El cartero siempre llama dos veces, no importa que llame una primera vez y no respondas, el cartero insistirá, aunque sea al menos una segunda vez. Esta idea, “el cartero siempre llama dos veces”, dio lugar al título de una novela que se ha hecho muy famosa cuando fue llevada al cine. Es especialmente recordado como Lana Turner (en 1941) y Jessica Lange (en 1981) arrastran a su perdición tanto a John Garfield como Jack Nicholson respectivamente en los Estados Unidos de la postguerra. La novela es una historia de amor, ambición y crimen que, además de la famosa escena de la cocina de la película de 1981, destaca el hecho de que tus actuaciones en tu pasado pueden condicionar y mucho, tu presente.
En estos días, algunos de los miembros de PSPV y de Compromís se han quedado como John Garfield cuando recuerda cómo actúa el cartero. Ambos partidos hicieron punta de lanza su lucha contra la corrupción, famosas las camisetas de Mónica Oltra, los scratches, las declaraciones incendiarias, las peticiones de dimisiones y condenas cercanas al garrote vil. Pero hoy el cartero vuelve a llamar, y llama a su puerta en forma de fiscales que aprecian indicios de financiación irregular del PSPV-PSOE y el Bloc (partido mayoritario en la coalición Compromís) en las elecciones de 2007, tal como detalla Rosana Crespo en ABC.
Lo que eran peticiones de dimisiones de inmediato se han convertido en afirmaciones como las del síndic socialista Manola Mata de que “se tomarán medidas cuando haya imputaciones con una cierta verosimilitud”. Las peticiones de transparencia extrema y de información exhaustiva que hacían los socialistas y los nacionalistas al Partido Popular, ahora les han dejado en evidencia cuando ni unos ni otros han aportado las facturas de su investigación interna.
Hasta los de Podemos han quedado algo descolocados al abrirse un nuevo frente a su lado donde poder disparar y captar votos. Pero cuando han intentado amenazar con personarse en la causa, el síndic socialista les ha llamado “el guerrero del antifaz”, ignoro si con segundas intenciones malvadas al identificarlos con un héroe de comic que se hizo famoso en la etapa franquista.
Volvemos como en atrapado en el tiempo a vivir la misma situación en la Comunidad Valenciana, las mismas acusaciones, las mismas excusas de mal pagador, pero han cambiado los actores que protagonizan cada uno de los papeles. Ahora, los acusadores de antaño son los acusados y parecen haber olvidado todo lo que dijeron y exigieron.
Al fondo, la financiación de los partidos políticos y la voracidad de los mismos para consumir recursos que no pueden compensar con los ingresos tradicionales de cuotas de los afiliados y aportaciones públicas. Desgraciadamente no son sólo acciones del pasado, en Alicante podemos dar fe de todo ello al haber visto recientemente la dimisión del alcalde socialista en vísperas de apertura de juicio oral. El mismo alcalde que exigía, cuando era candidato, máxima ejemplaridad a los populares, aguantó hasta el último momento en su cargo.
Al final, parece que la izquierda valenciana ya tiene su Gurtel particular, y ya hay gente que lo asume, pero que trata de diferenciarlo por las cantidades implicadas. No creo que sólo sea una cuestión de cantidad, pero siempre hay gente que ve los penaltis tan sólo en el área del equipo rival.
Pero, hoy el cartero vuelve a llamar a la puerta por segunda vez, socialistas y nacionalistas parece que no quieren abrirla, no se preocupen, seguro que llamará una tercera vez.