(Publicado el 9 de noviembre e 2023 en ABC)

Basado en hechos reales

El President de la Generalitat, D. Carlos Mazón, levantó la cabeza tan sobresaltado que casi se le caen las gafas de cerca. Miró al atril del hemiciclo de las Cortes Valencianas donde la portavoz del partido socialista, doña Rebeca Torró, le acusaba de machista y de faltarle al respeto en la última sesión de control. Mazón trató de procesar en milisegundos lo que él le había dicho hace quince días. Sin darle tiempo, la portavoz socialista siguió con su discurso, “usted es un machista porque me guiñó un ojo”.  Mazón giró la cabeza hacia su conseller de educación, José Antonio Rovira, para ver si había entendido bien, el gesto del conseller encogiéndose de hombros le hizo ver que sí. Mazón ya no recordaba si había guiñado un ojo en su intervención o si tenía un tic nervioso y no se había dado cuenta, pero lo que probablemente pensó fue “quince días y me echa en cara si le guiñé un ojo, esto es rencor y no lo del Conde de Montecristo. Menos más que no le dije lo que Joan Baldoví le gritó a la de portavoz de Vox en el otro pleno, ya que en ese caso me hubiesen mandado a la checa del Grao”.

Casi sin tiempo de asimilar la regañina de la portavoz socialista, la consellera de hacienda, Rut Merino, le enseña a Mazón un tuit del portavoz adjunto socialista, Arcadi España, criticando la bajada de doscientos millones del presupuesto de la Generalitat contra el calentamiento global. Mazón piensa “calentamiento global son las listas de espera en sanidad que nos han dejado en herencia el tripartito de izquierdas, digo yo que habrá que dedicar el dinero a lo importante”. Mazón volvió a dirigir su atención al documento que tenía entre manos, pero al recordar las palabras del analista ruso Georgy Arbatov se dio cuenta que podría estar ahora mismo contra las cuerdas. Tras la disolución de la Unión Soviética, Arbatov dijo a los norteamericanos: “Acabamos de hacerles algo mucho peor que cuando les amenazábamos con nuestros misiles nucleares , les hemos dejado sin enemigo”.

Y es muy posible que para Mazón sea así, ya que la oposición de izquierdas valenciana no existe. El anterior presidente socialista, Ximo Puig, para estar más tranquilo en el gobierno, preparó unas listas electorales que mi abuela hubiese calificado de “huits i nous i cartes que no lliguen” (ocho y nueves y cartas de escaso valor que no forma nada). Puig no esperaba el desastre electoral que le llevó a él y a su grupo a la oposición. Ahora solo suspira por un ministerio. De Compromís solo se conocen sus cuitas internas y su empeño en reducir el horario de trabajo.

El alemán Carl Schmidt decía que no se puede vivir sin un enemigo contra el que unir a tus tropas para combatir. Esa falta de enemigos hace que te relajes y puedas acabar buscando los enemigos entre los tuyos. Hay quien asegura que la decadencia del Roma se inició cuando venció y destruyó definitivamente a Cartago. Yo creo más bien que esa decadencia surgió por otros motivos de los que Europa debería aprender más que seguir los pasos que le llevaron a su fin.

En cualquier caso, ante la falta de enemigo local de peso, Mazón tendrá que encontrarlo allende de las fronteras de la Comunidad, más si cabe en unos años que se auguran complicados. No obstante, probablemente Pedro Sánchez le va a poner fácil encontrar ese enemigo, dados sus pactos con los golpistas catalanes y  el previsible maltrato que nos espera a los que vivimos en la Comunidad Valenciana.   

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