Como en la novela y en sus dos magníficas adaptaciones al cine, también en política “el cartero
siempre llama dos veces”. El grupo municipal del Partido Popular del Ayuntamiento de Alicante
va a tener que volver a posicionarse sobre el predominio lingüístico de Alicante. Actualmente y
de forma curiosa, Alicante está definida como ciudad de predominio lingüístico valenciano,
¡quién lo diría cuando vives aquí!
El jueves se votará en el pleno del Ayuntamiento una vez más si se actualiza al castellano. En
las anteriores ocasiones, el Partido Popular votó a favor de que se determinara Alicante como
zona de predominio lingüístico castellano. Es cierto que en aquellas votaciones el voto del PP
no era decisivo ante el sorprendente posicionamiento de los concejales del grupo municipal de
Ciudadanos, que no apoyaron la propuesta con lo que fue rechazada.
Esta votación que puede parecer algo baladí, no lo es, ni mucho menos. Este posicionamiento
implica realmente la lengua vehicular en el que se podrán o deberán impartir las asignaturas
troncales en los colegios de la ciudad, porcentajes mínimos de docencia en valenciano, así
como dar más o menos soportes a los proyectos lingüísticos que se defienden en algunos
centros educativos. Es más, tal como apunta este mismo diario “La Conselleria de Educación
que dirige José Antonio Rovira ha realizado una modificación de la Ley de Plurilingüismo a
través de la Ley de Acompañamiento de 2024 para eximir a las zonas castellanohablantes de la
Comunitat de la enseñanza en valenciano a partir del próximo curso escolar”. Fíjense si tiene
implicaciones la susodicha votación.
Las últimas encuestas realizadas por la Conselleria demuestran que en la ciudad de Alicante el
predominio de la lengua castellana sobre la valenciana es de siete a uno. También está
demostrado lo que dificulta estudiar asignaturas de cierta complejidad en una lengua que no
es la tuya. Lo único que les queda a los detractores de ese cambio es la tradición histórica y las
eternas referencias a la persecución malévola que, según algunos, hizo Franco del valenciano.
Yo no vivía en Alicante en aquellos tiempos, pero sí en Alcoy, donde se utilizaba habitualmente
el valenciano y no se notaba esa persecución. De hecho, recuerdo asistir con mis padres a
sainetes representados en valenciano, en locales abiertos y nada ocultos como si fuesen bares
durante la ley seca. Uno de esos sainetes del gran autor Armando Santacreu se titulaba “em
vieg negre pa eixir de negre”. Dicho libro seguro que no se hubiese prohibido por Franco, pero
lo hubiese tenido difícil hoy en día con los complejos progres de la actualidad.
Mas allá de mitos históricos, hay que preocuparse por el presente y futuro de nuestra
educación. Por eso es importante saber cuál es el posicionamiento real de los concejales del
Partido Popular en Alicante. El cartero ha vuelto a llamar a la puerta y vamos a poder
comprobar es si cambiarán de opinión y votarán con los socialistas, independentistas y
comunistas, o si están por la defensa del castellano y la libertad de elección de lengua
vehicular en la escuela.