Desokupa y los Pinkerton

La existencia de ese tipo de empresas indica que algo se está haciendo mal. Pero desgraciadamente esto tiene visos de ir a peor

Allan Pinkerton es conocido por haber fundado la primera agencia de detectives del mundo. Escocés de nacimiento, emigró a los Estados Unidos en 1842 con 23 años. Unos años más tarde fue designado como el primer detective privado de Chicago, para posteriormente fundar, junto con un abogado, la que sería la agencia de detectives más famosa del mundo: “Agencia Pinkerton”.  En aquel momento de expansión de los Estados Unidos, la agencia Pinkerton creció como la espuma. Uno de los más trabajos más característicos era el de la protección de los transportes ferroviarios ante los ataques de bandidos, algo que tanto juego han dado en las películas del Oeste. En años posteriores, los sucesores de Allan Pinkerton siguieron desarrollando la agencia que también tuvo también sus acciones oscuras, como las de ser una fuerza de choque contra las organizaciones obreras que empezaban a desarrollarse a finales el siglo XIX.

Durante la historia siempre ha habido empresas que han crecido ofreciendo servicios que las escasas fuerzas orden público podían dar o en momentos en los que el mantenimiento de la ley y el orden no estaba en su mejor momento.

Hoy en día, el acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los mayores problemas de los españoles. En plena campaña electoral la mayoría de los partidos se están volcando en realizar propuestas para solucionarlo.

Los mensajes del presidente socialista Sánchez hablando de poner a disposición de los ciudadanos las casas de los “bancos malos”, recuerdan más a Hitler, moviendo figuritas de divisiones Panzer que no existen sobre los mapas que tenía en el bunker de Berlín, que a un presidente que haya realizado alguna acción de calado en este tema.

Los de Compromís no se han quedado atrás y ya han lanzado su propuesta, que podríamos calificar de xenófoba. Piden que los extranjeros no puedan comprar casas en España. Los que se volcaban en atender a los inmigrantes ilegales que llegaban a las costas españolas, intentando evitar que un extranjero compre de forma legal una casa en nuestro país. ¿Alguien les entiende?

Pero la última ocurrencia ha llegado por parte de Podemos. Su secretaria general, Ione Belarra, ha lanzado su propuesta de ilegalizar la empresa “Desokupa”. Esta empresa, salvando las distancias con la agencia Pinkerton, se ha especializado en “solucionar” de forma expeditiva los problemas causados por los “okupas”. Belarra ha acusado a esta empresa de ser “una organización parapolicial que acosa y hostiga a las personas vulnerables”.  Obviamente, personas que se han apropiado de la casa de otras personas, digo yo que también en muchos casos igual de vulnerables. Básicamente, Podemos propone que en vez de hacer frente a una ilegalidad, se ilegalice la empresa que hace frente a la ilegalidad. ¡Qué país!

Entiendo que lejos de las ensoñaciones y propuestas absurdas de los partidos de izquierda, se debería actuar urgentemente  sobre los problemas de acceso a la vivienda, poniendo menos trabas y dando más facilidades a la construcción de nuevas viviendas, así como facilitando la rehabilitación de barrios tradicionales. Además, hay medidas que en otros países han aplicado con éxito.

En dicha línea, Adrián Vázquez, secretario general de Ciudadanos, al contrario que los dirigentes arriba comentados, se ha movido con medidas mucho más sensatas. Una de ellas es que los jóvenes menores de 35 años puedan adelantar parte de su futura pensión para poder hacer frente a los primeros pagos de la compra de una vivienda en propiedad.  Vázquez también indica que es necesario mejorar el acceso al alquiler de viviendas y para ellos propone que los propietarios que pongan su vivienda en alquiler puedan obtener bonificaciones.

Al final, en un mercado como el nuestro, es necesario incrementar la oferta de viviendas para que baje el precio de estas. Por eso además de estas medidas de bonificación, es muy importante dar seguridad legal al propietario ante abusos o impagos.

En la España del siglo XXI, no deberían existir empresas como Desokupa, y deberían ser las fuerzas de orden público bajo mandato judicial las que realizasen los desalojos de viviendas ocupadas de forma ilegal. La existencia de ese tipo de empresas indica que algo se está haciendo mal. Pero desgraciadamente esto tiene visos de ir a peor. Con las nuevas leyes aprobadas por socialistas, comunistas y toda la cuadrilla de partidos que les sigue, va a ser más fácil que los “okupas” puedan tener una segunda residencia que cualquier ciudadano en España pueda acceder al alquiler o compra de una vivienda de forma legal pero asequible.

Con Sánchez y Belarra al frente del gobierno, los Pinkerton del siglo XXI tendrían claro que en España tienen posibilidades de trabajo.