre la menor que sufrió abusos en el centro de la Conselleria gestionada por Compromis.

Pero llegó el video, no fue grabado por la grabadora que imaginaban los componentes de los Buggles sino por un teléfono móvil, y fue terrible:  Oltra saltando mientras recibía los aplausos enfervorecidos de Joan Baldoví y Águeda Micó, y a lo lejos también los del alcalde de Valencia Joan Ribó. Este último quizás fue el único que daba la sensación de darse cuenta del error que estaban cometiendo. Aquello se había convertido en una especie de “Ongi Etorri”, pero en este caso dirigido a una imputada por encubrir un asunto de abusos de menores.

Estoy casi seguro de que el presidente Ximo Puig sonrió al ver el video, pero puso su famosa cara triste al decir el famoso “no estoy para bailecitos”, sabía que la piedra en el zapato se caía.  En el otro lado, los de Compromís pueden ser sectarios, pero no son tan tontos y cuando se vieron reflejados en las televisiones y redes sociales, fueron conscientes que el video había matado a la estrella de Compromís. Obviamente no querían que acabase también con sus cargos y sueldos y por eso el resto de la historia ya es conocida.

Socialistas contra Alicante

(Publicado en el diario ABC el 21 de mayo de 2021)

«Da la sensación de que esta provincia siempre se ha encontrado lejos del gobierno del Botànic y que sus problemas siempre les han parecido menos importantes»

Hace escasos meses el president de la Generalitat, Ximo Puig, defendía en un discurso en las Cortes Valencianas “una España plural y diversa” y rechazaba “independentismos y centralización”. Pero rápidamente pasaba a centrarse más en lo segundo que en lo primero para poder atacar la que ha sido y sigue siendo su enemigo particular, que es la Comunidad de Madrid. Acusaba a Madrid de ser una gran aspiradora que se quedaba con los recursos, población, funcionarios y redes de influencia apoyándose en su efecto capitalidad.

Vamos, “dijo el muerto al degollado”, entiendo que no pensará lo mismo sobre el efecto aspiradora que también ejerce Valencia dentro de la Comunidad Valenciana. Habitualmente, el efecto capitalidad siempre ha sido un foco de atracción, que puede paliarse en mayor o menor medida en base a una serie de acciones que traten de equilibrar, al menos de acercar, la balanza a un punto medio.

Pero sesión tras sesión en les Corts, da la sensación que Alicante es molesta para el gobierno del Botànic, o más que molesta, que son incapaces de entender porqué no han caído en su influjo de inmersión lingüística y desaladoras. En el fondo da la sensación de que la provincia de Alicante siempre se ha encontrado lejos del gobierno del Botànic, y que sus problemas siempre les han parecido menos importantes.

Esta semana se debatía en Corts Valencianes la defensa del trasvase Tajo-Segura ante el cierre impuesto por el gobierno del socialista Sánchez. Este cierre perjudicaba notablemente a Almería, Murcia y Alicante. Ante la convocatoria de una reunión de los presidentes de las comunidades afectadas, el presidente Puig, afirmó que no iba a participar en un, palabras suyas, “aquelarre”. Lo del aquelarre es llamativo que lo dijera precisamente el que no tuvo reparos en reunirse con todos los presidentes independentistas de Cataluña.

Puig, reconoció el error de sus palabras y como penitencia se impuso para compensar, viajar con cara triste un par de veces a la zona del trasvase, por si algún pardillo caía y pensaba que iba a defenderlo. Así, en la sesión de les Corts tanto PSPV como Compromís votaron escasamente convencidos por la defensa del trasvase, mientras asumían con una sonrisa que los de Unidas Podemos no lo apoyasen. No hubo presiones, ni malas caras en esa ruptura de unidad de voto del Botànic, porque “total, es una cosa para Alicante”.

En cualquier caso, no parece que Puig y los suyos se vayan a empeñar demasiado en esa defensa del trasvase ante el presidente Sánchez, si ni siquiera son capaces de defender con dignidad la imperiosa necesidad de un cambio de modelo de financiación autonómica, ni la forma del inminente reparto de los fondos COVID. Es muy probable que todo acabará con un “lo que tú quieras Pedro”.

Pero además de todo esto, muchas comarcas de Alicante sufren esa incomprensión acerca de la complejidad que tiene la inmersión lingüística o lo que va a suponer la nueva ley de la función pública en la que el valenciano es un requisito para ser funcionario autonómico. Por cierto, hubo muchas risas en la bancada del Botànic cuando se formuló una queja por las burlas que se hicieron en los perfiles de las redes sociales de A-Punt sobre los alicantinos que se manifestaban por la libertad de elección de lengua.

Y, por último, ¿ustedes se imaginan que en cuatro meses el hospital La Fe de Valencia fuese a sufrir un cambio de modelo organizativo y ni pacientes ni trabajadores lo conociesen? Imagino que no, pero esto está ocurriendo en el Hospital de Torrevieja en la antesala de la llegada del verano. Pero no hay preocupación en el Botànic, parece que se preguntan “¿existe algo al sur de Gandía?”.