(Publicado en Alicante24horas el 17/08/2011)

El 20 de Noviembre de 1975 me trae recuerdos de niñez y de televisión en blanco y negro. La ejemplar transición que llevaron a cabo los españoles en una situación tan difícil hace que esa fecha sea para muchos casi una más en el calendario. De aquella época recuerdo que unos días antes el director de mi colegio llegó un día a clase acompañado por un hombre, ambos llevaban un semblante muy serio, nos indicaron a todos que debíamos volver a casa inmediatamente. Imagino que habría corrido un rumor acerca del fallecimiento de Franco y todo el mundo prefería que los niños estuviesen en su casa. Para la mayoría de alumnos fue recibido con alegría la noticia (la de suspender la clase obviamente), aunque yo me fui algo mosqueado para casa al ver el semblante tan serio de mi director. No pasó nada y al día siguiente volvimos tan tranquilos al colegio. Imagino que esos días en los que se prolongó la agonía del dictador sirvieron para que alguno de sus allegados arreglase alguna cosilla o intentara cambiar el inexorable camino a la democracia. No recuerdo donde me pilló exactamente el 20N, no obstante las imágenes que me quedan de esos días son las de la televisión mostrando las colas de gente que querían rendir un último adiós al dictador que había llevado con mano férrea el destino de nuestro país.

Años más tarde me enteré de que José Antonio Primo de Rivera había sido fusilado el mismo día en el que murió el dictador, aunque casi cuarenta años antes. Yo creo que mi generación apenas conoció la vida de este hombre debido a que Franco se encargó de que llegara muy matizada a las siguientes generaciones. Es curioso que el régimen franquista utilizara su memoria pero apenas hizo nada para que se conociera su historia.

Un 20 de Noviembre hace ya 35 años, Franco moría, hace 75 lo hacía Primo de Rivera, y ahora casualidades del destino más de uno estamos enlazando la historia pasada con el futuro más inmediato con la fecha elegida por el PSOE para convocar las elecciones generales. No voy a ser yo el que haga elucubraciones sobre la maldad de la fecha elegida. Es muy posible que desde el PSOE se considere una pequeña ventaja hacerlo ese día, no lo sé, en cualquier caso el gobierno es el que determina la fecha de las elecciones y así lo ha hecho. En cualquier caso sería llamativo que este año se volvieran a realizar especiales informativos sobre la muerte de Franco el 19N o el 20N,  yo no lo descarto.

Lo que parece seguro es que el presidente Zapatero no va a tener una despedida tan “vikinga” como tuvo el dictador Franco. Me parece que su salida va a ser más similar a la que tuvo el rey Alfonso XIIIque tuvo que marcharse por la puerta de atrás y viendo como los que antes le adulaban, en los últimos minutos ni siquiera se acercaron para despedirse. En aquellos días se decía que España se acostó monárquica y se levantó republicana, ahora se dice que hace unos años el PSOE era Zapaterista y ahora todo socialista parece olvidar quién les llevó a dos victorias consecutivas en las generales. Puede parecer normal, aunque no por ello menos triste el desprecio que Zapatero recibe, sin ir más lejosRubalcaba ya se ha autoproclamado líder del PSOE. Yo considero que Zapatero ha sido un muy mal presidente en una época muy difícil. Ha cometido muchos más errores y de gran calado que aciertos. El que parecía un hombre de consenso y dialogante se empeñó en cavar zanjas por todo el país dividiendo según ideología, autonomía o religión. Su política económica ha sido irreal, dubitativa y con continuos cambios de dirección. En su descargo cabe decir que muchos líderes socialistas municipales y autonómicas le han culpado de sus derrotas sin la menor autocrítica.

Por supuesto que su llegada al poder fue democrática no como la de Franco, pero no por ello va a ser bien tratado por la historia. Es curioso que todos los presidentes de la democracia han tenido cierta aura o carisma en su salida,  a pesar de los errores que cometieron supieron mantener su prestigio. No imagino a Zapatero dando conferencias, a menos que sean del tipo “Errores que no se deberían cometer contados desde la experiencia personal”.

Aunque le queden unos meses de gobierno, Zapatero es pasado, el futuro lo tenemos que construir cada día y el 20N es uno de esos. Nuestra joven democracia y nuestra forma de gobierno parece que se han puesto en entredicho por muchos movimientos. Yo estoy seguro que la democracia es la mejor forma de gobernar un país, a menos que queramos volver a los “salvadores de la patria”. Pero para que siga funcionando y mejorando es necesario una implicación de todos en lo que es la pequeña posibilidad que tenemos cada cuatro años de depositar con ilusión en una urna el nombre de los que queremos que nos gobiernen. El 20N no es Franco, ni Zapatero, es otra fiesta para la democracia, yZapatero que tenga tanta paz como descanso deja.

 

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