Publicado en el diario ABC el 3/12/2024
Al igual que muchos españoles aprendíamos en la escuela a recitar “la canción del pirata” de José de Espronceda, los británicos hicieron lo mismo durante mucho tiempo con el poema de Tennyson, “la carga de la brigada ligera”. Este último narraba una carga heroica pero absurda de un regimiento de caballería sobre un valle repleto de artillería enemiga. La historia se llevó al cine en varias ocasiones, una de ellas con el gran Errol Flynn al frente de la carga. Con el tiempo, alguien se dio cuenta que, a pesar de lo épico del poema, llevar a la memoria colectiva la perfecta demostración de lo que pueden hacer unos ineptos al mando no era lo más adecuado.
De hecho, en la primera edición alguien censuró un verso del poema, que fue incorporada en la segunda edición. “Alguien se había equivocado”, esa simple frase se eliminó para evitar que los jóvenes británicos se preguntasen quién era ese alguien. En realidad, fueron más de uno los que condujeron a dicho desastre.
El PSOE ha decidido en su último congreso que, si alguien se había equivocado, ellos no habían sido y han elevado a los altares a la delegada del gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, por su gran gestión durante la DANA. Días antes habían hecho lo mismo con la entonces ministra de transición ecológica, Teresa Ribera, aupándola al gobierno de la Unión Europea. Con el presidente de la Confederación del Júcar, a lo mejor hubiesen tenido algún gesto, pero parece que este no se atreve a salir a la luz para dar alguna explicación.
Mientras tanto, el Partido Popular sigue siendo el pagafantas de la historia, cesando a unos y a otros, y teniendo que ver como unas organizaciones, que financia alegremente todos los años vía presupuestos, le organizan manifestaciones pidiendo la dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Quizá el PP lo tenga merecido, ya que mientras trata de esconder a Francisco Camps y Sonia Castedo, absueltos de sus causas judiciales y que en su momento les permitieron obtener sus mejores resultados electorales en sus respectivas circunscripciones, el PSOE rinde un homenaje a los condenados socialistas por el mayor caso de corrupción de la historia española. A lo que habría que añadir el recibimiento apoteósico, ni que fuera Taylor Swift, de la mujer del presidente, Begoña Gómez, imputada en varias causas.
Volviendo a la gestión de la DANA, parece evidente que muchos, políticos y técnicos, se equivocaron y cometieron errores groseros, tanto los que estuvieron en el CECOPI de forma presencial u online, como los que no estuvieron o llegaron tarde. Y por mucho que los socialistas se empeñen en apuntar a la Consellera Salomé Pradas y al presidente Mazón, Pilar Bernabé estaba allí y también tenía mando en plaza. Nadie es capaz de contar de forma medianamente convincente que hizo antes, durante y después de la catástrofe la delegada socialista del gobierno para ser recibida como una heroína en el congreso y serle asignado un puesto destacado en la ejecutiva de su partido. Quizá Pedro Sánchez ha pensado que es bueno tener un recambio para Diana Morant que a pesar del desastre en la Comunidad Valenciana sigue sin arrancar. Y de paso, que ese recambio tenga un pasado del que poder tirar si hace falta por si algún día se le ocurre hacer un Juan Lobato.
Pero así es la historia, unos la escriben según sus intereses, sabiendo que los que les votan no solo las van a poner en duda, sino que además las van a recitar entusiasmados como aquellos niños británicos en la escuela. Mientras el PSOE ya ha compuesto sus poemas con ineptos ajenos y héroes propios, el PP sigue sin encontrar su relato. Incluso lo del fichaje del general le ha salido regular por la petición, tampoco bien explicada, del incremento de salario. Quizás algún responsable de su política comunicativa debería hacérselo ver.