La moto de Compromís

La moto de Compromís

MONICA-OLTRA-COMPROMÍS-

(Publicado en ABC el 25/09/2015)

No pude evitar sonreír cuando un amigo me dijo: «Me siento con Compromíscomo el médico militar engañado por el chico de la moto». Se refería al chiste que contaba la historia de un joven, en los tiempos en los que el servicio militar era obligatorio, que consiguió librarse del mismo haciéndose pasar por una moto. Tras las pruebas y una vez le confirmaron que no era apto, en la puerta del hospital hizo el gesto de aparcar una moto. El médico le preguntó que hacía y el joven –con una amplia sonrisa– contestó que era para el próximo mozo que quisiera salvarse de la mili.

Mi amigo andaba mosqueado porque había depositado en las pasadas elecciones su voto en Compromís, quizá atraído por la locuaz Mónica Oltra o por la carita sonriente de los carteles, y no estaba demasiado de acuerdo con las primeras medidas impulsadas por sus dirigentes.

Le había disgustado la propuesta de hacer una comitiva tras la toma de posesión de la nueva corporación en Alicante bajo los sones de una marcha fúnebre en honor a los republicanos que abandonaron la ciudad al finalizar la guerra civil. El enfado fue in crescendo ante las medidas de algunos alcaldes de la coalición de esconder banderas españolas en los edificios oficiales e incluso atreverse a modificar el himno de la Comunidad Valenciana quitando esa frase que parece que les provoca urticaria de «per ofrenar noves glòries a Espanya».

Pero mi amigo estalló ante el anuncio del conseller de Educació Marzà de que la continuidad de la línea en castellano en los colegios no está garantizada en base a unos extraños criterios pedagógicos. Yo le dije que Compromís era una coalición de partidos con unas ideas (que no comparto pero respeto) acerca de la lengua y la identidad nacional. De hecho, la lengua era uno de los apartados con más acciones a tomar en el programa electoral de Alicante.

No le convencí, volvía a repetir que le daba la sensación de que la careta con la cara sonriente se la habían quitado al entrar en el gobierno de la Comunitat.

Zapata y los 100 días del Tripartito

Zapata y los 100 días del Tripartito

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(Publicado el 17/09/2015 en ABC)

En noviembre de 1914 las tres principales facciones de la revolución mexicana se reunieron en un lugar llamado Aguascalientes para fijar un programa político. Zapata, uno de los líderes, delegó su representación en un tal Antonio Díaz. En su turno, a este señor no se le ocurrió otra cosa que faltar el respeto a una de las cosas más respetadas por los mexicanos, que es su bandera, de la que dijo que representaba el triunfo de la reacción clerical. En los tiempos actuales, un diputado de Bildu puede romper unejemplar de la Constitución en el Congreso sin que pase absolutamente nada, pero sin duda alguna la revolución mexicana era otra cosa y ante las palabras del emisario de Zapata el resto de asistentes se limitó a sacar sus fusiles y revólveres y le apuntaron amenazadoramente.

Ignoro si el objetivo de este hombre era generar cierta crispación o simplemente al no tener propuestas razonadas prefirió quedarse en un gran gesto a la galería. Esto último es lo que parece en lo que se han quedado los cien primeros días del tripartito. Sus grandes promesas de acabar con el hambre, la suciedad, paro, opacidad y las de rescatar las contratas municipales se han quedado en proyectos. No se ha notado ni una ligera mejoría en la limpieza de la ciudad, no se han modificado gestión de contratas, el reparto de comida tuvieron que retrasarlo porque una de las concejalas que tenía que firmar la autorización se había ido de vacaciones sin hacerlo y no se vislumbran medidas para generar empleo. Al igual que el emisario de Zapata se han obcecado en generar tensión en veladores, procesiones, con el busto del Rey y con los líos de su concejala imputada olvidando la gestión eficaz en asuntos tan trascendentales como la llegada o no de Ikea.

Por el bien de Alicante, confío que reaccionen y como el emisario de Zapata, el que al ver el lío en el que se había metido rectificó y parece que dijo: «Si bien es una bandera de la reacción, el pabellón se santificó con los triunfos de la República contra la intervención francesa».

El tripartito en Atapuerca

El tripartito en Atapuerca

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(Publicado en ABC el 11/09/15)

Dicen que en política no debes dar crédito total a lo que no ves, e incluso a esto deberías ponerlo en duda. Comento esto por mi posición como mero espectador ante el esperpento producido ayer en el Ayuntamiento de Alicante por la cancelación brusca de una reunión entre los responsables municipales y unos altos ejecutivos de la multinacional IKEA. Parece que el motivo fue la aparición de los fotógrafos de prensa, los cuales cumpliendo su obligación y ante el aviso del equipo de gobierno querían inmortalizar la reunión para que los ciudadanos tuviéramos constancia gráfica de la reunión.

En unos minutos las redes sociales se llenaron de comentarios en defensa de unos o de estupor por su incompetencia. Es difícil conocer los acuerdos y conversaciones previas a la reunión, pero parece obvio que alguien no hizo bien su trabajo. En eso no voy a entrar ya que desconozco los detalles, no obstante sí que me gustaría centrar en el vodevil de errores y metidas de patas varias que el equipo de gobierno cometió a continuación.

En primero de primaria  de protocolo todo el mundo ya sabe que la máxima autoridad es la que debe presidir cualquier reunión, parece ser que exceptuando en Alicante donde era Natxo Bellido el que ocupaba el lugar central ante la mirada preocupada del Alcalde.   La preocupación era obvia, ya que para rematar el día a Bellido no se le ocurre decir otra cosa que (y cito textualmente la información recogida en este periódico) “Como no estamos acostumbrados a reunirnos con delincuentes ni con gente que no quiere fotos, no sabemos qué pasa”,  Obviamente si no eres capaz de organizar ni la mesa para una rueda de prensa ni tratar con respeto institucional a los directivos de una multinacional, es complicado pensar que vas a organizar correctamente una reunión para tratar un tema tan sensible y notorio como la instalación de Ikea en Alicante.

En general hay un consenso bastante generalizado entre la ciudadanía de Alicante que quiere la instalación de una tienda Ikea, obviamente con una serie de condiciones razonables. La nefasta y oscura gestión del gobierno del Partido Popular condujo las negociaciones a un lugar muy complicado y que hubiese exigido mucho tacto y transparencia en el nuevo equipo de gobierno para reconducir el asunto. No ha sido así, en vez de invitar a oposición y comerciantes a la reunión prefirieron montar un pequeño circo mediático.

A día de hoy, es exigible altura de miras por parte de nuestros representantes públicos para poder llegar a la mejor solución para Alicante. Finalmente, ésta puede ser la instalación de ikea o no, la celebración de reuniones o no, pero en ningún caso dar la imagen institucional que no daría ni el consejo de ancianos de Atapuerca.

Ximo y los libros de texto

ximo

(Publicado en ABC el 4/09/2015)

Es lamentable que los responsables políticos no sean capaces de darse cuenta de que si todas las instituciones no trabajan juntas en la misma dirección va a ser muy difícil que salgamos de la situación de crisis en la que nos encontramos. La gratuidad de los libros de texto ha sido la excusa perfecta para aflorar la deslealtad institucional, improvisación, candidez y otra serie de características poco deseables en las personas que ocupan puestos importantes de gobierno. Como padre de familia y sufridor del importante coste económico que supone la inevitable “vuelta al cole”, estoy totalmente de acuerdo que se adopten medidas razonables y sensatas para que ninguna familia padezca y pueda hacer frente al importante (y en muchas ocasiones evitable) desembolso de la adquisición de libros de texto cada año. Hay muchos modelos que permiten racionalizar el gasto y se puede estudiar cual es el más adecuado para nuestra Comunidad.

Desgraciadamente el tripartito no piensa así, y tras unas largas vacaciones (o al menos tras un período de escasas actuaciones) el President de la Generalitat, Ximo Puig, anuncia un plan para la gratuidad de los libros de texto a escasos días del inicio del curso. Más allá de la improvisación, lo curioso se produce cuando indica que su plan lo van a financiar Diputaciones y Ayuntamientos, en plan “Yo invito pero tú pagas”. Ante tal deslealtad institucional, de manera cándida,  los presidentes de Diputación gobernados por el Partido Popular muestran su indignación y negativa. Mucho más hábil, Isabel Bonig, indicó que sí que iban  a apoyar el plan, supongo que para evitar quedar como los tacaños ante un gasto que puede parecer razonable a muchos ciudadanos.

El paisaje tras el anuncio es algo desolador, los ayuntamientos incapaces de contestar a los padres que se acercan a preguntar  como cobrar lo que han pagado por los libros, las relaciones entre Consell y Diputación seriamente dañadas y el Consell sin tener claro de donde va a sacar su parte del dinero.  ¡Como sea todo el mandato así¡