Fabio, Publio y Ciudadanos

Adrián Vázquez y Patricia Guasp han liderado una propuesta en la línea de Fabio Máximo de retrasar la batalla

Publicado en ABC el 2 de junio de 2023

Uno de los primeros libros que cayó en mis manos sobre la historia de Roma tenía como título «Las batallas de Aníbal». Recuerdo como despertó mi interés sobre una época crítica de la historia de Roma y los tres personajes que destacaban en el libro, cada uno en su momento. Aníbal el general cartaginés que estuvo a punto de acabar con Roma antes de que se convirtiese en Imperio y dos de los generales romanos que se enfrentaron a él con diferentes tácticas.

Quinto Fabio Máximo recibió el poder de las legiones tras el desastre romano en Lago Trasimeno. Consciente de la superioridad de la caballería de Aníbal, inició contra él una guerra de guerrillas evitando los enfrentamientos campales en los que hasta el momento habían salido perdedores. Así, mantuvo a raya al invasor cartaginés, hasta que su cautela fue acusada de cobardía. Tuvo que dejar el poder a otros generales que condujeron al ejército romano a uno de sus mayores desastres en Cannas. Tras aquel funesto día, Fabio Máximo recuperó el poder y las «tácticas fabianas» fueron reconocidas como útiles. De hecho, a Fabio se le dio el sobrenombre de «Cunctator», «el que retrasa», como título honorífico.

Los años de pequeñas victorias de Fabio Máximo, dieron a Roma la suficiente pausa y capacidad para reforzar su ejército y llevar la guerra hasta la propia Cartago. Fue Publio Cornelio Escipión el que propuso cambiar de escenario las batallas y alejarlas de Roma, curiosamente con la oposición de Fabio Máximo. Este murió sin ver la victoria final de Escipión sobre Aníbal en Zama.

Una vez un escritor me comentó en una cena que no hay parte de la historia de nuestro tiempo que no tenga paralelismo con algún fragmento de la historia de Roma. Quizá por eso en el momento actual de Ciudadanos me vino a la mente aquel libro de batallas leído en mi juventud.

Adrián Vázquez y Patricia Guasp han liderado una propuesta en la línea de Fabio Máximo de retrasar la batalla, de no presentarse a las siguientes elecciones debido a que, tras los resultados del 28M, parece que no estamos preparados para estas. Es muy probable que tengan razón, en un momento tan polarizado de nuestra sociedad, con unas elecciones de circunscripción provincial que penalizan a los partidos minoritarios es muy posible que el resultado de Ciudadanos se acercase más a Cannas que a Zama, por mucha heroica o épica que se le quiera dar.

La propuesta ha generado una crisis importante en el seno de Ciudadanos, que deberá ser superada si el partido quiere llegar con la suficiente fuerza a los próximos comicios, que serán las elecciones europeas y las catalanas Para ello, no solo es importante el ahorro de medios económicos y personales, sino que es imprescindible una profunda reflexión sobre los hechos que nos han llevado a esta situación. Escipión aprendió mucho de los errores cometidos por sus predecesores y de hecho utilizó parte de las tácticas de Aníbal para derrotarle. No presentarse a las próximas elecciones puede ser la opción correcta, pero será un tremendo error si Ciudadanos se conforma con esperar tan solo que el ciclo cambie para las próximas elecciones.

Esta decisión ha supuesto muchos abandonos en el partido, incluso de personas tan relevantes como Inés Arrimadas. También es cierto que la derrota de los romanos en Trasimeno hizo que muchos de sus aliados cambiasen de bando, las tácticas de Fabio Máximo también, hasta que mostraron su éxito. Pero este éxito era temporal, la supervivencia de Roma no se podía conseguir solo retrasando cualquier acción bélica. Ciudadanos solo sobrevivirá si además de retrasar el enfrentamiento, consigue preparar el camino para que un Escipión presente batalla en un año. Tal como decía Sun Tzu: «Un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después»

PD Releo el artículo que acabo de escribir. No puedo dejar de soltar una lágrima por todo lo que representa, muchas personas se quedan sin opción qué votar en las próximas elecciones. También habrá que sufrir críticas internas y externas por la aparente cobardía. Pero recordé lo que decía Quinto Fabio a sus amigos: «El hombre que temía las burlas y mofas era más cobarde que el que huía del enemigo.«

El lobo Hervías y otras hienas

Fran Hervías generaba el suficiente respeto o temor para que nadie se atreviese a contradecirle en su discurso

Publicado en ABC el 21 de abril de 2023

Me sorprendió enormemente la expectación que provocó en 2016 una visita a Alicante de Fran Hervías, en ese momento secretario de organización de Ciudadanos. La presentación se realizó en un hotel de Alicante y asistieron la mayoría de los concejales recientemente elegidos en las elecciones de 2015, así como multitud de afiliados y simpatizantes. Las elecciones habían sido un éxito y se respiraba gran entusiasmo. Aquel día todavía yo no había visto personalmente a esa persona de la que muchos hablaban con pleitesía por aquí, como si fuese el que pusiese y quitase cargos políticos.

Mientras Fran Hervías empezó a hablar con su voz muy característica, una joven que estaba a mi lado dijo “este hombre me recuerda al león malo de la película del rey León”. Aunque no di mayor importancia a dicho comentario, es curioso que a partir de aquel día cuando lo veía acompañado por sus fieles ayudantes Hervías me recordaba a Scar. Este era el malvado león que provocaba la muerte de Mufasa, el rey León, para poder apoderarse del reino. Scar, para conseguir estos objetivos, había pactado con unas temibles hienas que son las que provocaban la estampida que acababa con la vida del bondadoso Mufasa.

Fran Hervías expuso aquel día, delante de la cara sorprendida de todos los concejales y afiliados que habían trabajado la campaña meses antes, cuáles eran las claves del éxito de esta. Dijo dos o tres veces que el éxito de las pasada elecciones se debía a que “Yo y Vicente recorrimos miles de kilómetros para ir organizando las candidaturas”. Lo del “yo” delante para que el burro no se espante me llamó mucho la atención, ya que lo repitió en varias ocasiones.

Mientras él repetía las claves de su éxito los concejales murmuraban en voz baja que algo tendrían que ver ellos también en el resultado. Obviamente, si una cosa era cierta en aquellos días es que Fran Hervías generaba el suficiente respeto o temor para que nadie se atreviese a contradecirle en su discurso.

Tres años y algo más tarde, de nuevo en Alicante, Fran Hervías volvía a Alicante para reunirse con los afiliados, pero la situación ya no era la misma. Se había producido la debacle de noviembre de 2019, la dimisión de Albert Rivera y el ambiente era mucho más gélido. Hervías ya no era el Napoleón de Austerlitz sino el que volvía de Waterloo. Lo sorprendente fue su nuevo discurso, básicamente era el de “toda la pasada campaña la llevó Comunicación y que en este caso Organización, él, no era responsable del desastre”.  Vamos, “si ganamos es gracias a mí, si perdemos es culpa de los otros”.

Ese día ya se veía que Hervías no estaba en el proyecto, no porque el proyecto hubiese cambiado radicalmente, sino porque el ya no estaba en la cúpula que lo dirigía.  Parece que, según el propio Hervías,  él ofreció sus servicios al Partido Popular. Para muchos pasó en un día, de senador del grupo Ciudadanos a tratar de acabar con él, probablemente con la información que había atesorado del partido. No me extraña que el equipo de Pablo Casado se fuese a pique en tiempo récord con tales asesores.  Hervías inició más tarde una campaña para recuperar la relevancia perdida como cuando el malvado Scar pide ayuda a las hienas. El modelo es fácil, según todos los indicios, consigue que muchos cargos de ciudadanos abandonen el partido sin dejar el acta y pasen a los no adscritos. Muchos de ellos los encontraran ustedes estos días en las listas del Partido Popular. El protocolo de actuación es muy similar, entiendo que deliberadamente para que se notase quien estaba detrás de dicha operación. Carta publicada en redes sociales donde se trata de asimilar a Ciudadanos casi a un partido estalinista, conversión del afectado más rápida que la de San Pablo cuando cayó del caballo y obviamente un intento de justificación de los motivos por los que se aferraban al acta siempre en beneficio de los ciudadanos. Así hasta ahora.

Tal como está la política hoy en día, es posible que Scar y las hienas sobrevivan mucho tiempo en el barro de esta. Quizás no, quizás como en la película del rey León, las hienas devoren a el malvado Scar cuando se den cuenta que ya no les es necesario o que no ha podido cumplir todo lo que les había prometido.

El G8 de Ciudadanos rumbo a Karthoum

El G8 de Ciudadanos rumbo a Karthoum

(Publicado en El Español el 28 de julio de 2022)

Khartoum, una ciudad sitiada por el cruel líder islamista el Mahdi (Laurence Olivier). El general Gordon (Charlton Heston), un héroe nacional británico empeñado en fortalecer  las defensas de la ciudad mientras pide ayuda desesperadamente a su gobierno. Un primer ministro británico, Gladstone, que duda en intervenir en el conflicto.  Estos son el trio de protagonistas de  Khartoum, una película basada en hechos reales, de la temática colonial que tan popular se hizo durante los años sesenta.  A este trio de protagonistas se une un cuarto y no menos importante, el tiempo.  Cuando finalmente Gladstone asume que debe enviar la ayuda para el socorro de la ciudad,  la gran pregunta es  ¿llegarán a tiempo?

No podemos olvidar que en todo proyecto, el tiempo es un elemento que cobra fuerza fundamental y determina el desarrollo del mismo.

El tiempo es, quizás, uno de los principales enemigos  con los  que el partido político Ciudadanos se enfrenta, en lo que se ha venido a denominar  el proceso de refundación del partido. En una situación difícil, la ejecutiva del partido ha decidido delegar en una comisión,  denominada G8  por los ocho miembros que la forman, la elaboración de una propuesta sin límites para mejorar las expectativas del partido ante los próximos comicios electorales.

El G8 ha decidido con buen criterio incluir en el trabajo a los afiliados y cargos del partido y a destacados miembros de la sociedad civil. Las primeras sensaciones que tenemos al respecto, es que el G8 está formado por personas competentes, y que están realizando un trabajo serio. Ignoramos a día de hoy cuales serán las conclusiones del trabajo del G8, pero lo que si preocupa enormemente, es la temporalización de todo el proceso que ha planteado la ejecutiva de Ciudadanos dirigida por Inés Arrimadas.

Se espera que las conclusiones finales del G8 sobre la refundación se debatan en noviembre de este año, algo que parece que demasiado tarde dada la situación actual del partido.  Además, se pretende elegir en setiembre/octubre  a los candidatos de las elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán el próximo mes de mayo. No parece tener demasiado sentido elegir a los mejores candidatos según un modelo, cuando se pueden poner en duda los cimientos del partido dos meses después.  Tampoco parece lógico retrasar tanto el prometido congreso del partido.

Se ha puesto mucha confianza en el desarrollo de las propuestas del G8, pero muchos de los actuales cargos y afiliados de ciudadanos empiezan  a sentirse como el  general  Gordon : trabajando sin descanso  pero  mirando continuamente hacia el horizonte para comprobar si llegan los refuerzos que pueden evitar la masacre en Khartoum. 

Por ello, el sentir cada vez más generalizado es que se debe actuar ya y por tanto las conclusiones del G8 deberían llegar mucho antes.  No se entiende el empeño de la ejecutiva en retrasar ese momento.  Algo así hizo el primer ministro Gladstone, que retrasó demasiado tiempo el envío de tropas en apoyo de Gordon.

Recuerdo que cuando vi la película, esperaba el final feliz de la misma, con las tropas británicas llegando a tiempo y con el general Gordon recibido como héroe en su país. Pero la historia es la que es. El empeño de retrasar la expedición de ayuda, hizo que este llegara dos días después de que el Mahdi hubiese entrado en la ciudad de Khartoum pasando a cuchillo a todos los que allí vivían.

Un famoso cuadro retrata al general Gordon, en lo alto de una escalera espada en mano, esperando su  final ante la acometida de los soldados del Mahdi. El ministro Gladstone tuvo que dimitir ante la presión popular, que le responsabilizó del retraso del envió de la ayuda.

Estoy convencido que sería razonable que el G8 agilizara su trabajo y tuviese listo su dictamen cuanto antes, y que la ejecutiva de Ciudadanos adelantara toda la temporalización del proceso de refundación para evitar llegar tarde, tal como le pasaron a las tropas británicas en Khartoum. Hay tiempo para cambiar el rumbo, la historia está para aprender de ella y no para conformarse con que pase una y otra vez lo mismo.  Y es que como decía el general Gordon “No tengo miedo a la muerte, pero si al fracaso”. Y a veces al fracaso se provoca cuando en vez de rodearte de personas con el talento de Luis Garicano, consigas que estas abandonen aburridas el proyecto.

Arrimadas en Fort Apache

Arrimadas en Fort Apache

(Publicado en el Español el 30 de Junio de 2022)

¿Alguna pregunta capitán? No, ninguna. Henry Fonda y John Wayne en una de las escenas cumbre de una de las mejores películas de John Ford, Fort Apache. Henry Fonda es el coronel Owen Thursday y manda un regimiento en la guerra contra los indios apaches. John Wayne es el capitán York, quien tratará de demostrar que, por más grande que sea el poder de un hombre, no siempre se tiene la razón.

Ambos hombres se encuentran a la entrada de un desfiladero que el coronel Thursday quiere atravesar, a pesar de que el capitán York le advierte que está plagado de peligrosos apaches (“si los puede ver es que no son apaches”).

Y ahí está la decisión final de la película, el coronel puede hacer caso a el capitán que no pertenece a su círculo cercano o atravesar el peligroso desfiladero en busca de la gloria, aunque no tiene ninguna garantía de que va a poder ejecutar con éxito esta tarea.

Ciudadanos se encuentra en una situación muy complicada tras las últimas debacles electorales. Muchos esperábamos con mucho interés la reunión del consejo general que se realizó el pasado lunes por la tarde. Esa misma mañana se reunía la ejecutiva del partido y a última hora de la mañana ya se presentaban las próximas líneas de actuación. Todo ello sin contar con la opinión de los miembros del consejo general que habían recorrido un importante número de kilómetros desde diferentes lugares de España para poder estar allí y poder expresar su opinión. Como el coronel Thursday, sin plantearse escuchar al capitán York.

Sinceramente, la propuesta realizada difusamente de una refundación profunda, planteada con un comité elegido a dedo y todo ello asegurando que se va a escuchar a la afiliación sin siquiera haber escuchado a sus representantes del consejo general, genera escasa confianza.

Además, en la exposición de la propuesta, se habló de que inicialmente estaba previsto realizar el plan en doce meses, cuando las elecciones municipales y autonómicas se van a celebrar en once. De entrada, esto genera un temor terrible sobre lo poco que importaba a la ejecutiva el trabajo de todos los representantes de Ciudadanos en los municipios y autonomías. Algún concejal me comentaba que a la ejecutiva solo les importaba el posible escaño en Cortes Generales que se podía obtener. Afortunadamente han recapacitado y han reducido a seis meses el tiempo del proyecto.

Pero sigue siendo un error. Yo pienso que es necesario la existencia de un proyecto liberal y centrado dentro de la política española. No hay ningún otro partido ahora mismo que cubra dicho espacio y si no existiese, dejaría huérfanos a muchos votantes que no sabrían a quién votar. Pero también considero que, en la situación actual, donde puede hacerse fuerte Ciudadanos es precisamente en el ámbito municipal, con muchos alcaldes y concejales que podrían revalidar su presencia en los ayuntamientos tras las próximas elecciones, garantizando la supervivencia del proyecto durante estos tiempos tan complicados.

Entiendo que hay que volcarse en las elecciones municipales y dar un soporte fundamental a todos los equipos que se dispone en ciudades y pueblos por toda España. Pero seis meses es un tiempo demasiado largo para tomar decisiones, todo ello mientras el resto de los partidos se van a armar en los próximos dos.

Creo que es necesario un proceso de reflexión más profunda del que ha hecho la ejecutiva y que debería implicar desde ya a todos los afiliados. Por eso entiendo que es imprescindible un congreso que ponga las bases del proyecto Ciudadanos más allá de lo que plantee una ejecutiva que hasta el momento ha encadenado cinco derrotas consecutivas sin apenas cambios ni autocríticas.

Volvemos a la película de Ford, al capitán York asumiendo con tristeza el desastre al que va a conducir el coronel Thursday a todo el regimiento, al cargar en inferioridad de condiciones por un desfiladero lleno de apaches. 

A mí no me gustaría de aquí unos años pensar que podríamos haber forzado ese congreso extraordinario para tratar de cambiar una estrategia, que según mi modesta opinión nos conduce a un seguro final dentro del desfiladero. Toca escuchar a los afiliados para redefinir estrategias fuera del núcleo cerrado de la ejecutiva, pero no mañana ni dentro de seis meses, sino hoy. Por eso considero que celebrar un congreso extraordinario de Ciudadanos, sin miedo a debatir nada, es una necesidad, y si la ejecutiva no lo considera oportuno, los afiliados desde el mayor respeto al partido y tal como esta contemplado en sus estatutos, deberíamos solicitarlo.