(Publicado el 17/09/2015 en ABC)
En noviembre de 1914 las tres principales facciones de la revolución mexicana se reunieron en un lugar llamado Aguascalientes para fijar un programa político. Zapata, uno de los líderes, delegó su representación en un tal Antonio Díaz. En su turno, a este señor no se le ocurrió otra cosa que faltar el respeto a una de las cosas más respetadas por los mexicanos, que es su bandera, de la que dijo que representaba el triunfo de la reacción clerical. En los tiempos actuales, un diputado de Bildu puede romper unejemplar de la Constitución en el Congreso sin que pase absolutamente nada, pero sin duda alguna la revolución mexicana era otra cosa y ante las palabras del emisario de Zapata el resto de asistentes se limitó a sacar sus fusiles y revólveres y le apuntaron amenazadoramente.
Ignoro si el objetivo de este hombre era generar cierta crispación o simplemente al no tener propuestas razonadas prefirió quedarse en un gran gesto a la galería. Esto último es lo que parece en lo que se han quedado los cien primeros días del tripartito. Sus grandes promesas de acabar con el hambre, la suciedad, paro, opacidad y las de rescatar las contratas municipales se han quedado en proyectos. No se ha notado ni una ligera mejoría en la limpieza de la ciudad, no se han modificado gestión de contratas, el reparto de comida tuvieron que retrasarlo porque una de las concejalas que tenía que firmar la autorización se había ido de vacaciones sin hacerlo y no se vislumbran medidas para generar empleo. Al igual que el emisario de Zapata se han obcecado en generar tensión en veladores, procesiones, con el busto del Rey y con los líos de su concejala imputada olvidando la gestión eficaz en asuntos tan trascendentales como la llegada o no de Ikea.
Por el bien de Alicante, confío que reaccionen y como el emisario de Zapata, el que al ver el lío en el que se había metido rectificó y parece que dijo: «Si bien es una bandera de la reacción, el pabellón se santificó con los triunfos de la República contra la intervención francesa».