No sólo de inglés vive el estudiante

«Hablan de horas de inglés, para esconder que realmente quieren decir horas de adoctrinamiento en valenciano.»

ingles marza

(Publicado en el Diario Información el 24/03/2017)

Hace algo más de treinta años, tuve que tomar una de mis primeras decisiones sobre mi educación, fue la de elegir entre los idiomas francés e inglés. La mayoría de los estudiantes elegimos la segunda opción, parecía que había un runrún, no tan claro entonces como ahora, que indicaba que el inglés era cosa del futuro y que iba a ser la lengua predominante.

Tras aquella decisión, recibí nueve años con clases de inglés, siete en mi colegio (tres en la EGB y cuatro entre BUP y COU), más dos en mis primeros años de Universidad. He de reconocer que a pesar de la buena voluntad y capacidad de mis profesores, solo pude aprender algo de la gramática inglesa y a leerlo razonablemente. Sin embargo, aprender a hablar en un idioma junto a cuarenta compañeros parecía harto complicado.

En la actualidad, cada año parece más importante tener conocimientos de inglés para acceder a un puesto de trabajo. Esto ha generado una creciente obsesión en su aprendizaje, y que ha supuesto que ya no hay escuela infantil que no te garantice que junto al dibujo del perro que se cuelga junto a la pizarra, aparece la palabra “dog” (imagino que tras el decreto Marzà, debajo de la palabra “gos”).

A todo esto, hay que añadir el sinfín de cursos coleccionables de inglés en todos los formatos posibles, en alguno de los cuales yo he caído, más todas las academias que preparan ese duro aprendizaje del idioma de Shakespeare para los nativos de Cervantes. Por cierto, si uno observa a otros países cuya educación envidiamos, comprobaremos que la obsesión que tenemos en España por el idioma no existe, y que los mecanismos de aprendizaje van mucho más allá de la escuela.

Pero como parece tan necesario el inglés para el futuro de nuestros hijos, el Conseller Marzà lo ha utilizado como gancho para conseguir que se elijan las líneas con mayor inmersión en valenciano. Es curioso que algo tan complejo como la educación, se haya reducido al binomio valenciano-inglés. Parece que el resto de asignaturas importan un pimiento para la formación. De hecho, ya se dice que algunas asignaturas pueden perder cierto contenido al ser impartidas en valenciano o inglés para no nativos.

Por mi parte, me voy a permitir romper una lanza a favor de las materias que van a sufrir el absurdo proceso de inmersión lingüística al que nos pretenden someter Ximo Puig y Vicent Marzà. Sólo hay que observar las ofertas de trabajo actuales y los porcentajes de inserción laboral de los diferentes estudios universitarios, para observar la alta demanda de ingenieros, matemáticos, físicos y similares. Algo que les une a todos ellos es la necesidad de asignaturas que parecen olvidadas, por no decir denostadas. Las matemáticas, la física, la química, la programación tienen en común que obligan al estudiante a aplicar su ingenio, a aprender a solucionar problemas nuevos cuya solución no pueden memorizar, e incluso me atrevería a decir que ayudan a obtener el sentido crítico de lo verdadero.

Yo me he inclinado siempre por las matemáticas, siempre me ha fascinado el continuo reto que supone cada nuevo problema, ese afán de superación al que te obligan.

Pero a los políticos que gobiernan la Comunidad, todo esto no parece importarles. Hablan de horas de inglés, para esconder que realmente quieren decir horas de adoctrinamiento en valenciano.  Lo demás ha pasado a segundo o tercer plano. Que no nos engañen, más horas de inglés no implica un salto de calidad notable en su aprendizaje, por mucho grado de conocimiento que la Consellería certifique. Me lo comentaba la semana pasada un importante reclutador de recursos humanos, el inglés es muy importante, pero la ventaja es que su conocimiento se puede adquirir razonablemente con una estancia en el extranjero, mientras tanto, el razonamiento y capacidad de solucionar problemas nuevos que te proporcionan las matemáticas no es tan fácil de obtener.

 

Sesión de Atlassian Jira y Confluence #EngineersChangingTheWorld

Cuatro grupos de trabajo, todos ellos gestionados a través de las herramientas de Atlassian , Jira y Confluence.

Fue, Héctor Gomis de Clave Informática el que realizó la introducción a ambas herramientas. En pocos días los estudiantes ya las están utilizando para gestionar su proyecto contra la violencia de género.

Lo que parecía un final de proyecto tan lejano, hablamos de mayo, se ha quedado en peligrosamente cercano, cuando hablamos de semanas, horas semanales de dedicación y coste de las tareas pendientes.

En Mayo, la solución al enigma.

Braveheart o el transfuguismo a la alicantina

transfugas braveheart

 

Uno de los momentos culminantes de la película Braveheart ocurre cuando éste se enfrenta en una gran batalla al malvado (según la película) rey inglés Eduardo I. Todo parecía ir según los planes que el escoces Braveheart había realizado para obtener una importante victoria.  La victoria se frustra cuando dos de los nobles escoceses le traicionan al abandonar el campo de batalla. La siguiente escena se focaliza en el rey inglés comentando a uno de sus soldados lo barato que le había sido comprar la traición de los dos nobles. Puedes verlo pinchando aquí.

Mucho más lejos en el tiempo y en el espacio, en el Ayuntamiento de Alicante hemos vuelto a vivir el enésimo y vergonzante espectáculo al que nos tiene ya acostumbrados el equipo de gobierno. Los dos tránsfugas han facilitado que se aprobara el presupuesto del tripartito y de la noche a la mañana ya se han transmutado para ellos de “tránsfugas” a “no adscritos”. El mismo camino que siguió el concejal Sepulcre en la Diputación cuando también decidió apoyar el presupuesto, del Partido Popular en este caso, allí.

La hemeroteca reciente es terrible. Mientras el Partido Popular gobierna la Diputación con el apoyo de un tránsfuga y es criticado por Compromís por ello, ahora en Alicante es el tripartito es el que se apoya en dos mientras es criticado por el Partido Popular.

El otro de los dos tránsfugas es la concejala Belmonte, a la que criticaban ferozmente los miembros del tripartito hace escasos días, incluso parece que, con amenazas físicas. Ahora sólo falta que en la nueva reestructuración de los nombres de las calles le den uno a ella.

La ciudad de Alicante es testigo del escaso compromiso que tienen Partido Popular, Partido Socialista, Compromís y Guanyar Podemos con la regeneración democrática. Todos ellos se apoyan en tránsfugas, por mucho que se empeñen en llamarles no adscritos. La tentación es muy fuerte y todo les vale con mantener su poder, sus sueldos, sus asesores. Los tránsfugas, en la mayoría de los casos personas sin oficio ni beneficio al que les tocó la lotería de estar en unas listas electorales favorecidas por la fortuna aritmética de los resultados electorales, son presa fácil.  

Acabar con el transfuguismo es muy sencillo, se puede vincular el acta al partido, o que las listas sean abiertas o incluso que haya doble vuelta en las elecciones en los que ninguno obtenga mayoría absoluta. Nadie parece querer modificar el modelo. Pero si no quieren hacerlo, yo ya solo pido que se quiten la careta los unos y otros y no insulten la inteligencia de los ciudadanos de a pie. Le definición de lo que es un tránsfuga es muy clara y por mucho que quieran llamarlos “no adscritos” no por ello Sepulcre y Belmonte se van a convertir en Adenahuer y Margaret Thatcher.

No creo que a para que cambiaran su voto estos dos les hayan dado posesiones en Inglaterra, como hacía el rey Eduardo, pero dado su historial reciente de facturas de coches privados con cargo a los público y proyectos a amigos me temo lo peor.

Contra la violencia de género #EngineersChangingTheWorld

Este curso hemos vuelto a contar con la colaboración de varias empresas de toda la provincia de Alicante en nuestra asignatura, Técnicas Avanzadas de Especificación de Software. Si SolidQ, Gemalto y Everis ya participaron de forma activa el curso pasado, este año añadimos a Clave Informática.

Es un lujo poder contar con profesionales reconocidos que comparten sus experiencias con estudiantes que en unos años lo serán. Pero no se trata de la charla al uso, sino uno una inmersión en vena de lo que supone un proyecto real.

Hemos formado cuatro grupos de estudiantes de entre 12-15 alumnos, cada no de ellos estará codirigido (aparte de por el profesor responsable de la asignatura, o sea yo), por un Product Manager de cada una de las empresas colaboradoras.

El tema es en origen el mismo para todos, «Como conseguir paliar los terribles efectos de la Violencia de Género con la Tecnología».

Como punto de partido tuvimos una presentación del Inspector responsable de la Unidad de Familia de la Policía Nacional en Alicante.

Ahora ya solo queda aplicar ingenio, conocimientos trabajo e ilusión.

La solución en Mayo. Os iremos informando de lo que vamos haciendo.

#engineersChangingTheWorld

La última victoria de la División Azul

div placa

(Presentado en el programa de radio UA el Corsario Digital, el 13/03/2017)

Las chapuzas del tripartito han conducido a un suceso que nadie, ni siquiera las más imaginativas películas de Berlanga, podían imaginar. Casi setenta y cinco años después de la famosa batalla de Krasni Bor, en Alicante se ha cambiado el nombre de una plaza y se le ha vuelto a colocar la placa con el nombre de la División Azul. En Krasni Bor apenas 5.900 soldados españoles de la División Azul con armamento ligero, mantuvieron a raya a 44.000 soldados soviéticos apoyados por gran cantidad de artillería y tanques. Aquello quedó como una gesta para muchos, como algo casi imposible.

No obstante, lo que ocurrió el viernes en Alicante tenía muchas menos probabilidades de suceder que lo que pasó en Krasni Bor. Ese día, el tripartito, con destacadas personalidades de Compromís al frente, montó una protesta, imagino a que a sí mismos, que acabó con la orden, dada por ellos, de que se colocara de forma visible en Alicante una placa en honor a la División Azul.

Desgraciadamente, un barrio olvidado por los sucesivos equipos de gobierno, con serios problemas de deterioro y muy necesitado de actuaciones de rehabilitación y dotación de infraestructuras, solo ocupa las mentes de estos concejales del tripartito por la polémica del nombre que se da a su plaza más emblemática.

Los alicantinos no dejamos de asombrarnos por la capacidad del tripartito de cometer error tras error, sobre todo en las áreas que competen a los concejales de Guanyar y Compromís. El alcalde Gabriel Echavarri tuvo que tragarse el sapo de la orden judicial al respecto, y apenas pudo decir que “Las cosas no se habían hecho bien”.

No, no se ha hecho bien. Tampoco lo hizo el Partido Popular cuando tuvo mando en plaza. La sociedad española en general y la alicantina en particular no es franquista. De hecho, Franco parece sólo sobrevivir en las mentes de los que no saben construir y sólo saben luchar contra algo.

El cambio de nombre de calles es una molestia que yo considero necesaria en algunos casos, cuando las personas a las que se han dado el nombre de las mismas no las merecen. La ley de Memoria Histórica, sin ser un prodigio de exactitud, sí que fijaba claramente algunas calles cuyos nombres se deberían sustituir. En otros casos podría quedar más difuso y el resto de los planteados por el tripartito, directamente ni los referencia.

El tripartito tenía cuatro años para abordar este tema. Lo podría haber realizado con asesoramiento de expertos y con consenso en una gran parte de las calles afectadas. Prefirió el decreto en vez del dictamen del pleno, las prisas al bien hacer.  Incluso tuvimos que sorprendernos e indignarnos al ver las placas con faltas de ortografía o como se dedicaban calles a alicantinas de renombre, como el caso de la gimnasta Estela Giménez, y se les olvidaba invitarlas a la inauguración.

Tanta incompetencia fue presa fácil de la oposición. Recurso, auto judicial y a desandar el camino andado. En vez de asumir el error, muchos de los concejales del tripartito empezaron a calificar de franquista hasta el apuntador. Da igual, la historia ha acabado con la concejala de Compromís, María José Espuig, llorando como incompetente lo que no supo gestionar como diligente y haciendo referencia al No-Do (algo que la mayoría de jóvenes ya no sabe qué es lo que es). 

Paradojas de la vida, los últimos divisionarios que volvieron de Rusia, fueron prácticamente ocultados e ignorados por el régimen franquista. Curiosamente ha sido el tripartito el que les ha rendido un pequeño homenaje a regañadientes volviéndoles a dar su nombre a una de las plazas emblemáticas de la ciudad. Quizás, esta historia más que berlanganiana (por cierto, Berlanga fue uno de los miembros de la División Azul), parece una película de Ozores. No puedo dejar de imaginar al alcalde pensando en sus compañeros de gobierno con la frase “Cáspita vaya tropa”.

La inevitable huelga educativa primaveral

47295740--575x323

(Publicado en el Diario Información el 9/03/17)

Como todos los años, con el deshielo y la llegada de los primeros rayos de sol primaverales, es inevitable asistir a un día de huelga educativa para protestar por algo. Ese algo puede ser un objeto en concreto o algo más difuso que en ocasiones, hay que tratar de aderezar con el sonido de un megáfono y los sempiternos lemas de “No a la privatización de la enseñanza pública” o el de “Empresas fuera da la Universidad” para darle algo de sentido.

Es cierto que el Partido Popular, con el mandato del singular ministro Wert ha facilitado durante muchos años, la existencia de huelgas educativas, pero quizá la convocada para este marzo parece poco razonable. Se vende como una huelga contra la LOMCE, proyecto de ley que va camino de la destrucción en sede parlamentaria y actualmente en negociación del modelo que la debe sustituir, esperemos que con cierto consenso. Es llamativo que uno de los argumentos que enarbolan los líderes sindicales es que han sido las manifestaciones en la calle las que han conseguido cambiar las cosas, cuando fue el resultado de las últimas elecciones las que hicieron al Partido Popular cambiar un modelo que sabía que no podía llevar a cabo unilateralmente.

En general, el gran error de los políticos es pensar que pueden escribir una ley educativa sin consensuar y pensar que la van a poder imponer sin que sus sucesores la vayan cambiar. Le ocurrió a Wert y probablemente le ocurra al conceller Marzà con su decreto del plurilingüismo.

Por primera vez, se está tratando de consensuar cierto pacto educativo entre los principales partidos, Partido Popular, Ciudadanos y Partido Socialista, que si llega a buen fin puede dar una solución estable a nuestra Educación, que necesita como el agua de mayo tranquilidad y proyectos a largo plazo.

Otros prefieren la calle, el hacer ruido, porque son incapaces de llevar protestas con cierto fundamento escritas en un documento. En la calle se sienten cómodos porque sus incongruencias parecen notarse menos. Los mismos que se manifestaban en contra del modelo universitario del 4+1 (4 años de grado más uno de máster), ahora se manifiestan en contra de la propuesta alternativa que es el 3+2, más en la línea que ha seguido Europa. Parecen desconocer, que el problema en sí, no es el cuatro o el tres, sino el coste de la matrícula del máster (me aseguran que a algún sindicato hasta se les ha olvidado preguntar al respecto a su sección sindical universitaria, y por ello muestran un grave desconocimiento).

Por supuesto, en la justificación de la huelga se halla el pedir más de todo, más medios, más profesores y administrativos y en algunos casos menos exigencias para obtener los títulos. Por supuesto, en la Comunidad Valenciana se reafirman que es una huelga contra el gobierno central y los que les apoyan, no sea que se molesten sus amigos del Consell, que, por cierto, son los que deben financiar la educación en la Comunidad Valenciana. También es llamativo, la escasa referencia a la libertad recortada por el decreto de plurilingüismo, sin duda alguna  uno de los mayores golpes a la educación pública dado por algún gobierno.

Me parece grave que alguno de estos convocantes diga que perder un día de clase no supone nada. Quizá no aprobara matemáticas en la ESO, ya que, por reducción, si con un día de clase no pasa nada, con dos tampoco y así hasta el infinito.

Por cierto, no busque en ninguna de sus propuestas medidas como la recuperación de la autoridad del profesor (no les tachen de franquistas) y por supuesto ninguna medida de evaluación de los institutos o universidades. Medidas que nos permitirían conocer si están realizando bien su trabajo y podamos comprobar si uno de los objetivos principales, como es el de conseguir una buena formación de los estudiantes que les permita ocupar un buen puesto de trabajo se logre (vamos y que los llamen liberales).

El viernes, la huelga se habrá olvidado. Unos cuantos chavales (muy pocos) se ufanarán el fin de semana de su lucha por colocar un piquete en la puerta de la Universidad y otros habrán tenido un día sin clase. Espero que la mayoría pueda tener la libertad de ir a clase, si así lo desea y reserve las protestas para cuando realmente sean justificadas.