Publicado en el diario ABC el 20 de junio de 2024
Mientras un valenciano está paseando por el desierto de Las Palmas en su Comunidad encuentra una antigua lámpara. Recordando la historia de Aladino se puso a frotarla mientras sonreía. De la lampara apareció un genio que agradecido por librarle del cautiverio le concedió un deseo.
El valenciano, tras pensar un buen rato y dudar entre el beneficio común o el propio, se decidió por el primero y le dijo: “Buen genio, los valencianos sufrimos desde hace muchos años de una pésima financiación del estado central que condena la atención, sanitaria, educativa y los servicios sociales de nuestra población. Ese modelo de financiación lo definió el socialista José Luis Rodríguez Zapatero y no fue modificado por el popular Mariano Rajoy. Ahora parece que el socialista Pedro Sánchez solo lo quiere cambiar para favorecer a los independentistas catalanes y de paso conseguir los apoyos necesarios para seguir manteniéndose en el poder.”
El genio tras dudar unos segundos y mostrar un semblante serio, le contestó: “Eso que me pides es imposible. Los intereses de unas comunidades chocan con las de otras, y a todo esto le sumamos el chantaje de los catalanes que puede generar cierta crisis institucional”.
El valenciano suspiró y viendo el escaso poder del genio, lanzó otro deseo; “Buen genio, había pedido algo justo y por el bien común, te pido ahora algo que me corroe las entrañas y me está poniendo muy nervioso. Quiero que me des una cita para poder pasar la ITV en nuestra Comunidad. La de mi coche está a punto de vencer y no quiero tener problemas con multas o con el seguro del coche”.
El genio no dudó un segundo en contestar: “bueno, ¿qué prefieres para la Comunidad Valenciana, una financiación estilo el cupo vasco o como la que piden los catalanes ahora?”.
En ocasiones es mejor tomarse los problemas del día a día con cierto sentido del humor, a pesar de lo que nos generan o pueden generar. Ha sido muy llamativo esa cruzada lanzada por el presidente Carlos Mazón contra la burocracia, contra ese dragón que dificulta la realización de los más diversos trámites administrativos que los valencianos debemos realizar en nuestra Comunidad. Ese tipo de campañas lo llevan prometiendo presidente tras presidente desde que Mariano José de Larra escribió aquello de “vuelva usted mañana”.
La gestión de las ITV era una piedra de toque razonable para probar ese afán de lucha contra el dragón burocrático. Es cierto que tenía la dificultad de que la planificación de la reversión del servicio por parte del tripartito de izquierdas se había limitado a una hoja donde estaba escrito “la gestión pública es siempre mejor que la gestión privada, y además esta última solo la defienden los de la fachosfera”.
Pero ha pasado un año ya desde que los populares se han hecho con el gobierno y el sistema de gestión de las ITV sigue generando un quebradero de cabeza notable a los valencianos, incapaces no de conseguir una cita que les venga bien de acuerdo a su disponibilidad horaria, sino simplemente una cita. Recientemente, desde la Generalitat se ha publicado una oferta para contratar el personal necesario y anuncian que probablemente el sistema informático se mejorará en los próximos meses.
Yo puedo entender al conseller de sanidad, Marciano Gómez, en la dificultad de poder contratar personal sanitario para dar mejor atención en el servicio valenciano de salud. Más todavía, dada la incompetencia demostrada día tras día por la ministra de sanidad en sus gestiones con los MIR o la homologación de títulos extranjeros.
Pero lo que no puedo entender es que un servicio tan rentable, y del que somos cautivos los conductores españoles, siga gestionándose de la forma que se está haciendo. Creo que no es tan difícil contratar personal para las estaciones de ITV como la del personal sanitario. Quizás, muchos de los conselleres que ahora viajan en coche oficial han olvidado eso de que cada año o dos hay que pasarse un par de horitas bajo el sol tratando de obtener la pegatina que nos permita seguir circulando con nuestro vehículo un tiempo más.
Me consta que es sincera la preocupación del presidente Mazón de acabar con esa burocracia. Me permito recomendarle que en el próximo pleno del Consell les pida a sus conselleres que, a modo de prueba, traten de conseguir una cita para la ITV por internet o que algún operador les conteste vía telefónica. Espero que no les pase como a más de uno, que de forma presencial les han recomendado ir a pasar la ITV a algunas de las estaciones de nuestros vecinos de Murcia. Tras diez minutos de intentos infructuosos les podría decir a los que corresponda, que espera que en el próximo pleno del Consell no quiere ver el mismo resultado. Y es que para alcanzar grandes retos es necesario estar preparado para superar los más pequeños o “para derrotar al dragón, antes hay que ser capaz de vencer al lobo”.