(Publicado en Alicante24horas el 9/11/2011)

Si no fuera porque pude escuchar a Alejandro Soler, ex alcalde del PSOE de Elche y actual diputado provincial, no hubiese dado credibilidad a que una persona representativa del PSOE hiciera una pregunta a la presidenta de la Diputación acerca del motivo de la desaparición del trasvase del Ebro del programa del Partido Popular. También me dio cierta tristeza la respuesta tibia de la señora presidenta.

Es curiosa la importancia que los partidos políticos dan al agua, un elemento casi olvidado durante meses que vuelve a cobrar importancia en estos días de campaña electoral. Y lo hace como arma arrojadiza de los dos partidos mayoritarios, uno frente al otro, pero sin que ninguno de los dos haga una propuesta seria y concreta que tranquilice a los ciudadanos, ya que estos partidos piensan que si tranquilizan a unos inevitablemente molestarán a otros.

Dicen que uno de los objetivos de los políticos en la campaña electoral es hacer olvidar a los ciudadanos lo que han hecho  y que les crean en la promesas de lo que van a hacer. Partido Popular y Partido Socialista así lo hacen, aunque en el caso del agua ambos nos han dejado a los alicantinos bastante preocupados por sus propuestas más mirando al interés de otras comunidades que al interés general y sensato por España.

Voy a intentar limitarme a describir unos hechos y opiniones que unos y otros han hecho durante estas dos legislaturas y nada hace pensar que vaya a cambiar durante la próxima.

Fue el señor Rodríguez Zapatero el que nada más llegar al poder se cargó el plan hidrológico nacional lo que supuso el fin del trasvase del Ebro, por cierto  a medio hacer y con parte importante de la financiación para finalizarlo concedida. Por supuesto fue apoyado por todos los miembros del PSOE, incluso por algunos de los que ahora preguntan por él. El discurso era sencillo, se iba a cambiar los trasvases por las desaladoras, lo que supuso un continuo brindis de socialistas de todo tipo brindando con agua desalada bajo los flashes de los fotógrafos. Durante esa primera legislatura el Partido Popular ejerció una sensata crítica al modelo, sobre todo por parte de una persona imprescindible en nuestra Comunidad tal como se demostró en su temprana desaparición como fue D. José Ramón García Antón.

Por cierto el PSOE mantuvo su discurso de fin de los trasvases hasta que Cataluña tuvo problemas de sequía y se montó un trasvase al que se le dio todo tipo de nombres para evitar que el ridículo del PSOE fuese mayor.

El ascenso de la señora Cospedal dentro del PP, cambió las cosas en este último.  De reclamar el trasvase del Ebro se pasó a poner en tela de juicio el del Tajo Segura, con una abstención vergonzosa de diputados del partido popular al respecto del famoso Estatuto de Castilla la Mancha con sus clausulas anti trasvase.

Ahora el PP ha ganado en Aragón y el de la Comunidad Valenciano más que contar poco, es que no cuenta. Si preguntas a un dirigente del PP por el Ebro silban y cuentan un discurso poco concreto y que no compromete a nada, si les preguntan por el Tajo Segura siguen silbando con más fuerza. No obstante, que además los del PSOE pregunten por en trasvase del Ebro ya me parece digno de un vodevil de los hermanos Marx.

Al final nadie sabe lo que van a a hacer PP o PSOE con el tema del agua, yo por mi parte considero que es un tema vital para nuestra agricultura, nuestro turismo en fin para nuestra economía no solo alicantina, sino valenciana y española en general. El agua se ha de valorar como un bien común de todo el país, con una gestión nacional que no surja del enfrentamiento entre comunidades sino de la racionalidad de palabras como aguas excedentes, rentabilidad social y económica, de vida en general. Hay que olvidar las taifas y sus jefes en la gestión del agua, ya que si unos reclaman el agua de los ríos, otros pueden reclamar el agua de los mares o el hecho de que unos contribuyan más al estado español que otros, etc. 

Al final las cosas hay que llamarlas por su nombre y a lo mejor hay que decir que si el agua de los ríos en vez de perderse en el mar se utiliza por otra comunidad va a generar indudablemente riqueza para el país que según todas las leyes de comercio seguro que también repercute al final sobre la comunidad origen que no propietaria del agua.

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