Publicado en Abc el 14 de agosto de 2024
Los socialistas valencianos habían preparado una estrategia para criticar el aumento de sueldo que se había aplicado el presidente valenciano, Carlos Mazón. Medios afines habían publicado la noticia para calentar el ambiente y solo faltaba la aparición de los prebostes socialistas para poner en evidencia que, Carlos Mazón criticaba las subidas de sueldo del gobierno valenciano mientras él estaba en la oposición, pero que él se lo subía cuando llegaba al gobierno. Pero en eso llega el nuevo y flamante president de la Generalitat de Cataluña, el socialista Salvador Illa, y va y nombra el doble de consellers que tiene el gobierno valenciano. Esto a su vez implica que el número de cargos se multiplica en cada uno de los escalafones que definen cada una de las consellerías. Pero la noticia no acaba aquí, y es que cada uno de los consellers de Cataluña cobra un cincuenta por ciento más de lo que cobra el presidente Carlos Mazón. Imagínense ustedes a cuánto ascenderá el sueldo del president socialista Salvador Illa. También es cierto que los catalanes saben que el sueldo de sus políticos los vamos a a pagar entre todos los españoles, excluidos los vascos.
Y en esas, tras un quiebro que pretendía despistar a más de uno, el eurodiputado Luis Alvise por fin ha organizado una rifa de su sueldo mensual de eurodiputado. Sueldo que supera al de cualquier conseller o president del gobierno valenciano. Parece que ha generado expectación el sorteo y se han apuntado al mismo, previa suministro de un montón de datos personales, cientos de miles de personas. Yo me pregunto si no sería más rentable jugar al cupón de la ONCE, pues tienes las mismas posibilidades de que te toque y no tienes que dar tantos datos personales que nadie sabe dónde van a ir a parar. También deja la duda en el aire de qué va a vivir el eurodiputado si sortea todos los meses su sueldo, y es que la política no debe ser una obra de caridad.
El sueldo de los políticos es algo que ha generado mucha controversia y suele ser utilizado como arma arrojadiza entre los propios partidos para criticarse entre ellos mismos. Parece que los políticos creen que les suma votos el poner en duda los supuestos privilegios que ellos mismos tienen. Son muchos menos de los que la gente se cree. Por ejemplo, un diputado de las Cortes Valencianas, cuando finaliza su desempeño no tiene derecho al paro, algo que cualquier otro trabajador si tiene. Es algo que se gestionó mal en la constitución de nuestro parlamento y ahora es imposible cambiar, ya que siempre aparece un grupo que cree que impedirlo le va a dar un voto más. Yo soy de las personas que piensa que la gente prefiere políticos que gestionen bien a políticos baratos, porque ya sabemos todos que los chapuzas suelen salir caros.
Pero no todos piensan lo mismo, y con estos movimientos lo que se está degradando es la figura del político, de la persona que quiere dedicar parte de su vida profesional a la política, poniendo al servicio público sus conocimientos y experiencia. Así, cada vez menos personas con capacidad para hacerlo se van a dedicar a la política y tenemos en muchos casos los políticos de saldo que pagamos.
Por ejemplo, un catedrático de universidad cobra más que “su jefe” que es el conseller de educación, y así todo. Hay que dignificar la política, y el sueldo es una forma, aunque no la única, de conseguirlo. Nadie tiene que hacerse rico trabajando como político, pero tampoco tiene que perder dinero.
Al final el problema no es cuanto ganan los políticos españoles o valencianos, incluso los catalanes, sino si se lo ganan. A lo mejor no es necesario tener los dieciséis consellers del socialista Illa, pero para poder elegir a los mejores para cada puesto hay que pagarles lo que corresponde, obviamente dentro de unos límites.
Eso se extiende también a todos los cargos técnicos nombrados a dedo por los políticos. Cuando prefieres la lealtad a la capacidad, no tienes más que ver la comparecencia del jefe de los mossos del otro día tratando de explicar cómo se les había escapado Puigdemont. Ese señor cobra más que el presidente del gobierno español, y dada su eficacia y su forma de expresarse parece que no se gana el sueldo que cobra todos los días. Luego cuando te preguntes por el aumento de la inseguridad en Cataluña no tienes más que volver a ponerte el mismo video.