Eres más vago que el tripartito

El Negre Lloma no trabaja por más que le pinchen

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(Publicado en el diario la verdad el día 24/12/2016)

“Estàs més brut que el Negre Lloma” y “És mes gos que el Negre Lloma” son dos de los dichos más conocidos sobre un popular personaje al que el Tripartito le ha dedicado una calle, muy céntrica y cercana al Ayuntamiento de Alicante.  Si no conoce la traducción al castellano de los mismos, a medio plazo debería preocuparse si vive en esta Comunidad dada la deriva catalano-valencianista del gobierno del Consell.  A efectos de este artículo no debe preocuparse ya que lo hago yo encantado. Los dichos vienen a decir “Estás más sucio que el Negro Lloma” y “Es más vago que el Negro Lloma”.

El tal “Negre Lloma” fue un marinero estadounidense de un barco que se incendió en el puerto de Alicante. Mientras el resto de la tripulación fue progresivamente repatriada, el Negre Lloma prefirió quedarse a disfrutar de las bondades del clima alicantino.

En el seminario de la época “El tío Cuc” escribían de él que “Era un hombre con talento ya que no trabaja por más que le pinchen” o que solía gritar a las chicas con las que se cruzaba “¡Mujer estás para comerte!”.

Esta frase dicha por cualquiera indignaría a la concejala responsable de la Memoria Histórica, Maria José Espuig, pero dicha por el Negre Lloma parece que suena a piropo elegante. Así, que por ello o por su capacidad de trabajo, el Tripartito decidió darle su nombre a una calle, siendo la segunda cuyo nombre se ha cambiado por la interpretación del Tripartito de la ley de la Memoria Histórica.

La tercera calle cambiada tiene también su aquel. En vez de dársela e a José Coloma, se la dan al nombre de la revista que fundó y dirigió durante mucho tiempo “El Tio Cuc”. Es como si en vez de darle una calle al genial Ibáñez se la dieran a Mortadelo o a Filemón. En esta línea, si se quisiera dar el nombre a una calle en honor al actual equipo de gobierno, se le podría llamar “Pepe Gotera y Otilio”, por lo de las chapuzas a domicilio.

Por supuesto no hay nada que discutir sobre los nombres de las calles que han sido sustituidas, militares tan sólo conocidos por haber formado parte del alzamiento.

Si estas dos calles fueron la segunda y la tercera, la primera se dio en recuerdo a las primeras 27 diputadas de las cortes de nuestra actual democracia. Nombre en teoría sin afán revanchista, de quitar a unos para poner a otros, si no fuera porque la concejala Espuig rápidamente destacó que una de las 27 fue la comunista Dolores Ibarruri, alias La Pasionaria. Parece que tras un discurso del Diputado Calvo Sotelo, Ibarruri le dijo que aquel discurso sería el último. Días después, Calvo Sotelo, fue asesinado.  Así, el Tripartito ha decidido quitar el nombre de la plaza que recuerda a Calvo Sotelo y reivindicar la figura de La Pasionaria. Vamos que el afán de revanchismo vuelve ochenta años después.

Solo me queda felicitarles la Navidad y desear que el Tripartito recupere las ansias de participación ciudadana que ha olvidado en temas como este.

La batalla más estúpida del tripartito

¿Es tan difícil llegar a acuerdos sin enfrentamientos públicos?

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(Publicado en el diario La verdad el 18/12/2016)

A finales del siglo XVIII el imperio austríaco inició una guerra contra el imperio otomano. Jose II de Habsburgo al mando del ejército austríaco al mando se dirigió hacia un lugar llamado Karánsebes. Por precaución, mandó a una avanzadilla formada por húsares. Éstos no encontraron rastro del ejército turco, pero sí a unos zíngaros que les vendieron unos barriles de alcohol a buen precio.

Mientras tanto, José II, preocupado por la tardanza de los húsares, mandó otro grupo de soldados a buscarlos. Estos al encontrar a los húsares completamente borrachos, les reclamaron que compartieran el alcohol con ellos. Al parecer se entabló una batalla entre ambos grupos que se agravó cuando, bajo los efectos del alcohol, confundieron al resto del ejercito austríaco, que se acercaba al oír los disparos, con el ejército turco. Dos días después, los turcos no daban crédito cuando encontraron a 9.000 soldados austríacos muertos en el campo de batalla y ninguno de otra nacionalidad. Aquel incidente se calificó como la batalla más estúpida.

En Alicante hemos tenido estos días un enfrentamiento no tan sangriento como el de Karánsebes, pero al menos bastante estúpido a propósito de la renovación del contrato con “El arca de Noe”, una especie de santuario para animales salvajes que dependía del apoyo económico del Ayuntamiento.

Tras un año y medio de mandato del tripartito sin ninguna incidencia al respecto, apareció Marisol Moreno, concejala de Guanyar, exigiendo el cese de la actividad por los múltiples informes negativos en su contra. En el otro lado, el alcalde socialista Echavarri se posicionaba defendiendo la continuación de la actividad e insinuaba intereses espurios de la concejala y la animaba a dimitir. La tercera pata del tripartito, los de Compromís, expertos en no mojarse ni en la peor de las inundaciones, inicialmente parecieron apostar por una decisión intermedia.

Por fin llega la junta de gobierno donde se debía tomar la decisión, a la que, extrañamente, los concejales de Compromís, que ya habían anunciado su intención final de no apoyar al alcalde, llegan tarde. El alcalde en vez de esperarlos somete a votación la propuesta, que gana con su voto de calidad. Cuando los concejales tardones de Compromís se enteran, exigen una nueva votación que se produce días después, en la que finalmente doblegan la voluntad del alcalde de seguir apoyando al centro.

Una vez más, a pesar de los altos grados de tensión alcanzados, el apego al poder y los sueldos hicieron que el tripartito no se rompiera ante la nueva disputa por un tema que no parecía ser tan vital.

Quizá ustedes se pregunten el porqué este tema sólo aparece al tener que renovar el contrato o porqué los dirigentes del tripartito no pueden debatirlo y llegar a acuerdos sin enfrentamientos públicos tan llamativos.  Yo también me lo preguntó, y al no encontrar respuesta me digo a mí  mismo “Cáspita vaya tropa”.

 

Kennedy, Echavarri, González y Sánchez

Nunca debes temer negociar

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(Publicado en el diario La Verdad el 11/12/2016)

“Compatriotas, no pregunten qué puede hacer su país por ustedes, pregunten qué pueden hacer ustedes por su país”, es una de las frases que John Fitzgerald Kennedy dejó para la posteridad. Fue en enero de 1961, cuando el recién elegido presidente de los Estado Unidos daba su discurso inaugural. Ignoro si Donald Trump en su sesión de investidura llegará de manera tan profunda como lo hizo Kennedy.

Kennedy no olvidó en su discurso al “otro bloque” y dijo “Que nunca negociemos por miedo, pero nunca temamos negociar.” Una frase con todo el simbolismo del mundo en plena Guerra Fría, en el mundo de los dos bloques, capitalismo y comunismo separados por el férreo telón de acero.

La negociación forma parte de nuestra vida desde los inicios, desde las primeras transacciones. En la vida puedes actuar imponiendo tus pensamientos, pero sólo si tienes la suficiente fuerza. Incluso aunque la tengas, puede que te sea más útil convencer que imponer. Conseguir que todos nos sintamos parte de la solución, siempre augura más probabilidades de que ésta sea un éxito.

Estamos a final de año, momento en el que los organismos públicos deben aprobar sus presupuestos. Este proceso además de cuadrar ingresos previstos y proyectos de gastos e inversiones a realzar, puede ser más complicado si no gozas de la mayoría absoluta que te permita confeccionarlos mirándote al espejo. Por obra y gracias de los votantes, esta mayoría absoluta no es tan frecuente como antaño. Es curioso contrastar como los dirigentes afrontan de manera tan diferente el arduo proceso de negociación.

El presidente de la Diputación, Cesar Sánchez, parece que prefirió acabar con sus problemas por la vía rápida. Casualidades de la vida, en cuestión de horas el diputado de un partido se hizo tránsfuga y nadie duda que apoyará la propuesta de los populares.

En Elche, el alcalde Carlos González prefirió negociar con un grupo de la oposición, Ciudadanos. Con el trabajo de unos y otros, con el tiempo y la cintura suficiente el presupuesto salió adelante. Seguro que este consenso permitirá que muchas actuaciones se ejecuten mucho mejor.  Si el alcalde de Alicante, Gabriel Echavarri, hubiese mirado como le fue a su vecino probablemente no hubiese puesto un ultimátum horario encima de la mesa al mismo grupo, Ciudadanos, para conseguir su apoyo. Es gracioso que pretendiera un análisis y apoyo en 48 horas para un documento que tantos meses le costó realizar. Una simple hoja en un presupuesto, puede implicar mucho más de lo que parece inicialmente. Es probable que Echavarri prefiera elegir el modelo Sánchez y trate que alguno de los tránsfugas escuche cantos de sirena y le apoye. Sería llamativo que el trásfuga Sepulcre apoyara en Diputación y Ayuntamiento ambos presupuestos.

De Rajoy, en su negociación presupuestaria podemos esperar cualquier cosa, excepto que pida el apoyo a Sepulcre, entre otras cosas porque este señor todavía no es diputado nacional.

Los hechiceros de Compromís

Lo único que se valora es el hablar valenciano antes que nada

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(Publicado en el Diario La Verdad el 4/12/2016)

Las cuatro plumas es una famosa novela de principios del siglo XX. Narra las aventuras y desventuras coloniales de unos soldados ingleses en el Sudán. Ha sido llevada al cine hasta en siete ocasiones, siendo sin duda mi favorita la que dirigió Korda en 1939 y que varias generaciones pudimos ver en innumerables sábados por la tarde. La historia que cuenta es la de un soldado que para poder casarse, se licencia del ejército justo en el momento que va a partir hacia la guerra. Sus compañeros y hasta ese momento amigos, le dan cada uno de ellos una pluma blanca en símbolo de reproche por su cobardía. A partir de ese momento, el joven inicia una serie de peligrosas aventuras para recuperar el honor perdido.

Uno de los hechos históricos que narra la película es la batalla de Omdurman, claro ejemplo de enfrentamiento entre fanatismo y tecnología. En la misma, miles de fanáticos derviches(sudaneses) armados con espadas, lanzas y fusiles parecidos a los utilizados en las fiestas de moros y cristianos, se lanzaron a campo abierto contra el ejército inglés armado con modernos fusiles, ametralladoras y cañones. Los derviches fueron al desastre bastante confiados, ya que parece que su líder espiritual les había prometido que estaban protegidos por un encantamiento.

Algo más de un siglo más tarde, en un mundo con un mercado laboral cambiante y cada vez más exigente, había cierta expectación por cuales iban a ser las acciones que iba a tomar el Conseller de Educación, Vicent Marzá. ¿Tendría un buen plan para mejorar la preparación de nuestros jóvenes, como han hecho en otros lugares, o algo más parecido al encantamiento del líder derviche?

Yo deseaba más inversión, más autonomía para los centros pero a su vez más evaluación de su desempeño, enseñanza de lenguas extranjeras, medidas contra abandono escolar, impulso de la Formación profesional, y modernización e internacionalización de la universidad. Desgraciadamente en Compromís han preferido los encantamientos derviches, primero en forma de lucha absurda contra la educación concertada (máxime vistos los resultados del último selectivo) y ahora en su decreto por el plurilingüismo. En éste, básicamente lo único que se valora en los centros educativos es el hablar valenciano antes que nada. En ocasiones, parece que hasta potencia la discriminación del castellano. Así, han elegido incrementar la inmersión lingüística, con medidas, que por mucho que algunos fieles al bipartito gobernante quieran esconder, serán de obligado cumplimiento en toda la Comunidad. Y cuando otros indicaban que estas cosas sólo se les ocurren en Valencia, llega Natxo Bellido, portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Alicante, e indica que los funcionarios deben hablar en valenciano para poder recuperar la autoestima.

Al menos, de momento parece que no van a dar plumas blancas a los que sigan utilizando el castellano, aunque todo es cuestión de tiempo.