El PP,  ¿defenderá el castellano en Alicante?

El PP, ¿defenderá el castellano en Alicante?

(Publicado en Alicante Plaza el 27 de setiembre de 2023)

Como en la novela y en sus dos magníficas adaptaciones al cine, también en política “el cartero siempre llama dos veces”. El grupo municipal del Partido Popular del Ayuntamiento de Alicante va a tener que volver a posicionarse sobre el predominio lingüístico de Alicante. Actualmente y de forma curiosa, Alicante está definida como ciudad de predominio lingüístico valenciano, ¡quién lo diría cuando vives aquí!

El jueves se votará en el pleno del Ayuntamiento una vez más si se actualiza al castellano. En las anteriores ocasiones, el Partido Popular votó a favor de que se determinara Alicante como zona de predominio lingüístico castellano. Es cierto que en aquellas votaciones el voto del PP no era decisivo ante el sorprendente posicionamiento de los concejales del grupo municipal de Ciudadanos, que no apoyaron la propuesta con lo que fue rechazada.

Esta votación que puede parecer algo baladí, no lo es, ni mucho menos. Este posicionamiento implica realmente la lengua vehicular en el que se podrán o deberán impartir las asignaturas troncales en los colegios de la ciudad, porcentajes mínimos de docencia en valenciano, así como dar más o menos soportes a los proyectos lingüísticos que se defienden en algunos centros educativos. Es más, tal como apunta este mismo diario “La Conselleria de Educación que dirige José Antonio Rovira ha realizado una modificación de la Ley de Plurilingüismo a través de la Ley de Acompañamiento de 2024 para eximir a las zonas castellanohablantes de la Comunitat de la enseñanza en valenciano a partir del próximo curso escolar”. Fíjense si tiene implicaciones la susodicha votación.

Las últimas encuestas realizadas por la Conselleria demuestran que en la ciudad de Alicante el predominio de la lengua castellana sobre la valenciana es de siete a uno. También está demostrado lo que dificulta estudiar asignaturas de cierta complejidad en una lengua que no es la tuya.  Lo único que les queda a los detractores de ese cambio es la tradición histórica y las eternas referencias a la persecución malévola que, según algunos, hizo Franco del valenciano. Yo no vivía en Alicante en aquellos tiempos, pero sí en Alcoy, donde se utilizaba habitualmente el valenciano y no se notaba esa persecución. De hecho, recuerdo asistir con mis padres a sainetes representados en valenciano, en locales abiertos y nada ocultos como si fuesen bares durante la ley seca. Uno de esos sainetes del gran autor Armando Santacreu se titulaba “em vieg negre pa eixir de negre”. Dicho libro seguro que no se hubiese prohibido por Franco, pero lo hubiese tenido difícil hoy en día con los complejos progres de la actualidad.

Mas allá de mitos históricos, hay que preocuparse por el presente y futuro de nuestra educación. Por eso es importante saber cuál es el posicionamiento real de los concejales del Partido Popular en Alicante. El cartero ha vuelto a llamar a la puerta y vamos a poder comprobar es si cambiarán de opinión y votarán con los socialistas, independentistas y comunistas, o si están por la defensa del castellano y la libertad de elección de lengua vehicular en la escuela.

Nunca verás California José María

Nunca verás California José María

(Publicado en el Español el 2 de octubre de 2022)

Sin duda alguna, uno de los personajes más simpáticos de la película “Murieron con las botas puestas” era California Joe. Un personaje peculiar, que hacía de explorador del séptimo de caballería del General Custer. Al principio de la película, comenta que su nombre se debe a que su deseo era ir a California cuando acabaran las guerras contra los indios. Nunca verá cumplido su deseo, ya que muere con las botas puestas junto a Custer. Sus últimas palabras son “General, ya nunca podré ir a California”.

No se porqué me acordé del personaje de California Joe cuando en mi última conversación con Jose María Hernández Mata, me decía que temía morir sin ver cumplido su deseo de ver el desarrollo del parque central, que tanta vida podía dar a su barrio y a la ciudad de Alicante.

A Jose María era muy difícil no quererlo por su indudable empeño en la defensa de los intereses de los vecinos de Alicante. Yo lo conocí en mi etapa de concejal del ayuntamiento de Alicante. Tras una primera impresión errónea, pude comprobar que era una persona muy preparada y totalmente volcada en el movimiento vecinal. Trabajador incansable, perseguidor implacable de todos los que podíamos hacer algo con respecto a algunas actuaciones en Alicante, fundamentalmente la del parque central que se podía construir tras el soterramiento de las vías.

Reuniones el ayuntamiento con todos y cada uno de los partidos políticos, con Adif, con Renfe, con divertidas estrategias de ver quien iba a proponer cada cosa o acción a realizar. Siempre con planos de lo que podía ser el parque, que creo dibujaba él, bien pensados y con todo detalle, incluyendo carreteras, cruces, zonas verdes y todo lo que era necesario.

En ese sentido yo le apoyaba todo lo que podía. Siempre le comentaba la envidia que tenía del antiguo cauce del Turia de Valencia, y que cada vez que paseaba por él pensaba que podíamos tener algo así en Alicante.

Compartí con él prácticamente toda la manifestación que se realizó en Alicante por la construcción del parque central hace un año. Hablamos de todo un poco y me sorprendió verle alejados de los puestos principales. De hecho, me molestó que un vecino que sostenía una pancarta, probablemente por primera vez, se dirigiera a José María y le tratara de explicar que el objetivo de la manifestación era reivindicar la construcción de un parque. Jose María le respondió algo así como “si, algo se de eso”. 

Aquel vecino a lo mejor no sabría que posiblemente José María era la persona de Alicante que mas empeño y horas había puesto para que ese parque fuese realidad algún día. Con su muerte, mi reflexión vuelve a centrarse en por qué en Alicante las cosas tardan tanto en construirse, en desarrollarse. A lo mejor deberíamos tener en los gobiernos más Jose Marías tomando decisiones, en vez de otras personas que parecen dilatarlas para evitarse trabajar, o que son incapaces de construir algo.

Jose María Hernández Mata da el nombre de una calle de Alicante, seguro que será imposible no recordarlo cuando la cruce. Espero poder ver construido ese parque central en Alicante, también deseo poder pasear por él y cuando lo haga, yo al menos pensaré que en gran parte de poder hacerlo es gracias a él. José María nunca verás California, pero no se te podrá olvidar fácilmente.

Descansa en Paz José Maria.

Braveheart o el transfuguismo a la alicantina

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Uno de los momentos culminantes de la película Braveheart ocurre cuando éste se enfrenta en una gran batalla al malvado (según la película) rey inglés Eduardo I. Todo parecía ir según los planes que el escoces Braveheart había realizado para obtener una importante victoria.  La victoria se frustra cuando dos de los nobles escoceses le traicionan al abandonar el campo de batalla. La siguiente escena se focaliza en el rey inglés comentando a uno de sus soldados lo barato que le había sido comprar la traición de los dos nobles. Puedes verlo pinchando aquí.

Mucho más lejos en el tiempo y en el espacio, en el Ayuntamiento de Alicante hemos vuelto a vivir el enésimo y vergonzante espectáculo al que nos tiene ya acostumbrados el equipo de gobierno. Los dos tránsfugas han facilitado que se aprobara el presupuesto del tripartito y de la noche a la mañana ya se han transmutado para ellos de “tránsfugas” a “no adscritos”. El mismo camino que siguió el concejal Sepulcre en la Diputación cuando también decidió apoyar el presupuesto, del Partido Popular en este caso, allí.

La hemeroteca reciente es terrible. Mientras el Partido Popular gobierna la Diputación con el apoyo de un tránsfuga y es criticado por Compromís por ello, ahora en Alicante es el tripartito es el que se apoya en dos mientras es criticado por el Partido Popular.

El otro de los dos tránsfugas es la concejala Belmonte, a la que criticaban ferozmente los miembros del tripartito hace escasos días, incluso parece que, con amenazas físicas. Ahora sólo falta que en la nueva reestructuración de los nombres de las calles le den uno a ella.

La ciudad de Alicante es testigo del escaso compromiso que tienen Partido Popular, Partido Socialista, Compromís y Guanyar Podemos con la regeneración democrática. Todos ellos se apoyan en tránsfugas, por mucho que se empeñen en llamarles no adscritos. La tentación es muy fuerte y todo les vale con mantener su poder, sus sueldos, sus asesores. Los tránsfugas, en la mayoría de los casos personas sin oficio ni beneficio al que les tocó la lotería de estar en unas listas electorales favorecidas por la fortuna aritmética de los resultados electorales, son presa fácil.  

Acabar con el transfuguismo es muy sencillo, se puede vincular el acta al partido, o que las listas sean abiertas o incluso que haya doble vuelta en las elecciones en los que ninguno obtenga mayoría absoluta. Nadie parece querer modificar el modelo. Pero si no quieren hacerlo, yo ya solo pido que se quiten la careta los unos y otros y no insulten la inteligencia de los ciudadanos de a pie. Le definición de lo que es un tránsfuga es muy clara y por mucho que quieran llamarlos “no adscritos” no por ello Sepulcre y Belmonte se van a convertir en Adenahuer y Margaret Thatcher.

No creo que a para que cambiaran su voto estos dos les hayan dado posesiones en Inglaterra, como hacía el rey Eduardo, pero dado su historial reciente de facturas de coches privados con cargo a los público y proyectos a amigos me temo lo peor.

La última victoria de la División Azul

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(Presentado en el programa de radio UA el Corsario Digital, el 13/03/2017)

Las chapuzas del tripartito han conducido a un suceso que nadie, ni siquiera las más imaginativas películas de Berlanga, podían imaginar. Casi setenta y cinco años después de la famosa batalla de Krasni Bor, en Alicante se ha cambiado el nombre de una plaza y se le ha vuelto a colocar la placa con el nombre de la División Azul. En Krasni Bor apenas 5.900 soldados españoles de la División Azul con armamento ligero, mantuvieron a raya a 44.000 soldados soviéticos apoyados por gran cantidad de artillería y tanques. Aquello quedó como una gesta para muchos, como algo casi imposible.

No obstante, lo que ocurrió el viernes en Alicante tenía muchas menos probabilidades de suceder que lo que pasó en Krasni Bor. Ese día, el tripartito, con destacadas personalidades de Compromís al frente, montó una protesta, imagino a que a sí mismos, que acabó con la orden, dada por ellos, de que se colocara de forma visible en Alicante una placa en honor a la División Azul.

Desgraciadamente, un barrio olvidado por los sucesivos equipos de gobierno, con serios problemas de deterioro y muy necesitado de actuaciones de rehabilitación y dotación de infraestructuras, solo ocupa las mentes de estos concejales del tripartito por la polémica del nombre que se da a su plaza más emblemática.

Los alicantinos no dejamos de asombrarnos por la capacidad del tripartito de cometer error tras error, sobre todo en las áreas que competen a los concejales de Guanyar y Compromís. El alcalde Gabriel Echavarri tuvo que tragarse el sapo de la orden judicial al respecto, y apenas pudo decir que “Las cosas no se habían hecho bien”.

No, no se ha hecho bien. Tampoco lo hizo el Partido Popular cuando tuvo mando en plaza. La sociedad española en general y la alicantina en particular no es franquista. De hecho, Franco parece sólo sobrevivir en las mentes de los que no saben construir y sólo saben luchar contra algo.

El cambio de nombre de calles es una molestia que yo considero necesaria en algunos casos, cuando las personas a las que se han dado el nombre de las mismas no las merecen. La ley de Memoria Histórica, sin ser un prodigio de exactitud, sí que fijaba claramente algunas calles cuyos nombres se deberían sustituir. En otros casos podría quedar más difuso y el resto de los planteados por el tripartito, directamente ni los referencia.

El tripartito tenía cuatro años para abordar este tema. Lo podría haber realizado con asesoramiento de expertos y con consenso en una gran parte de las calles afectadas. Prefirió el decreto en vez del dictamen del pleno, las prisas al bien hacer.  Incluso tuvimos que sorprendernos e indignarnos al ver las placas con faltas de ortografía o como se dedicaban calles a alicantinas de renombre, como el caso de la gimnasta Estela Giménez, y se les olvidaba invitarlas a la inauguración.

Tanta incompetencia fue presa fácil de la oposición. Recurso, auto judicial y a desandar el camino andado. En vez de asumir el error, muchos de los concejales del tripartito empezaron a calificar de franquista hasta el apuntador. Da igual, la historia ha acabado con la concejala de Compromís, María José Espuig, llorando como incompetente lo que no supo gestionar como diligente y haciendo referencia al No-Do (algo que la mayoría de jóvenes ya no sabe qué es lo que es). 

Paradojas de la vida, los últimos divisionarios que volvieron de Rusia, fueron prácticamente ocultados e ignorados por el régimen franquista. Curiosamente ha sido el tripartito el que les ha rendido un pequeño homenaje a regañadientes volviéndoles a dar su nombre a una de las plazas emblemáticas de la ciudad. Quizás, esta historia más que berlanganiana (por cierto, Berlanga fue uno de los miembros de la División Azul), parece una película de Ozores. No puedo dejar de imaginar al alcalde pensando en sus compañeros de gobierno con la frase “Cáspita vaya tropa”.

Eres más vago que el tripartito

El Negre Lloma no trabaja por más que le pinchen

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(Publicado en el diario la verdad el día 24/12/2016)

“Estàs més brut que el Negre Lloma” y “És mes gos que el Negre Lloma” son dos de los dichos más conocidos sobre un popular personaje al que el Tripartito le ha dedicado una calle, muy céntrica y cercana al Ayuntamiento de Alicante.  Si no conoce la traducción al castellano de los mismos, a medio plazo debería preocuparse si vive en esta Comunidad dada la deriva catalano-valencianista del gobierno del Consell.  A efectos de este artículo no debe preocuparse ya que lo hago yo encantado. Los dichos vienen a decir “Estás más sucio que el Negro Lloma” y “Es más vago que el Negro Lloma”.

El tal “Negre Lloma” fue un marinero estadounidense de un barco que se incendió en el puerto de Alicante. Mientras el resto de la tripulación fue progresivamente repatriada, el Negre Lloma prefirió quedarse a disfrutar de las bondades del clima alicantino.

En el seminario de la época “El tío Cuc” escribían de él que “Era un hombre con talento ya que no trabaja por más que le pinchen” o que solía gritar a las chicas con las que se cruzaba “¡Mujer estás para comerte!”.

Esta frase dicha por cualquiera indignaría a la concejala responsable de la Memoria Histórica, Maria José Espuig, pero dicha por el Negre Lloma parece que suena a piropo elegante. Así, que por ello o por su capacidad de trabajo, el Tripartito decidió darle su nombre a una calle, siendo la segunda cuyo nombre se ha cambiado por la interpretación del Tripartito de la ley de la Memoria Histórica.

La tercera calle cambiada tiene también su aquel. En vez de dársela e a José Coloma, se la dan al nombre de la revista que fundó y dirigió durante mucho tiempo “El Tio Cuc”. Es como si en vez de darle una calle al genial Ibáñez se la dieran a Mortadelo o a Filemón. En esta línea, si se quisiera dar el nombre a una calle en honor al actual equipo de gobierno, se le podría llamar “Pepe Gotera y Otilio”, por lo de las chapuzas a domicilio.

Por supuesto no hay nada que discutir sobre los nombres de las calles que han sido sustituidas, militares tan sólo conocidos por haber formado parte del alzamiento.

Si estas dos calles fueron la segunda y la tercera, la primera se dio en recuerdo a las primeras 27 diputadas de las cortes de nuestra actual democracia. Nombre en teoría sin afán revanchista, de quitar a unos para poner a otros, si no fuera porque la concejala Espuig rápidamente destacó que una de las 27 fue la comunista Dolores Ibarruri, alias La Pasionaria. Parece que tras un discurso del Diputado Calvo Sotelo, Ibarruri le dijo que aquel discurso sería el último. Días después, Calvo Sotelo, fue asesinado.  Así, el Tripartito ha decidido quitar el nombre de la plaza que recuerda a Calvo Sotelo y reivindicar la figura de La Pasionaria. Vamos que el afán de revanchismo vuelve ochenta años después.

Solo me queda felicitarles la Navidad y desear que el Tripartito recupere las ansias de participación ciudadana que ha olvidado en temas como este.

Semana Santa, esa gran oportunidad

Mientras ciudades competencia de Alicante refuerzan su programación cultural de museos durante la Semana Santa y los promocionan conjuntamente, en Alicante se cierran algunos centros.”

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(Publicado en el  Diario La Verdad el 27/03/2016)

Debió ser una de las primeras veces en las que el Alcalde de Alicante miraba al cielo pidiendo  al Santo Job algo de paciencia. Allí estaban los concejales de Guanyar (la marca alicantina de Podemos en Alicante) pidiendo que eliminara la tradición que la Banda de Música Municipal participara en la procesión del Viernes Santo. El alcalde sorteó hábilmente la absurda petición, consiguiendo  que los de Guanyar se conformaran con que la banda de música no tocara en los festejos taurinos.

Era curioso que un grupo político que apenas había tenido iniciativas en los primeros meses tuviese tan claro ese “odio visceral” por lo religioso. No es extraño, hace pocos días uno de los Consellers actuales escribía sobre si la Semana Santa podía gustar a la gente de izquierdas. No dejo de sorprenderme que en pleno siglo XXI con más años de democracia que la dictadura que le precedió, se siga tratando de encasillar a unos y otros en determinados espacios en función de su ideología política.  Yo personalmente, ni me puedo imaginar a cualquiera de los concejales del Partido Popular pilotando los aviones que bombardearon el Mercado Central de Alicante en el 38, ni tampoco a los del Tripartito quemando iglesias ni fusilando religiosos.

El pasado es el que fue.  Aunque no nos pongamos de acuerdo con lo que pasó, hemos de asumir que ha existido y que lo que importa es trabajar por el futuro. La Semana Santa es un auténtico acontecimiento.  Tiene el colectivo festero más numeroso en la ciudad de Alicante, con cerca de 9.000 cofrades. Algunos serán de izquierdas, otros del Atlético de Madrid, a otros les gustará las películas de Arnold Schwarzenegger y muchos leerán a Rosalía de Castro.

 

La Semana Santa está por encima de todas estas cosas, conformando una devoción y tradición cultural arraigada que crece día a día. Así, lo que es exigible al gobierno municipal es cierto pragmatismo a la hora de gestionar eventos tan importantes como éste, que sumado a nuestro clima y lo azul de nuestras playas puede generar un atractivo turístico indudable.

Parece demasiado pedir, mientras ciudades competencia de Alicante refuerzan su programación cultural de museos durante la Semana Santa y los promocionan conjuntamente, en Alicante se cierran algunos centros y los demás continúan su programación como si no supieran que miles de personas van a venir. También olvidan que a poco que lo gestiones bien, van a repetir sin duda alguna.  Pero claro, el concejal de cultura es de Guanyar, y una cosa es que acepte a regañadientes lo de la banda de música, pero reforzar la programación cultural en Semana Santa podría hacer que los huesos de Lenin se retorcieran en la tumba.

 

Podemos y el Escuadrón Suicida

“Cuando ya parece que han sido capaces de llegar al límite total del ridículo, sorprendentemente hacen otra “metida de pata” que empequeñece a la anterior”

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(Publicado en el Diario La Verdad el 20/03/2016)

El pobre Brian  acaba de ser crucificado por los romanos. Cuando nada parece que va a salvarle de su cruel destino, aparecen en la lejanía un grupo de soldados. Son el “escuadrón suicida” ante el que los soldados romanos huyen. Brian respira aliviado por su salvación. Pero, aterrorizado comprueba que el escuadrón hace “honor” a su nombre y todos sus componentes se suicidan delante de él.  Es una de las escenas de una película divertidamente absurda y muy recomendable como es “La vida de Brian”.

Vino a mi mente esta escena de la película al comprobar día a día la deriva de un equipo de gobierno que ya no es equipo ni gobierna en Alicante. Cuando ya parece que han sido capaces de llegar al límite total del ridículo, sorprendentemente hacen otra “metida de pata” que empequeñece a la anterior.

 

El alcalde se enredó él sólo en el tema de la apertura de los comercios en los domingos, provocando que a lo mejor la ciudad tenga que hacer frente a demandas muy importantes. Las concejales de Guanyar se liaron con la expulsión sin previo aviso de asociaciones del local que ocupaban o con sus salidas de tono sobre las juntas de gobierno populares en los prostíbulos.   Por otro lado, los de Compromís aparecen siempre de perfil, solo tirando alguna que otra “puyita” a sus socios para provocar su desgaste.

Mientras tanto los alicantinos seguían como Brian, crucificados esperando esa tranquilidad y honrada gestión que el tripartito prometía. “Afortunadamente”, llegaron los del escuadrón inmaculado de Podemos, rezumando lecciones de honestidad, por supuesto mirando a sus compañeros de gobierno con evidente  desprecio, a los que calificaban como “casta” o “los comunistas de siempre”. Pero,  en nueve meses el escuadrón parece que se ha suicidado ante los ojos atónitos de todos, cuando se ha descubierto que eso de dar contrato a los amigos que montan apresuradamente empresas para recibirlos no es cuestión solo de la “casta”. Que eso de vender informes y páginas web muy por encima de su valor no es exclusivo del caso Noos. Y que por supuesto que cuando te pillan con el carrito del helado no es necesario suspender ningunas vacaciones para dar explicaciones a los sorprendidos ciudadanos.

Y lo peor es que ya no hay reacción, las reiteradas amenazas incumplidas del alcalde ya no se las cree nadie. El prestigio de muchos de los concejales del tripartito en su lucha contra la corrupción se ha perdido, cuando se ha visualizado su silencio ante casos contra los que hace un año hubiesen bramado lágrimas de fuego.

Pero,  no hay que perder el optimismo, como se dice, no hay mal que cien años dure, aunque tampoco existe nadie que los pueda aguantar.

 

 

 

Las contratas y el dedo de Stalin

“Pavón ha puesto el dedo en el mapa antes de llamar al cartógrafo y sigue con su propuesta. Ignoro si Echavarri tragará o le hará quitar el dedo”.

(Publicado en el diario la Verdad el 13/03/2016)

Las negociaciones de paz tras la guerra de 1939 entre la antigua Unión Soviética y Finlandia se estaban alargando enormemente por la disputa de la ciudad finlandesa de Enso. Dado el poco éxito de los soviéticos en la guerra parecía razonable que la ciudad siguiera en manos finlandesas. Por fin, Stalin, el dictador soviético,  pareció asumir las tesis que así lo defendían e hizo llamar a los cartógrafos oficiales ante la sonrisa de los representantes finlandeses. Cuando el delineante inició el trazado de las fronteras, Josef Stalin colocó su dedo justo encima de la ciudad objeto de la disputa. Es muy probable que al delineante le temblará todo, dado como las gastaba Josef,  y no se atrevió a decir nada.  Así que se limitó a dibujar las fronteras con su lápiz girando alrededor del dedo del dictador.

En el Alicante de nuestros días otra disputa (y ya van…) parece perturbar la paz del tripartito:  la municipalización de las contratas. Los socios de gobierno del alcalde Echavarri lo llevaban como la solución estrella de los problemas económicos del Ayuntamiento. Guanyar y Compromís bramaban contra el beneficio industrial de los empresarios y aseguraban que el ahorro  iba a ser enorme si las  gestionaban directamente.

Si alguien leyera las condiciones de los trabajadores de las contratas y de los funcionarios, y se dedicara a hacer las estimaciones correspondientes se hubiese dado cuenta de la poca rentabilidad de la acción. Ni suponían ahorro e incluso podrían resultar muy gravosas para las arcas municipales. Además, las limitaciones que impone el rescate, no facilitan la incorporación de más personal, ni tampoco parece tan sencilla la subrogación del personal existente para no incumplir las normas de acceso al empleo público.

Una gestión eficaz de las contratas se basa fundamentalmente en tres  aspectos. El primero, definir un pliego ajustado a las necesidades. El segundo, favorecer la libre competencia entre las empresas para conseguir el mejor servicio al menor precio. Y por último, realizar un seguimiento exhaustivo del cumplimiento del pliego.

El Partido Popular no los cumplió en la pasada legislatura, donde ni se favoreció la competencia, ni la igualdad de oportunidades ni se hizo el adecuado seguimiento de las contratas.  Resultado, pagamos un  alto precio por un mal servicio.

El tripartito está bloqueado, cuando parecía que se asumiría seguir con las contratas dados los demoledores informes de los técnicos municipales, Pavón ha puesto el dedo en el mapa antes de llamar al cartógrafo y sigue con su propuesta. Ignoro si Echavarri tragará o le hará quitar el dedo.

Por cierto, se desconoce la historia del mapa finlandés es cierta o no, pero lo que sí es evidente que aquella zona de frontera tiene forma de dedo.

 

 

Tripartito y Reconquista

El alcalde parece haberse dado cuenta del error, aunque sus socios de gobierno parecen seguir viviendo en la economía del trueque.

(Publicado en el Diario La Verdad el 28/02/16)

 

No le acusó de celebrar sus juntas de gobierno en algún club de alterne de Al-Andalus, sino que fue mucho peor lo que el rey Alfonso VIII le dijo al califa Abū Yūsuf en plena reconquista. Al rey castellano no se le ocurrió otra cosa que decirle al Califa que “le retaba a que mandase sus tropas a batirse en España o le facilitase navíos para que los cristianos pudiesen embarcar y derrotarle en África”. Esto sumado a que el arzobispo de Toledo había atacado en plena tregua las ciudades de Córdoba y Jaén inició un momento conflictivo en la España de 1194. El rey castellano no había medido sus acciones, ya que todavía no había podido construir las murallas en los territorios recientemente conquistados. El “tripartito de entonces”  formado por los reyes de Castilla, León y Navarra tuvieron que intentaron frenar la invasión musulmana que se produjo tras los hechos.

Ignoro si la desconfianza es algo inherente a los tripartitos, el caso es que por unas cosas u otras el rey castellano tuvo que enfrentarse sólo con su ejército a unas fuerzas superiores que lo derrotaron en Alarcos y detuvieron la reconquista durante muchos años.

Dirigir una ciudad tan grande como Alicante en un entorno económico complicado es difícil. Por eso lo razonable es que el equipo de gobierno trate de solucionar los problemas importantes de la ciudad y planifique acciones a corto, medio y largo plazo que incrementen la calidad de vida de los ciudadanos. Además hay un dicho y es el de “No toques las cosas que funcionan hasta que tengas finalizada una alternativa mejor”.. Por eso es incomprensible la cruzada que una parte del tripartito lanzó contra la apertura en domingo de la calle Maissonave, para un mes después exigir la libertad horaria de toda la ciudad. Han conseguido convertir una situación razonablemente asumida en un auténtico caos y cruce de declaraciones que van a ser difícilmente reconducibles.

Alicante se había convertido en el centro comercial de la provincia y en vez de potenciarlo y ampliar la zona de influencia para conseguir más beneficio en zonas adyacentes, se ha limitado inexplicablemente. Sólo cuando otras ciudades han iniciado acciones para abrir los domingos, el alcalde parece haberse dado cuenta del error, aunque sus socios de gobierno parecen seguir viviendo en la economía del trueque.

Se ha generado un problema donde no lo había. Lo razonable ahora es reconducir la situación más pronto que tarde. Podrían tomar ejemplo del mismo rey castellano Alfonso VIII que recondujo el “tripartito” junto con los reyes de Aragón y Navarra, Así, pocos años después del desastre de Alarcos, lograron la gran victoria de las Navas de Tolosa que supuso el inicio del fin de la presencia musulmana en la Península Ibérica.

 

Por un puñado de Euros

Por un puñado de Euros

«La mayoría de propuestas que acordaron en unos días de vino y rosas parecen definitivamente olvidadas, superadas por cierta incompetencia o al menos incapacidad por cumplir los objetivos previstos»

(Publicado en el Diario La Verdad el 21/02/2016)

 

Creo que la primera vez que vi en el cine al gran Clint Eastwood fue en la película “Por un puñado de dólares”. Enfundado en un poncho mejicano, con  la inolvidable música de Ennio Morricone al fondo, hacía y deshacía entuertos de una forma muy peculiar.  Era una época en la que veíamos westerns los sábados por la tarde  en la televisión y los “spaguetti western” en las sesiones dobles de cine de domingo.  Era curioso comparar los héroes de las películas. Los de los sábados, casi inmaculados e invencibles, con los más ambiguos y en ocasiones, algo canallas de los domingos.  Mientras los primeros se movían por un altruismo admirable,  los segundos preferían el dinero.  No eran lo mismo los James Stewart o Alan Ladd que Clint Eastwood o Lee Van Cleef.

Obviamente Alicante no es el lejano Oeste, pero como me decía un buen ciudadano “parece que algunos concejales se mueven sólo por un puñado de euros”.  El tripartito ha escenificado su primer gran duelo, tras una serie de pequeñas escaramuzas y la escenificación de “comerse el turrón”.  Desgraciadamente para Alicante, la mayoría de propuestas que acordaron en unos días de vino y rosas parecen definitivamente olvidadas, superadas por cierta incompetencia o al menos incapacidad por cumplir los objetivos previstos. La desconfianza y la envidia  han llegado a los equipos de gobierno, ya que cada uno de los miembros de los tripartitos tampoco parece desear que sus compañeros lo hagan demasiado bien o se pongan muchas medallas.

Todo ha estallado cuando los socios de los socialistas, Pavón, de la marca blanca de Podemos, y Bellido, de Compromís, trataron, además de gestionar sus propias competencias, fiscalizar y/o criticar públicamente las que llevaban los socialistas.

En un arranque de sentido común, el alcalde por fin ha avisado a sus socios que si no están de acuerdo con el pacto que se vayan. Pero, cuando todo parecía que iba a volar por los aires, más de uno parece haberse dado cuenta que en la calle hace frío, que muchos no tienen trabajo al que acudir en el momento en el que abandonen la política, y que “los puñados de dólares” son necesarios para pagar los alquileres,  colegios, comida  y tantas cosas más.

Y ahí es cuando desaparecen los grandes “objetivos comunes” y se desvanece  la figura de Alan Ladd en la lejanía de las llanuras y aparece Sergio Leone rodando su trilogía del dólar, digo del euro.

 

 

 

Const y Tución

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(Publicado en ABC el 8/12/2015)

No pude votar por la Constitución el día 6 de diciembre de 1978, pero sí que puede escuchar a mis padres conversando sobre la conveniencia de apoyarla. Con sus aciertos y errores, con las cosas que se podían haber hecho mejor, pero sin duda también muchísimas más peor, nos ha permitido tener algo que nos une a todos los españoles. Es curioso,  los americanos hablan orgullosos de su Constitución,  no existía Internet cuando la escribieron (aspecto que parece fundamental para el líder socialista Pedro Sánchez) pero la respetan por todo lo que supone. Mientras tanto, en España la ponemos en duda cada dos por tres.

Yo me limito a citar un dicho utilizado en arquitectura, “No derribes un edificio si no vas a construir otro mejor en su lugar”. Considero además que en 1978 nos pusimos de acuerdo en lo realmente importante.

Curiosamente, el mismo día 6 de Diciembre se celebra el día del patrón de la ciudad de Alicante, San Nicolás, y se conmemora la reconquista de la ciudad por parte del Rey Alfonso el Sabio en 1244. Así, es un día en el que cabe mirar hacia nuestro pasado y recordar cómo se construyeron los cimientos de nuestro presente más allá de todo partidismo.

No fue así.  Quizá debido a los nervios por la cercanía de la convocatoria electoral,  en vez de celebrar en Alicante un acto institucional en la que participaran todas las fuerzas se organizó todo lo contrario. Mientras el Consell de Ximo Puig celebraba  la “Cons” en el Castillo de Santa Bárbara, la Diputación de Cesar Sánchez hacía lo propio con  la “Tución” en su palacio.

No hubo unidad, los unos y los otros se repartieron en función de sus preferencias. El alcalde feliz, se evitaba ir a la procesión, contraprogramada  por el acto del Consell, y así no molestaba a su vicealcalde. Una pena, ya que el Ayuntamiento es parte importante del acto.

Resumiendo, en el día que tocaba honrar a lo que nos une, tuvimos fractura y falta de respeto. Y es que cuando algunos dirigentes políticos quieren, rozamos el esperpento con enorme facilidad.

Gobernar tras las pancartas

 

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(Publicado en ABC el 1/12/2015)

En una habitual manifestación contra la planta de tratamiento de residuos de Fontcalent acudieron unos representantes de la formación Podemos con su pancarta. Uno de los vecinos les preguntó que si ahora que estaban en el gobierno de Alicante iban a hacer algo más allá del apoyo con la pancarta. No hubo respuesta,  y no la pueden dar porque no la tienen.

Es relativamente sencillo protestar e indicar con que acciones de gobierno no estás de acuerdo, pero es muy complicado gestionar en un mundo real con restricciones presupuestarias,  legislación vigente  y con intereses muchas veces  contrapuestos que no se pueden solucionar con la espada del rey Salomón.

Cuando uno está tras la pancarta, parece que la administración pública dispone de “la bolsa de Judas” con monedas de oro ilimitadas.  Así es muy fácil hacer presupuestos, pero cuando estás en el gobierno planteas presupuestos continuistas tal como ha hecho el tripartito en Alicante.  En la oposición es fácil pedir la reapertura de Canal 9, pero si gobiernas y tienes que decidir a qué servicio básico has de renunciar, ya no lo ves tan claro.

Cuando estás en la oposición es fácil ponerte camisetas denunciando la corrupción, pero cuesta mucho más defender subvenciones oscuras (o al menos vergonzantes) cuando formas parte del gobierno que las propone, y si no, que se lo digan a Mónica Oltra.

La última en Alicante ha sido un enfrentamiento a propósito de la descarga de graneles en el puerto de Alicante. El alcalde socialista llamó mentirosos a sus socios del tripartito por decir que precisaban de licencia ambiental. No ha habido respuesta de estos a la provocación. Parece que  la comodidad del  gobierno, los grandes despachos y asesores, el sueldo a fin de mes para gente sin oficio ni beneficio conocido, hace, que más que gestionar eficazmente, se conformen en dejar pasar el tiempo y siempre que puedan, coger la pancarta y gritar proclamas con rima consonante, que de eso saben un rato.  Personalmente, a la hora de gobernar yo prefiero prosa eficaz.