Semana Santa, esa gran oportunidad

Mientras ciudades competencia de Alicante refuerzan su programación cultural de museos durante la Semana Santa y los promocionan conjuntamente, en Alicante se cierran algunos centros.”

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(Publicado en el  Diario La Verdad el 27/03/2016)

Debió ser una de las primeras veces en las que el Alcalde de Alicante miraba al cielo pidiendo  al Santo Job algo de paciencia. Allí estaban los concejales de Guanyar (la marca alicantina de Podemos en Alicante) pidiendo que eliminara la tradición que la Banda de Música Municipal participara en la procesión del Viernes Santo. El alcalde sorteó hábilmente la absurda petición, consiguiendo  que los de Guanyar se conformaran con que la banda de música no tocara en los festejos taurinos.

Era curioso que un grupo político que apenas había tenido iniciativas en los primeros meses tuviese tan claro ese “odio visceral” por lo religioso. No es extraño, hace pocos días uno de los Consellers actuales escribía sobre si la Semana Santa podía gustar a la gente de izquierdas. No dejo de sorprenderme que en pleno siglo XXI con más años de democracia que la dictadura que le precedió, se siga tratando de encasillar a unos y otros en determinados espacios en función de su ideología política.  Yo personalmente, ni me puedo imaginar a cualquiera de los concejales del Partido Popular pilotando los aviones que bombardearon el Mercado Central de Alicante en el 38, ni tampoco a los del Tripartito quemando iglesias ni fusilando religiosos.

El pasado es el que fue.  Aunque no nos pongamos de acuerdo con lo que pasó, hemos de asumir que ha existido y que lo que importa es trabajar por el futuro. La Semana Santa es un auténtico acontecimiento.  Tiene el colectivo festero más numeroso en la ciudad de Alicante, con cerca de 9.000 cofrades. Algunos serán de izquierdas, otros del Atlético de Madrid, a otros les gustará las películas de Arnold Schwarzenegger y muchos leerán a Rosalía de Castro.

 

La Semana Santa está por encima de todas estas cosas, conformando una devoción y tradición cultural arraigada que crece día a día. Así, lo que es exigible al gobierno municipal es cierto pragmatismo a la hora de gestionar eventos tan importantes como éste, que sumado a nuestro clima y lo azul de nuestras playas puede generar un atractivo turístico indudable.

Parece demasiado pedir, mientras ciudades competencia de Alicante refuerzan su programación cultural de museos durante la Semana Santa y los promocionan conjuntamente, en Alicante se cierran algunos centros y los demás continúan su programación como si no supieran que miles de personas van a venir. También olvidan que a poco que lo gestiones bien, van a repetir sin duda alguna.  Pero claro, el concejal de cultura es de Guanyar, y una cosa es que acepte a regañadientes lo de la banda de música, pero reforzar la programación cultural en Semana Santa podría hacer que los huesos de Lenin se retorcieran en la tumba.

 

Podemos y el Escuadrón Suicida

“Cuando ya parece que han sido capaces de llegar al límite total del ridículo, sorprendentemente hacen otra “metida de pata” que empequeñece a la anterior”

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(Publicado en el Diario La Verdad el 20/03/2016)

El pobre Brian  acaba de ser crucificado por los romanos. Cuando nada parece que va a salvarle de su cruel destino, aparecen en la lejanía un grupo de soldados. Son el “escuadrón suicida” ante el que los soldados romanos huyen. Brian respira aliviado por su salvación. Pero, aterrorizado comprueba que el escuadrón hace “honor” a su nombre y todos sus componentes se suicidan delante de él.  Es una de las escenas de una película divertidamente absurda y muy recomendable como es “La vida de Brian”.

Vino a mi mente esta escena de la película al comprobar día a día la deriva de un equipo de gobierno que ya no es equipo ni gobierna en Alicante. Cuando ya parece que han sido capaces de llegar al límite total del ridículo, sorprendentemente hacen otra “metida de pata” que empequeñece a la anterior.

 

El alcalde se enredó él sólo en el tema de la apertura de los comercios en los domingos, provocando que a lo mejor la ciudad tenga que hacer frente a demandas muy importantes. Las concejales de Guanyar se liaron con la expulsión sin previo aviso de asociaciones del local que ocupaban o con sus salidas de tono sobre las juntas de gobierno populares en los prostíbulos.   Por otro lado, los de Compromís aparecen siempre de perfil, solo tirando alguna que otra “puyita” a sus socios para provocar su desgaste.

Mientras tanto los alicantinos seguían como Brian, crucificados esperando esa tranquilidad y honrada gestión que el tripartito prometía. “Afortunadamente”, llegaron los del escuadrón inmaculado de Podemos, rezumando lecciones de honestidad, por supuesto mirando a sus compañeros de gobierno con evidente  desprecio, a los que calificaban como “casta” o “los comunistas de siempre”. Pero,  en nueve meses el escuadrón parece que se ha suicidado ante los ojos atónitos de todos, cuando se ha descubierto que eso de dar contrato a los amigos que montan apresuradamente empresas para recibirlos no es cuestión solo de la “casta”. Que eso de vender informes y páginas web muy por encima de su valor no es exclusivo del caso Noos. Y que por supuesto que cuando te pillan con el carrito del helado no es necesario suspender ningunas vacaciones para dar explicaciones a los sorprendidos ciudadanos.

Y lo peor es que ya no hay reacción, las reiteradas amenazas incumplidas del alcalde ya no se las cree nadie. El prestigio de muchos de los concejales del tripartito en su lucha contra la corrupción se ha perdido, cuando se ha visualizado su silencio ante casos contra los que hace un año hubiesen bramado lágrimas de fuego.

Pero,  no hay que perder el optimismo, como se dice, no hay mal que cien años dure, aunque tampoco existe nadie que los pueda aguantar.

 

 

 

Las contratas y el dedo de Stalin

“Pavón ha puesto el dedo en el mapa antes de llamar al cartógrafo y sigue con su propuesta. Ignoro si Echavarri tragará o le hará quitar el dedo”.

(Publicado en el diario la Verdad el 13/03/2016)

Las negociaciones de paz tras la guerra de 1939 entre la antigua Unión Soviética y Finlandia se estaban alargando enormemente por la disputa de la ciudad finlandesa de Enso. Dado el poco éxito de los soviéticos en la guerra parecía razonable que la ciudad siguiera en manos finlandesas. Por fin, Stalin, el dictador soviético,  pareció asumir las tesis que así lo defendían e hizo llamar a los cartógrafos oficiales ante la sonrisa de los representantes finlandeses. Cuando el delineante inició el trazado de las fronteras, Josef Stalin colocó su dedo justo encima de la ciudad objeto de la disputa. Es muy probable que al delineante le temblará todo, dado como las gastaba Josef,  y no se atrevió a decir nada.  Así que se limitó a dibujar las fronteras con su lápiz girando alrededor del dedo del dictador.

En el Alicante de nuestros días otra disputa (y ya van…) parece perturbar la paz del tripartito:  la municipalización de las contratas. Los socios de gobierno del alcalde Echavarri lo llevaban como la solución estrella de los problemas económicos del Ayuntamiento. Guanyar y Compromís bramaban contra el beneficio industrial de los empresarios y aseguraban que el ahorro  iba a ser enorme si las  gestionaban directamente.

Si alguien leyera las condiciones de los trabajadores de las contratas y de los funcionarios, y se dedicara a hacer las estimaciones correspondientes se hubiese dado cuenta de la poca rentabilidad de la acción. Ni suponían ahorro e incluso podrían resultar muy gravosas para las arcas municipales. Además, las limitaciones que impone el rescate, no facilitan la incorporación de más personal, ni tampoco parece tan sencilla la subrogación del personal existente para no incumplir las normas de acceso al empleo público.

Una gestión eficaz de las contratas se basa fundamentalmente en tres  aspectos. El primero, definir un pliego ajustado a las necesidades. El segundo, favorecer la libre competencia entre las empresas para conseguir el mejor servicio al menor precio. Y por último, realizar un seguimiento exhaustivo del cumplimiento del pliego.

El Partido Popular no los cumplió en la pasada legislatura, donde ni se favoreció la competencia, ni la igualdad de oportunidades ni se hizo el adecuado seguimiento de las contratas.  Resultado, pagamos un  alto precio por un mal servicio.

El tripartito está bloqueado, cuando parecía que se asumiría seguir con las contratas dados los demoledores informes de los técnicos municipales, Pavón ha puesto el dedo en el mapa antes de llamar al cartógrafo y sigue con su propuesta. Ignoro si Echavarri tragará o le hará quitar el dedo.

Por cierto, se desconoce la historia del mapa finlandés es cierta o no, pero lo que sí es evidente que aquella zona de frontera tiene forma de dedo.

 

 

El elefante en el Ayuntamiento

“El elefante se movía con naturalidad destrozando algunos de los muebles, muchos de ellos de indudable valor, mientras los concejales seguían a sus cosas como si nada pasara a su alrededor”

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(Publicado en el Diario la Verdad el 6/03/2016)

Un concejal entró a la sala donde se iba a realizar la reunión de la junta de gobierno. Llegaba algo tarde y al cruzar la puerta vio a sus compañeros del tripartito charlando animadamente, cuando observó con pavor la presencia de un enorme paquidermo. El elefante se movía con naturalidad destrozando algunos de los muebles, muchos de ellos de indudable valor, mientras los concejales seguían a sus cosas como si nada pasara a su alrededor. Aun con el susto en el cuerpo, el concejal se sentó junto a sus compañeros, acercándose a la mesa cada vez que el elefante se le aproximaba, pero al poco rato se acostumbró a la presencia del enorme animal.  Cuando la reunión finalizó, el elefante se recostó en una de las esquinas mientras los concejales abandonaban la sala.  El concejal no puedo más que pensar que “maldito bicho, todo el rato moviéndose mientras estábamos reunidos y ahora que nos vamos se sienta”.

Mucho más tranquilo en la rueda de prensa posterior pudo comprobar como tres de los representantes hablaban de la fortaleza del pacto de gobierno y que habían realizado “una autocrítica” y “una reflexión” sobre los problemas que habían detectado y que se iba a mejorar notablemente la coordinación entre los diversos miembros de los diferentes partidos y coaliciones.

Al día siguiente abrió el periódico y volvió a recordar el enorme elefante cuando leyó las declaraciones de una de las ediles de Compromís criticando la acción del alcalde socialista de Alicante acerca de una feria comercial, luego las declaraciones de la concejala de Guanyar sobre el acuario (todavía cerrado y ya van más de seis meses) de la Plaza Nueva, y  por último las declaraciones de los portavoces de Compromis y Guanyar criticando la propuesta de apertura en domingo del comercio de la ciudad que llevaban los socialistas.

Un día más tarde al leer las declaraciones del alcalde en las que no dejaba títere con cabeza, volvió a pensar en el elefante moviéndose y destrozando todo a su paso mientras nadie del tripartito quiere hablar de él. Y es que el elefante en la sala representa los problemas que un equipo puede tener pero de los que nadie parece querer hablar.

Dados los problemas que el tripartito estaba arrastrando hubiese sido el momento de afrontarlos de una forma razonable y no negándolos una y otra vez, esperando que al ignorárlos desaparecieran. No suele ser así.  Si no se resuelven las diferencias en un equipo, el elefante sigue allí, esperando que el equipo de gobierno vuelva a aparecer por la sala de juntas para levantarse y volver a destrozar todo a su paso. Lo peor de todo, es que esta falta de gobierno lo que destroza es la ciudad de Alicante, mientras los concejales siguen felices con sus sueldos y asesores.

 

Tripartito y Reconquista

El alcalde parece haberse dado cuenta del error, aunque sus socios de gobierno parecen seguir viviendo en la economía del trueque.

(Publicado en el Diario La Verdad el 28/02/16)

 

No le acusó de celebrar sus juntas de gobierno en algún club de alterne de Al-Andalus, sino que fue mucho peor lo que el rey Alfonso VIII le dijo al califa Abū Yūsuf en plena reconquista. Al rey castellano no se le ocurrió otra cosa que decirle al Califa que “le retaba a que mandase sus tropas a batirse en España o le facilitase navíos para que los cristianos pudiesen embarcar y derrotarle en África”. Esto sumado a que el arzobispo de Toledo había atacado en plena tregua las ciudades de Córdoba y Jaén inició un momento conflictivo en la España de 1194. El rey castellano no había medido sus acciones, ya que todavía no había podido construir las murallas en los territorios recientemente conquistados. El “tripartito de entonces”  formado por los reyes de Castilla, León y Navarra tuvieron que intentaron frenar la invasión musulmana que se produjo tras los hechos.

Ignoro si la desconfianza es algo inherente a los tripartitos, el caso es que por unas cosas u otras el rey castellano tuvo que enfrentarse sólo con su ejército a unas fuerzas superiores que lo derrotaron en Alarcos y detuvieron la reconquista durante muchos años.

Dirigir una ciudad tan grande como Alicante en un entorno económico complicado es difícil. Por eso lo razonable es que el equipo de gobierno trate de solucionar los problemas importantes de la ciudad y planifique acciones a corto, medio y largo plazo que incrementen la calidad de vida de los ciudadanos. Además hay un dicho y es el de “No toques las cosas que funcionan hasta que tengas finalizada una alternativa mejor”.. Por eso es incomprensible la cruzada que una parte del tripartito lanzó contra la apertura en domingo de la calle Maissonave, para un mes después exigir la libertad horaria de toda la ciudad. Han conseguido convertir una situación razonablemente asumida en un auténtico caos y cruce de declaraciones que van a ser difícilmente reconducibles.

Alicante se había convertido en el centro comercial de la provincia y en vez de potenciarlo y ampliar la zona de influencia para conseguir más beneficio en zonas adyacentes, se ha limitado inexplicablemente. Sólo cuando otras ciudades han iniciado acciones para abrir los domingos, el alcalde parece haberse dado cuenta del error, aunque sus socios de gobierno parecen seguir viviendo en la economía del trueque.

Se ha generado un problema donde no lo había. Lo razonable ahora es reconducir la situación más pronto que tarde. Podrían tomar ejemplo del mismo rey castellano Alfonso VIII que recondujo el “tripartito” junto con los reyes de Aragón y Navarra, Así, pocos años después del desastre de Alarcos, lograron la gran victoria de las Navas de Tolosa que supuso el inicio del fin de la presencia musulmana en la Península Ibérica.