(Publicado en Alicante24horas el 7/06/2011)

¿Y ahora qué?”,  Es la frase que pronuncia un joven candidato demócrata al Senado de los Estados Unidos interpretado por Robert Redford en la película El candidato. Es la última escena de la película y se produce cuando el candidato acaba de ganar las elecciones. Da idea de lo importante en política: “Nadie gobierna sin haber ganado las elecciones”.  Así, si quieres llevar a cabo una serie de propuestas que consideras importantes para tu ciudad o país lo primero que debes hacer es presentarte a unas elecciones y sobrevivir a la dura campaña electoral. Realmente es uno de los grandes peligros del modelo, enfrascado en la campaña electoral puedes perder de vista lo que te hizo iniciarla.

En un momento tan duro para nuestra sociedad, envuelta en una crisis política, económica e institucional sin precedentes, donde los políticos son considerados como el tercer problema para los ciudadanos quizá sea una utopía aspirar a cambiar las cosas.

En esos momentos no puedo sino recordar una maravillosa película en blanco y negro (1939) protagonizada por James Steward y que se denominaba Caballero sin espada, donde un ingenuo senador luchaba contra una compleja trama de corrupción con un final apoteósicamente parlamentario con lectura de la constitución de los Estados Unidos incluida.

Esa es la idea, nuestra democracia es una de las cosas más importantes que tenemos como país, y si no que se lo pregunten a ciudadanos de otros países que carecen de ella, o sin ir más lejos a nuestros mayores que vivieron otras épocas en España.  Yo considero que la democracia se mejora no cuando los ciudadanos de a pie se apartan de la política sino más bien todo lo contrario. Es conveniente que los ciudadanos nos  interesemos por la política, por las propuestas que hacen nuestros políticos y por las capacidades y experiencia de los mimos para llevarlas a cabo. Los ciudadanos deben exigir más pero ser más consecuentes también en las decisiones que toman al depositar su voto.

Los políticos deberían dedicar a veces unos minutos a pensar por que están aquí ejerciendo como tal. Quizá no sería mala idea que volvieran a ver a James Steward con su peinado curioso y con su discurso interminable del Congreso, de recuperar la idea de que todo es posible, de que no podemos dejarnos llevar por la situación actual.  También se trata de pensar que ganar las elecciones no es el final sino el principio de la tarea, de que las propuestas que se han hecho son para llevarlas a cabo, que son el objetivo y que no deberían perderse como lágrimas en la lluvia.

A pesar de todo, los nuevos en política, al llegar a una responsabilidad tan grande como  la de concejal de tu ciudad, es inevitable pensar lo que decía Redford, ¿Y ahora qué?,  Pues,  ahora a trabajar, ya que aunque  es cierto que algunos no tenemos experiencia en política, tampoco la tenemos en corrupción.

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