(Publicado en Alicante24horas el 30/12/2011)

Curiosamente el  transporte público iba a ser el mayor protagonista del pleno de Diciembre en el Ayuntamiento de Alicante.  Sin prever lo que ocurriría pocos días antes del pleno con el descenso de subvenciones por parte de la Generalitat para Alicante, habíamos estado estudiando la situación del transporte público. La valoración del TRAM en general es buena si exceptuamos la no puesta en marcha de la esperadísima línea 2 del tranvía, por cierto todavía no conocemos noticia alguna sobre la fecha de dicha puesta en marcha. También preocupa la aparente falta de actividad por parte del equipo de gobierno reclamando a sus homólogos que gobiernan en la Generalitat.

No obstante el autobús es el gran abandonado por el actual y los previos equipos de gobierno. Hasta el momento, lo único que se había hecho era ofrecer unas tarifas no elevadas y subvencionar billetes para jóvenes y mayores. Nadie parecía preocuparse de que Alicante ha cambiado, ha crecido, han cambiado la localización de los servicios a los que acuden los ciudadanos, ha cambiado los lugares donde vive la gente, en sí han cambiado las necesidades pero los servicios seguían siendo los mismos, unas líneas radiales como si pensaran que en el Alicante del 2011 los ciudadanos solo quisieran ir al centro.

Nuestras propuestas para el pleno eran la de estudiar la posibilidad de incorporar una línea circular que diera servicio a la Gran Vía, incluyendo la construcción de un carril bus que facilitara la rapidez de los servicios de autobús. También queríamos incidir en la necesidad de disponer alguna línea nocturna para algún día de la semana.

Quizá lo constructivo de nuestras propuestas se vieron oscurecidas por la que el equipo de gobierno llevó al pleno sin haber debatido previamente en ninguna comisión: “Una subida desproporcionada del precio de los billetes y la disminución de beneficios para los mayores y su bono oro”.

El debate fue agrío, el equipo de gobierno solo dio la explicación de que la Generalitat había bajado la subvención y ya está, o sea se sube el precio y ¡ya está! , no había un estudio completo de lo que suponía, no había un estudio de cómo a pesar de la subida del precio se podría mejorar el servicio para hacer menos dolorosa la subida. A mí me molestó mucho que no quisieran contestarme cuando les pregunté si conocían si el porcentaje que ha bajado las  subvenciones ha sido similar en todas las capitales o solo Alicante lo ha sufrido con tal magnitud. Me molestó la importante subida que se hace a los jóvenes, ya que si queremos potenciar el transporte público no podemos hacerlo sin conseguir que sean los jóvenes los que se acostumbren a utilizarlo.  A pesar de todo agradezco que se comprometieran estudiar la propuesta que hice acerca de no limitar los beneficios del bono oro para gente con pocos recursos económicos.

Desde el resto de partidos de la oposición quizá para mí fueron menos constructivos, se limitaron a mentar los cochos oficiales y posibles malos usos de los mismos.

Creo que el debate es otro, el transporte público debe ser potenciado, es muy rentable que se impulse. Potenciarlo es adecuarlo a las necesidades, a los recorridos, a los horarios que demandan los ciudadanos. Pero para ello hay que estudiar qué es lo que ofrecemos, qué es lo que requieren los ciudadanos para garantizarles que cambiar el coche particular por el transporte público es cómodo, y luego estudiar cómo es posible adecuar el contrato leonino que la ciudad tiene con la concesionaria. Potenciar el transporte público no es que el autobús sea un elemento más decorativo de la ciudad, sino que sea el elemento que esperamos para poder montarnos en él para acudir al trabajo, al médico o a nuestros lugares de ocio en la ciudad

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