BraveHeart y la insoportable irrelavancia

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(Publicado en el Diario El Mundo el 29/09/2013)

tirling Bridge (Escocia)1297, curiosamente un 11 de septiembre. Soldados escoceses dudaban entre enfrentarse al invasor inglés o pactar una rendición honrosa. En ese momento llega un jinete pintarrajeado de azul y blanco, es William Wallace, interpretado inolvidablemente por Mel Gibson en la película Braveheart.

Wallace se dirige a los soldados escoceses, poco dispuestos al enfrentamiento y da un discurso memorable, utilizado hoy en día en muchos cursos de liderazgo. La base del discurso de Wallace es simple, los escoceses pueden luchar o retirarse. Si luchan contra el invasor inglés pueden morir, en cambio si se retiran es muy probable que vivan muchos años. Pero una vez dicho ésto, Wallace añade que cuando lleguen al llegar al lecho de muerte, años después, les advierte que seguro que cambiarían todos esos años que han vivido por una sola oportunidad de de volver a Stirling ese día para vencer al tirano inglés.

El discurso esconde un mensaje de que es preferible una vida intensa, quizá más corta, pero lejos de la irrelevancia. A la irrelevancia es lo que está convirtiendo su gestión el equipo de gobierno del Partido Popular del Ayuntamiento de Alicante. En un pleno, algo accidentado por el desalojo del público y muy emotivo por la despedida de Rogelio Gonzalez como concejal (un gran tipo por cierto), el Partido Popular aprobó dos mociones que sin duda alguna van a condicionar el futuro de Alicante en los próximos años.

La primera de ellas es la cesión a SUMA del cobro del impuesto del IBI, cesión muy ruinosa, poco comprensible y nada justificada en el mismo pleno. En segundo lugar el PP ha propuesto acogerse al segundo plan de rescate. Esto, además de limitar inversiones e incrementar notablemente las tasas, obliga a que a partir de ahora todos los presupuestos del Ayuntamiento deberán previamente por el visto de el ministro Montoro y su equipo del Ministerio de Hacienda:

Un 27 de septiembre, poco más de 700 años del discurso de Wallace en Stirling, el PP ha firmado un documento que convierte al Ayuntamiento de la capital de la cuarta provincia de España en un ente irrelevante, vamos a ser insoportablemente irrelevantes. La diputación va a gestionar nuestras ingresos, apenas vamos a tener inversiones y todos nuestros presupuestos, nuestras ideas, nuestras propuestas para mejorar la vida de los ciudadanos de Alicante no se decidirán aquí, se decidirán a mas de 400 kilómetros. Es posible que Montoro decida si urbanizamos la plaza Séneca, si ponemos en marcha en Manjón Cervantes, si incrementamos la ayuda social o si queremos invertir en promocionar el turismo. Desgraciadamente, el Ayuntamiento se convertirá en un mero pagador de las nominas de sus funcionarios.

Mientras Wallace, además de dar un discurso eléctrico tenía un plan para derrotar a los ingleses, en Alicante el Partido Popular ha caído en esa autocomplacencia, ese encantados de haberse conocido que utilizan, que posiblemente les permita dormir tranquilamente por las noches, que les permita seguir cobrando su sueldo de concejal sin ningún cargo de conciencia. Juan Seva, concejal de Hacienda, repitió una y otra vez en el pleno que la gestión es fantástica, que no están cometiendo ningún error y que por tanto van a seguir haciendo lo mismo que nos ha llevado hasta esta situación. No obstante es justo decir que Seva fue uno de los pocos concejales que intentó aplicar al principio alguna medida de ahorro serio, pero que fue desautorizado y ya no lo volvió a plantear más.

Eso ha provocado que no hayan tomado ninguna medida valiente, que no hayan confeccionado un plan serio que nos hubiese evitado caer en esta irrelevancia. Pero esa autocomplacencia que utilizan se volverá en su contra algún día. Como decía Wallace, seguro que más de uno de los miembros del equipo de gobierno del Partido Popular, independientemente de si siguen en política o no, recordarán esta época, seguro que recordarán lo que pudieron hacer y no hicieron, de la irrelevancia de su mandato que les perseguirá siempre. Wallace consiguió cambiar el curso de la historia ese día, pero jamás pudo ver la victoria final en la guerra ya que fue ajusticiado antes por los ingleses, no obstante jamás lamentó haber cambiado por una vida irrelevante por la que tuvo. Un extraordinario monumento con su estatua puede verse cerca de Stirling, en Alicante habrá que buscar con lupa el legado positivo relevante que nos dejarán.

Castedo y Seva en Fort Apache

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(Publicado en el Diario Información el 26/07/2013)

Un desfiladero mucho más que posiblemente plagado de feroces indios y dos mandos del ejército de los Estados Unidos decidiendo cuál es la acción que deben tomar. El intolerante coronel Thursday, magistralmente interpretado por Henry Fonda y el más sensato capitán Kirby York, un John Wayne, toda una personalidad del que John Ford sacó provecho como nadie. Esta es la parte culminante de la película Fort Apache, un western quizá no de los más conocidos de Ford, pero uno de los que más recuerdo precisamente por esa escena cumbre ante la toma de decisión más difícil.

¿Es razonable una carga en posición totalmente desventajosa o mejor una decisión más pragmática de evaluar la mejor opción aunque implique una retirada? El ambicioso coronel no desea esperar, desea la gloria y obtener una victoria para olvidar la degradación que sufrió en su pasado militar, aunque ello suponga sacrificar la vida de sus soldados. El capitán Kirby intenta hacer ver lo nefasto de una decisión temeraria e injustificada, que además no entiende.
Podemos ver esa posición ante el desfiladero lleno de indios en Alicante como las dudas que ha tenido el Partido Popular a la hora de afrontar dos de sus decisiones que sin duda alguna van a condicionar el futuro de nuestra ciudad.
La primera de ellas ha sido la delegación a SUMA del cobro del impuesto del IBI que hasta ahora gestionaba el propio Ayuntamiento. Esto no es más que una externalización de servicios en toda regla, con la que uno puede estar de acuerdo o no. Lo que evidentemente es un error ha sido la forma en la que se está gestionando la misma. Han sido muchas las justificaciones que el concejal de Hacienda,Juan Seva, ha intentado poner encima de la mesa, pero tienen tan poco sentido común como las que esgrimía el coronel a la hora de justificar su ataque al desfiladero. Desgraciadamente lo que va a hacer el Ayuntamiento es ceder una operación bastante sencilla de gestionar y que los funcionarios municipales estaban realizando de forma correcta. Esto indudablemente tiene un coste, ya que a partir de ahora el Ayuntamiento deberá satisfacer a SUMA, una cantidad cercana a los 2,5 millones de euros. Desgraciadamente apenas tiene algún ahorro, ya que el pago de SUMA en concepto de personal al Ayuntamiento estará entre 300.000 y 400.000 euros, esto en el mejor de los casos porque dada la última cláusula que SUMA ha impuesto en el convenio puede hacer que esta cantidad sea aún menor. 
Me parece grave también cuando dicen desde el gobierno del Partido Popular que SUMA va a cobrar más, con lo que indican que los funcionarios municipales no realizaban de forma diligente su trabajo. Además el PP va a desmantelar toda una estructura que costó mucho poner en marcha.
El otro tema candente es el rescate al que al final el Partido Popular se ha acogido tras un sinfín de desmentidos y negociaciones. El punto culminante se produjo en la reunión de la comisión de hacienda donde horas antes de tomar la decisión, todavía de cara a la oposición seguían manteniendo la incógnita. El rescate va a suponer un alivio para las arcas municipales, no hay duda, pero incrementa de manera notable el endeudamiento del Ayuntamiento de Alicante. Si a este endeudamiento le añadimos la incapacidad del Partido Popular para ahorrar en sus gastos y para obtener nuevos ingresos (si obviamos las subidas de impuestos que implacablemente aplican pero que no mejoran los ingresos netos), la situación en los próximos años va a ser especialmente dramática por la deuda y las condiciones del rescate. Por ejemplo, la subida de las tasas de basura va a ser espectacular, porque ahora deberemos pagar con la misma el coste del servicio. Será cuando muchos ciudadanos se acuerden del mal gestionado pliego para el servicio de recogida de basuras que sin competencia apenas supuso un ahorro en el coste previsto.
Seva y Castedo han decidido la huida hacia adelante, van a lanzarnos a todos y cada uno de los alicantinos hacia un desfiladero lleno de peligros y con un destino incierto. Lo mismo hizo en Fort Apache el coronel Thursday provocando una carnicería entre sus soldados. Una de las últimas escenas de la película representa a los pocos supervivientes en una pequeña hondonada esperando su final ante el ataque de los indios. Curiosamente en la película el coronel Thursday cabalga hacia sus soldados para sufrir el mismo destino que ellos, en Alicante los que nos están conduciendo al desfiladero probablemente no unirán su destino al resto de alicantinos, seguro que preferirán un escaño en el parlamento nacional o europeo o quizás un puesto de delegado en alguna empresa de cierta relevancia.

Comercio, turismo y la alternativa de Escipión

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(Publicado en el Diario Información el 20 de Agosto de 2013)

Hace poco más de 200 años antes de Cristo, Roma tenía una situación complicada aunque parecía que no iba a afectar a su supervivencia. Poco antes, en el 216 a.C. los ejércitos romanos habían sido totalmente aniquilados en Cannas en su enfrentamiento con el general cartaginés Aníbal. Éste, a pesar de su gran victoria no se atrevió o al menos no considero oportuno tomar la ciudad de Roma. Con el paso de los meses la situación más o menos se estabilizó y a pesar de que los cartagineses campaban a sus anchas por lo que es hoy Italia, los romanos se acostumbraron a ello. Se impusieron tácticas de contemporización, prácticamente de esperar que pasara algo, ya que todos los intentos de entablar batalla campal frente a Aníbal habían acabado en desastre.  Así fueron pasando los años hasta que un prometedor general romano propuso un plan novedoso que no era más que en vez de continuar luchando contra los cartagineses en Roma  llevar la guerra a la propia Cartago y entablar combate allí.

 El plan fue considerado por muchos como descabellado y mas que arriesgado, o quizás nadie había pensado en esa posibilidad y les preocupaba que allí estuviera y nadie se hubiese dado cuenta.

 Me vienen estas historias tras conocer el dramático informe de la Caixa que refleja la gran cantidad de comercios y bares  que han cerrado en Alicante en los últimos años. Los datos del turismo de este año parece que no son malos pero es posible que pudieran ser mucho mejores. Y digo esto porque parece que nos hemos conformado como los romanos en tiempos de Aníbal a que esto tiene que ser así, y que si hay crisis cierran comercios y  empeora el turismo. También asumimos  que si hay países que salen de la crisis o  si hay focos de conflicto en países competencia nuestra  mejoran los resultados turísticos. Da la sensación que seguimos a verlas venir, con alegría si los resultados son buenos o con resignación si no lo son tanto.

 

No obstante, ahí están   los millones de pasajeros que se acercan a la provincia a través de nuestro aeropuerto. Algunos vienen a Alicante, otros a la Vega Baja y otros hacia el norte de la provincia, pero todos y cada uno de ellos deberán ser considerados potenciales visitantes de la capital de la provincia,  aunque fuera sólo por un día. Es necesario potenciar la oferta turística de Alicante desde el momento que ponen un pie en nuestra provincia, y también en las ciudades en las que pasan sus vacaciones.  Es una promoción más económica y con más posibilidades de éxito, pero para conseguir ese éxito es imprescindible un buen producto. Alicante es una ciudad con indudables atractivos históricos, culturales, gastronómicos y comerciales, es posible que nos falte ese elemento estelar de atracción pero en cualquier caso la oferta que tiene la ciudad de Alicante es sobresaliente.

 Pero no existe una estructuración de esa oferta, no existe la idea de utilizar todo lo de interés que pasa o que tiene la ciudad de Alicante para mejorar la experiencia del que nos visita. Por ejemplo, esta semana pasada se celebraron en Alicante las fiestas de moros y cristianos de Altozano y las del barrio de San Roque. Nada de ellas se sabían en cualquier oficina de turismo de la ciudad y era difícil obtener información de las mismas en la web del patronato de turismo. Es probable, aunque no imposible, que nadie venga de Vladivostok a Alicante a ver las fiestas de Altozano, pero estoy seguro de que es una visita obligada de cualquier persona que pasara estos días por Alicante y seguro que muchos alucinarían al ver los trajes y escuchar la fantástica música. Esto es porque el PP siempre ha visto las fiestas como un acto interno. No es así es un elemento de indudable valor turístico dado el entusiasmo que ponemos los alicantinos en nuestra fiestas.

 Ahí están el ejemplo de nuestras Hogueras, las más conocidas internacionalmente, que al celebrarse este año en fin de semana ha supuesto una revitalización notable de comercios y hostelería esos días.

 Me quedo con unas palabras que me dijo el dueño de una cafetería cuando lo pregunté que tal había ido la temporada de Hogueras, me contestó  “ Ha venido mucha más gente a Alicante, eso implica que ha venido mucha más gente a comer o a tomarse algo”.

 Mientras muchos se lamentaban, Escipión propuso una alternativa que sus contemporáneos no vieron, y consiguió la victoria. Considero que nosotros debemos hacer lo mismo, que ya está bien de esperar a que pasen los días y que hay que innovar para forjar nuestro destino y no esperar que sean los vientos quienes lo decidan.