(Publicado el 20/11/2014 en el Diario Información)
En el pasado pleno celebrado en el Ayuntamiento de Alicante no pude evitar recordar la figura del joven húsar que luchó en la guerra de Independencia española, retratado por Perez-Reverte en su primera novela.
El húsar relata la historia de un joven soldado napoleónico que está apunto de enfrentarse a su primera batalla, orgulloso y altivo de formar parte del mejor ejército de la época. Pero su mundo ideal cambia en unas horas debido a la derrota y a las miserias de la guerra, los errores y las barbaridades que a veces se cometen.
El mundo de húsar se transformó en unas horas mientras la situación municipal del Ayuntamiento de Alicante ha cambiado radicalmente durante estos años de mandato. Recuerdo perfectamente la primera vez que el equipo de gobierno del Partido Popular llevó unos presupuestos al pleno del Ayuntamiento.
Unos presupuestos que con la desidia que ha acompañado muchas de las actuaciones municipales se llevaban tarde e incumpliendo cualquier plazo posible. Pero para el concejal de Hacienda, Juan Seva, parecía que daba igual, y que era habitual que los presupuestos de los ayuntamientos no se gestionaran en plazo. Recuerdo la seguridad con la que Seva exponía unos números imposibles si no es porque pensaran que en cualquier momento iba a llegar una lluvia de millones a la ciudad. Pero, no solo era la seguridad de Seva, era un momento en el que todos los concejales del Partido Popular parecían seguros de que iban a comerse el mundo, de que iban a mejorar cualquier previsión acerca de esa crisis que había llegado pero que se empeñaban en ignorar. Si hubo un tiempo en el que parecía que Sonia Castedo tenía un equipo fueron en aquellos momentos, donde su carisma brillaba a pesar de las dudas que generaba en ciertos sectores.
El aplomo que demostraban recuerdo que te hacía sentir pequeño y pensar que era poco razonable que las propuestas y dudas que yo había planteado se pudiesen cumplir. Pero era más que obvio que el equipo de gobierno había hinchado desproporcionadamente los ingresos y no había efectuado ninguna acción para reducir los gastos, sobre todo en las contratas. Me llamaron agorero y pesimista, desgraciadamente el tiempo me ha dado la razón.
Tres años después, con el descalabro económico al que ha llevado el PP a las arcas del Ayuntamiento y tras varios rescates por parte del ministro Montoro, todo ha cambiado. Como el húsar tras la derrota mirando hacia el suelo y esperando el final, allí estaban lo que hasta hacía unos años era el mejor resultado del PP en Alicante esperando que fuera breve el calvario de tener que aguantar la defensa de unos presupuestos que ni siquiera el concejal de Hacienda parecía creer.
La propuesta del PP en Alicante para el 2015 es muy similar a la que hicieron en el año pasado y que solo se consiguió cuadrar gracias a los millones del rescate, que permitieron estabilizar el resultado a corto plazo, pero que hipotecan la ciudad a medio y largo plazo. Otra vez la previsión de ingresos es irreal, a menos que contraten al señor Fabra (no el president, sino el del aeropuerto de Castellón) para que les organice la compra de los décimos de la lotería de Navidad que siempre tocan.
Una propuesta de inversión en la ciudad ínfima si se compara con la que realizan otras ciudades similares, y vergonzante si se compara con las partidas dedicadas al pago de la deuda o las que suponen las facturas a pagar al empresario de cabecera.
Algo patético cuando el señor Seva procedió a leer el informe de Hacienda (no hay que olvidar que gracias a la nefasta gestión económica estamos intervenidos) en el que le permitían presentar el presupuesto con más de un reparo, sobre todo en lo referente a los ingresos.
El presupuesto se aprobó con la mayoría del PP, pero da igual, los ojos de los concejales de dicho partido mostraban la mirada de la derrota, del no creerse lo que allí aprobaban, de la falta de proyectos que llevar a cabo (aunque sean low-cost), de la falta de liderazgo que seguir, de que lo mejor de esos presupuestos es que serán los últimos que apruebe un gobierno del Partido Popular en mucho tiempo.