Publicado en el diario ABC el 5 de junio de 2024
Año 451, las ciudades de Amiens y Reims han sido devastadas. El riesgo de que ocurra lo mismo al resto del imperio romano de occidente es evidente. La llegada de los hunos comandados por Atila, aquel del que se dice que por donde pasa no crece la hierba, es inminente. El general romano Flavio Aecio consigue convencer a visigodos, francos y otras tribus para que, en vez de seguir a la gresca, hagan frente común a la amenaza que supone la llegada de los hunos. Todas las tribus que vivían en el imperio romano de occidente no olvidaron su responsabilidad aquel día. Y fue allí, en los campos Cataláunicos donde en un día de junio la amenaza de los hunos fue conjurada.
Mientras tanto, en la España actual, sorprende la desunión de los partidos de centro y derecha en España ante la amenaza creciente que supone el gobierno del socialista Sánchez y sus socios comunistas, filo terroristas e independentistas. España está cayendo en un enorme descrédito por la forma en la que están aflorando posibles casos de corrupción y la forma de gestionarlos a través de cartas en twitter.
Hemos sido engañados una y otra vez por un gobierno que está haciendo lo que dijo que nunca iba a hacer. Tenemos que escuchar a los mismos dirigentes socialistas que antes aseguraban que la amnistía de los golpistas catalanes era algo ilegal, decir ahora que no solo es legal, sino que además favorece la convivencia. Un gobierno que en un año tan solo ha aprobado una ley, precisamente la de la amnistía, y está siendo incapaz de abordar los problemas que tiene nuestro país. Se limita a crear problemas, hacer un diagnóstico incorrecto de los mismos y proponer soluciones equivocadas. Un ejemplo es la última ocurrencia de la vicepresidenta Yolanda Díaz de amenazar con subir drásticamente los impuestos a las empresas distribuidoras de alimentación. Promulgaron un decreto para bajar los precios de los alquileres de pisos y se cargaron el mercado y provocaron el efecto contrario. Ahora pretenden hacer lo mismo con los productos alimenticios. Lo curioso es que los sectores que mejor funcionan en la actualidad son aquellos en los que no mete las manos el gobierno para arreglar posibles problemas.
Pero más allá de todo esto, está nuestra democracia, nuestra monarquía y el legado que nos dejaron nuestros padres de la transición, todo ello en riesgo como el imperio romano ante la llegada de Atila. Los socialistas de Sánchez van a utilizar las inminentes elecciones europeas para validar todos los desmanes, cambios de opinión y sumisión ante las peticiones de los independentistas. Es posible que las alternativas a Sánchez y sus socios no despierten demasiada ilusión. Es triste ver como se pelean entre ellos, en vez de tratar de hacer frente juntos al riesgo de que se consolide un régimen, en el que será difícil leer una opinión libre y donde el sistema judicial independiente será puesto en duda.
Pues como ocurrió en los campos Cataláunicos, yo considero que este próximo nueve de junio toca decir NO a Sánchez. No evadiendo nuestra responsabilidad y yendo a la playa o la montaña en vez de ir a votar. No esperando a la próxima oportunidad para tomar partido, quizás entonces ya sea demasiado tarde. Toca votar a PP, Vox o Ciudadanos o a cualquiera de los partidos que no formen parte de esa coalición de los hunos socialistas. Toca decir NO a Sánchez el día 9 de junio, para que no pueda decir el 10 de junio que la mayoría social apoya la ley de amnistía, la gestión de las mascarillas de su ex ministro Ábalos y compañía, o que el lawfare impera en el sistema judicial y obliga a una redefinición del mismo. Ha llegado la hora de sacrificar un par de horas el domingo. Toca demostrar que creemos en nuestra democracia, esa democracia que se gestó en la transición y que tanto bienestar y libertad nos ha dado. Que cada cual cumpla con su deber. Si no lo hacemos, es muy posible que nos arrepintamos cuando Sánchez utilice esa desidia para su propio beneficio.