Las contratas y el dedo de Stalin

“Pavón ha puesto el dedo en el mapa antes de llamar al cartógrafo y sigue con su propuesta. Ignoro si Echavarri tragará o le hará quitar el dedo”.

(Publicado en el diario la Verdad el 13/03/2016)

Las negociaciones de paz tras la guerra de 1939 entre la antigua Unión Soviética y Finlandia se estaban alargando enormemente por la disputa de la ciudad finlandesa de Enso. Dado el poco éxito de los soviéticos en la guerra parecía razonable que la ciudad siguiera en manos finlandesas. Por fin, Stalin, el dictador soviético,  pareció asumir las tesis que así lo defendían e hizo llamar a los cartógrafos oficiales ante la sonrisa de los representantes finlandeses. Cuando el delineante inició el trazado de las fronteras, Josef Stalin colocó su dedo justo encima de la ciudad objeto de la disputa. Es muy probable que al delineante le temblará todo, dado como las gastaba Josef,  y no se atrevió a decir nada.  Así que se limitó a dibujar las fronteras con su lápiz girando alrededor del dedo del dictador.

En el Alicante de nuestros días otra disputa (y ya van…) parece perturbar la paz del tripartito:  la municipalización de las contratas. Los socios de gobierno del alcalde Echavarri lo llevaban como la solución estrella de los problemas económicos del Ayuntamiento. Guanyar y Compromís bramaban contra el beneficio industrial de los empresarios y aseguraban que el ahorro  iba a ser enorme si las  gestionaban directamente.

Si alguien leyera las condiciones de los trabajadores de las contratas y de los funcionarios, y se dedicara a hacer las estimaciones correspondientes se hubiese dado cuenta de la poca rentabilidad de la acción. Ni suponían ahorro e incluso podrían resultar muy gravosas para las arcas municipales. Además, las limitaciones que impone el rescate, no facilitan la incorporación de más personal, ni tampoco parece tan sencilla la subrogación del personal existente para no incumplir las normas de acceso al empleo público.

Una gestión eficaz de las contratas se basa fundamentalmente en tres  aspectos. El primero, definir un pliego ajustado a las necesidades. El segundo, favorecer la libre competencia entre las empresas para conseguir el mejor servicio al menor precio. Y por último, realizar un seguimiento exhaustivo del cumplimiento del pliego.

El Partido Popular no los cumplió en la pasada legislatura, donde ni se favoreció la competencia, ni la igualdad de oportunidades ni se hizo el adecuado seguimiento de las contratas.  Resultado, pagamos un  alto precio por un mal servicio.

El tripartito está bloqueado, cuando parecía que se asumiría seguir con las contratas dados los demoledores informes de los técnicos municipales, Pavón ha puesto el dedo en el mapa antes de llamar al cartógrafo y sigue con su propuesta. Ignoro si Echavarri tragará o le hará quitar el dedo.

Por cierto, se desconoce la historia del mapa finlandés es cierta o no, pero lo que sí es evidente que aquella zona de frontera tiene forma de dedo.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *