(Publicado en el Diario Información de Alicante el 11/10/2012)
En el pasado debate sobre el estado de la ciudad, al alcaldesa comentó que en unas encuestas, Alicante había obtenido un 8 sobre 10 (no sabemos que obtienen el resto de ciudades). Mientras, el portavoz de Esquerra Unida referenciaba la baja posición que ocupaba Alicante en otro informe. Me sonó al discurso de la botella medio llena o medio vacía, no es una cuestión de pesimismo o de optimismo, es una cuestión más bien de donde quieres estar y hasta donde puedes llegar.
La ciudad de Alicante tiene sin duda alguna, muchas fortalezas y algunas debilidades, obviamente nuestro objetivo debe ser potenciar las primeras e intentan minimizar al mínimo las segundas. Desgraciadamente, la decisión de las acciones a tomar no se pueden consensuar en las dos horas que duró el debate del estado de la ciudad. Por eso y como suele ocurrir que la gran mayoría de debates o cara a cara suelen no responder a las muchas expectativas que se crean sobre ellos.
He de reconocer que la propuesta de realizar un debate del estado de la ciudad me pareció interesante, considero que debería ser algo natural para que sin mociones, ruegos, ordenanzas de por medio, gobierno y oposición pudiéramos hablar de objetivos logrados o fallidos, acciones en proceso y por supuesto alternativas, todo ello con el objetivo de mejorar Alicante y la vida de sus ciudadanos.
Me preocupó notablemente la forma en la que el equipo del gobierno del Partido Popular se tomó la propuesta de la oposición de celebrar dicho debate, como si fuera algo malvado poder hablar de Alicante. Rápidamente se puso una fecha, no sé si mejorable o no, pero lo que sí que es cierto es que los tiempos fijados para el debate fueron bastante escasos. Había casi el mismo tiempo para debatir sobre el estado de Alicante que el que dedicamos en cualquier pleno a debatir y votar las enmiendas de alguna ordenanza municipal. A esto hay que añadir que a lo acordado por la junta de portavoces se añadieron las dos intervenciones de la alcaldesa en el debate, al inicio y al final del mismo, por cierto que considero necesarias, pero que en ningún caso fueron previstas ni comunicadas al resto de portavoces. No se extrañen, estamos acostumbrados a estas sorpresas.
Quizá el Partido Popular pensara que el debate se iba a utilizar para pedir la dimisión de la alcaldesa, por cierto tal como se hace en muchos plenos ordinarios, y prefería dar al debate el menor tiempo y contenido posible. EU y PSPV pidieron la dimisión de la alcaldesa, yo no lo hice en ese pleno porque considero que no era el objetivo del mismo. Yo me he manifestado en prensa, radio, y televisión diciendo que la señora Castedo debería dejar la alcaldía mientras durara su imputación, es más fui el único que personalmente en mi primera visita a su despacho hace pocos meses le comuniqué que iba a solicitar su dimisión en el caso de que fuera imputada. Además considero que el Partido Popular de la Comunidad Valenciana, rompe su código ético todos los días en este tipo de asuntos y que en Alicante tiene suficiente margen para poder cambiar de alcalde. Esa es mi opinión, pero yo estoy convencido que el pleno del día 8 de Octubre era para hablar de la ciudad de Alicante, para proponer acciones que la podrían mejorar.
Hay muchas cosas que mejorar en Alicante, el equipo está inactivo y plantea pocas propuestas más que las de subidas de tasas impuestos y apariciones de elementos recaudatorios como la zona azul o convertir Alicante en un receptor de basuras de varias provincias limítrofes. El Ayuntamiento ha incrementado los gastos, ha reducido los ingresos y no sabe como invertir esta tendencia.
Damos algunas ideas que comentamos en el pleno. En primer nivel de forma interna, coordinación entre las diversas concejalías, liderar la gestión de personal y ser valientes es hacer un estudio de la plantilla y organismos paralelos para hacerla menos gravosa y más eficaz de cara al ciudadano.
Estamos de acuerdo con la idea del Concejal Castillo de potenciar el autoempleo, pero por supuesto considero imprescindible gestionar la llegada de medianas y grandes empresas a Alicante para lo que es necesario crear un parque tecnológico. ¿Dónde? Junto a IKEA, entre la Universidad y la ciudad. No es necesario construir más centros comerciales, mejor apostar por traer industria.
Obviamente no podemos olvidar el turismo, potenciar Alicante impulsando la oferta conjunta de museos de Diputación, Ayuntamiento, Volvo, Iglesia e incluso junto a la de otros municipios cercanos. Potenciar la Isla de Tabarca, recuperar los conciertos o actuaciones culturales que den sentido aún más a una visita corta a Alicante fuera de temporada.
Mejorar el transporte público sin incrementar el gasto, ¿cómo? Reordenando y rediseñando unas líneas que de verdad den servicio al ciudadano, definiendo nuevos títulos de transporte que favorezcan el uso intensivo del mismo.
Por cierto, también es importante liderar un contrapoder a lo que supone que ahora mismo Valencia y Castellón se lleven el peso de la Comunidad, castigando a Alicante notablemente en la reducción de inversión en centros de salud y colegios, así como ralentizando obras como la línea 2 del TRAM y el AVE.
La alcaldesa se ufanaba de que Alicante tuviera un ocho, yo considero que si trabajamos bien podemos sacar matrícula de honor.