Publicado en ABC el 2 de mayo de 2024
Tras la debacle que sufrieron las tropas españolas en su enfrentamiento contra los rifeños en Annual, el general Navarro reagrupó a los soldados que sobrevivieron y se refugió en el campamento de Dar Drius. Ante el previsible ataque de los envalentonados rifeños, tenía dos opciones, reforzar aquel campamento, que tenía la gran ventaja de contar con suministro de agua, estamos hablando de julio en el norte de África, o la de huir hacia Melilla, exponiendo su ejército en territorio hostil. El general eligió la segunda opción. Así, tras una retirada desastrosa, tuvo que refugiarse en un lugar mucho más difícil de defender, Monte Arruit. Tras el sitio, el general Navarro rindió a sus tropas, pero lo peor estaba por llegar. Mientras el general y algunos de sus oficiales salvaban su vida, el resto de la tropa eran masacrada a traición cuando ya habían entregado sus armas.
Salvando las distancias, algo así ha pasado en Ciudadanos, dónde tres de sus eurodiputados se han pasado con todos sus bagajes al Partido Popular, dónde van a ocupar un lugar preferente en sus listas para las inminentes elecciones europeas. Su postura puede compartirse o no, al final son personas que han desarrollado su trabajo en un proyecto y ante su posible derrumbe cambian a otro. De hecho, considero que los tres han realizado un buen trabajo en Europa y podría ser una pérdida de talento en los momentos actuales. Pero uno de esos tres eurodiputados es el que hasta hace poco era el secretario general del partido Ciudadanos, Adrián Vázquez. Puede parecer que Vázquez había planificado este acto prácticamente desde el momento que se hizo con la Secretaría General.
Tras el desastre de las elecciones autonómicas y municipales, Vázquez al igual que hizo el general Navarro, en vez de fortalecer lo que tenía eligió la huida. En vez de tratar de relanzar el proyecto liberal de Ciudadanos, parece que se encargó de desmontar lo poco que quedaba. Todo ello con la inestimable ayuda de la mayor parte de una ejecutiva a la que no se conoce ninguna actividad más allá de cobrar puntualmente las dietas y sueldos. Da la sensación de que su objetivo era demoler el proyecto para hacer inevitable la absorción por parte del Partido Popular. Si el objetivo era el de unir fuerzas con otros partidos para luchar contra la tropa de Sánchez, se podría haber intentado desde la fortaleza y no desde la más absoluta debilidad, sino que se lo pregunten a los gestores del Banco de Sabadell.
Así, es curioso que, a la vez que Vázquez cambiaba de bando, la figura que va cobrando cierto protagonismo y relevancia es la de Albert Rivera. Rivera es ahora muy recordado por su discurso en Cortes dónde enumeraba proféticamente todos los planes de “la tropa de Sánchez”. Desgraciadamente tenía razón.
Rivera quizá fue el primero que adivinó la calaña del hoy presidente del gobierno español. Probablemente intuía que Sánchez jamás pactaría con Ciudadanos y que su camino era, tal como se ha demostrado, construir un muro de socialistas, comunistas, independentistas y filo terroristas, donde se siente especialmente cómodo. Rivera cometió un error muy grave en su estrategia de demostrar aquello, y al final fue considerado el responsable por parte de la ciudadanía del no pacto del PSOE y Ciudadanos, cuando los números les daban para ello.
En los tiempos de Annual, además de la cobardía y falta de estrategia , también hubo espacio para el heroísmo, como el que demostró la brigada de caballería Alcántara que estuvo cargando hasta la extenuación por el río Igan contra los rifeños, con el objetivo de evitar que los españoles que se retiraban fuesen pasados a cuchillo. Como el Alcántara, los que quedan en Ciudadanos han decidido realizar un último intento de mantener el proyecto liberal y concurrir a las elecciones catalanas y europeas. Tal como hizo el teniente coronel Fernando Primo de Rivera, al frente del Alcántara en aquellos momentos, solo falta que su candidato a las europeas, Jordi Cañas, diga “ha llegado la hora del sacrificio y que cada uno cumpla con su deber”. Pues eso, mientras el proyecto liberal exista, tiene sentido trabajar por él.