El presupuesto del Botànic sobre Universidades podría calificarse como un “remake” flojo de una película mala, en la que además se nos publicitó con un tráiler que no se correspondía con lo que al final contempla el documento que han presentado. Y es que la Consellera del ramo, Carolina Pascual, presentó en Corts unas ideas con cierto atractivo pero que al final se han quedado básicamente en lo mismo que había propuesto anteriormente el señor Marzà. Esto no es bueno, ya que Marzà se dedicó en cuerpo y alma a su cruzada de “inmersión lingüística” y olvidó por completo a las Universidades. Así que en parte se dedicó a hacer otro “remake” de los presupuestos del Partido Popular, llegando a copiar no tan solo la forma en la que se financiaban las universidades sino también los datos que utilizaron ellos entonces. Así se puede decir que las Universidades de la Comunidad Valenciana se financian, por ejemplo, por sus datos de estudiantes actuales sino por los que tenían hace algunos años. Si añadimos a que gobiernos central y autonómico incrementan las exenciones de pago de matrícula, pero el Consell no compensa adecuadamente tales exenciones, estamos llegando a una situación en el que las Universidades tan solo se van a poder limitar a pagar gastos de personal y de funcionamiento.
Pero dentro de la cruzada del Botànic para cambiar su presupuesto con respecto a años anteriores, llama la atención la eliminación de las ayudas a formación de mayores de cincuenta y cinco años. Es una labor social que va mucho más allá de la formación. El Botànic castiga a personas que en su momento no pudieron ir a la Universidad o que aun habiéndose formado quieren seguir haciéndolo en nuevos temas que les interesan. Por descontado queda la enorme labor social que se hace con unas personas que han creado la sociedad que ahora disfrutamos. Por eso me parece lamentable que el Botànic haya decidido retirar la línea de apoyo para la formación de nuestros mayores y que no haya apoyado la propuesta de Ciudadanos para mantenerla.
Otro aspecto llamativo ha sido el castigo del talento, ya que como aseguró en la comisión la representante del Botànic, premiar con becas a los buenos expedientes es “elitista”. Yo entiendo que es fundamental garantizar que los buenos estudiantes sigan estudiante en las Universidades de nuestra Comunidad y no tengamos que buscarlos cuando sean mayores y quizás ya no quieran volver. Además, deberían recordar que aprender no solo se hace desde el profesor sino también mucho de los que aprendemos en la universidad se hace a través de nuestros propios compañeros.
Para finalizar el tráiler tramposo que presentó la Consellera podríamos añadir que no se incorpora ningún tipo de ayuda a la promoción de titulaciones de Ingeniería y Ciencia, por más que no dejan de repetir una y otra vez lo que les preocupa la falta de gente formada en dichas disciplinas.
Los presupuestos nos acercan a la realidad de lo que realmente un gobierno va a hacer y no lo que dice que va a hacer o le gustaría hacer. El futuro se empieza a crear cada día, cuando hablamos de formación, la mayoría de los frutos se empiezan a obtener muchos años después. Pero para el Botànic, el futuro en Universidades es seguir haciendo lo de siempre, aunque visto lo nefasto de las pocas cosas que modifican, quizá cabría pensar “Virgencita que me quede como estoy”