1585, un enorme contingente de soldados de los tercios españoles está viviendo un auténtico infierno en una pequeña isla. Rodeados por un numeroso enemigo, hacinados junto a la ermita de Empel, los soldados españoles esperan su fin de forma inminente, ya que no hay vías de escape más allá de un ataque militar suicida.
Cuando el jefe enemigo les exigió su rendición, el comandante español les contestó que “ya hablarían de capitulación una vez muertos”. En aquellos terribles momentos un viento frio heló las aguas y permitió a los tercios avanzar sobre el hielo en formación y destrozar al enemigo.
Sobreponerse a una situación difícil puede ser complicado, pero no por ello hay que dejar de intentarlo. A estas alturas, negar que el partido Ciudadanos se halla en una situación difícil sería negar lo evidente. Hay cierto empeño en sacar del tablero político a este partido que pude ser garante de estabilidad al complejo panorama político español. Pero lo cierto es que existe mucha gente dispuesta a votar a un moderno partido liberal o lo que se ha venido a llamar “partido de centro” y no conformarse con votar a partidos más antiguos o más extremistas.
Es llamativo que, existiendo ese perfil de votante, no aparezca en las encuestas que últimamente se publican en los medios de comunicación con respecto a las próximas elecciones de Andalucía. Además, hay que tener en cuenta que Ciudadanos ha sido fundamental en un gobierno que ha recibido el reconocimiento de la ciudadanía en encuestas realizadas al efecto. Es probable que lo que más influya en la valoración de los gobiernos de coalición sea sobre todo la figura del máximo representante de la misma, ya sea en comunidades autónomas o ayuntamientos. Por ello, la gestión errónea de los pactos de gobierno en el momento que Ciudadanos obtuvo sus mejores resultados electorales se ha convertido en un importante lastre para dar comunicación a su gestión.
Otro error ha sido una política de comunicación en ocasiones más basada en el ataque a otros partidos en vez de centrarse en hacer llegar a los posibles votantes los efectos beneficiosos de la gestión realizada. Otro posible error es el centrarse en exceso en algunas provincias con mayores expectativas de voto, lo que ha tenido un efecto demoledor en los resultados, tal como se demostró en las recientes elecciones realizadas en Castilla y León.
Entiendo que hay que pelear por los votos en todas las provincias de Andalucía y no dar por perdida ninguna de ellas, aunque obviamente en algunas hay más posibilidades que otras. Las elecciones en Andalucía pueden convertirse para Ciudadanos en “la madre de todas las batallas” con unos resultados que afectarán indudablemente a un partido necesario para el panorama político español y cuyo espacio ahora mismo no está ocupado por ningún otro.
Volviendo a 1585, muchos achacaron el resultado de la batalla de Empel a un milagro que sucedió a partir de que se descubriera un retablo de la virgen mientras se cavaba una trinchera. Aquel hallazgo y la victoria posterior supuso que incluso hoy en día, se siga celebrando el día 8 de diciembre como un día de fiesta nacional en España en honor a la Inmaculada Concepción.
No voy a ser yo el que ponga en duda que fuese el milagro de Empel el que provocara el viento frío que helase el río Mosa, pero lo que parece obvio es que una vez sucedido aquello, solo la preparación de los tercios y su empeño en obtener la victoria fue lo que permitió conseguirla.
Es algo como lo que decía Picasso que “la inspiración existe, pero tiene que cogerte trabajando”. Ciudadanos debe preparar estas elecciones concienzudamente y con ilusión, sobre todo aprendiendo de errores pasados, quizá surja la oportunidad de victoria pero hay que haber trabajado y estar preparados para aprovecharla.