(Publicado en ABC el 10/07/2017)
Tras la guerra civil española al dueño de una sombrerería de Madrid se le ocurrió una idea para fomentar las ventas de su negocio en un momento especialmente difícil. Puso un cartel en su local con el siguiente lema “Los rojos no usaban sombrero”. Obviamente pretendía acercar la imagen de los que no llevaban sombrero a los perdedores de la contienda. Parece que la campaña publicitaria tuvo cierto éxito y Madrid se llenó de hombres con sombreros con la correspondiente alegría de los comerciantes.
Ahora en Alicante, el tripartito parece que ha puesto en funcionamiento el slogan “Las buenas personas no quieren corridas de toros”, y ya ha confirmado que a partir de 2017 no va a renovar el contrato, con lo que la plaza de toros de Alicante va a ser pisado por todo tipo de animales exceptuando a los toros. La defensa de su estrategia es obvia, las corridas de toros suponen el paradigma del maltrato animal, en la que el noble toro de lidia sufre hasta la extenuación.
Yo jamás he sido un amante de las corridas de toros, de hecho siempre recuerdo que en mi infancia la retransmisión por televisión de alguna corrida de toros suponía inevitablemente la cancelación de mi programación favorita (¡qué tiempos aquellos los de un solo canal de televisión!). Mi padre, gran aficionado a los toros jamás consiguió transmitirme una pizca de su pasión por la fiesta nacional, pero sí que me consiguió convencer de un detalle de gran importancia: la existencia del toro de lidia en las condiciones actuales se debe a que se siguen realizando corridas de toros. Además, las condiciones de vida de éstos es infinitamente mejor de sus congéneres que apenas viven para engordar y ser liquidados en un matadero para seguir alimentando a taurinos y anti-taurinos.
Es curioso que a veces las normas de protección son muy perjudiciales para lo que se pretenden defender. Recientemente en México con la prohibición del uso de animales salvajes en los circos, además de suponer que la mayoría de domadores han pasado a engrosar las listas del paro, se han devaluado el precio de los animales, lo que ha supuesto sacrificio de muchos de ellos.
Hoy, el tripartito ha ya dejado su amenaza en el aire y ha iniciado la cuenta atrás para que dejen de celebrarse corridas de toros en Alicante y que cómo me decía un buen amigo “poder ver a José Tomás saliendo por la puerta grande de nuestra plaza”. La polémica está abierta y posiblemente el tripartito consiga con este tipo de acciones conseguir que el debate se centre en este tipo de temas y no en la falta de ejecucióne de acciones positivas para la ciudad