(Publicado el 27/09/2017 en el Diario Información)
José II, emperador del Sacro Imperio durante la segunda mitad del siglo XVIII, creó uno de los impuestos más curiosos de la historia. El emperador, que al parecer tenía cierta fobia a la limpieza personal, tuvo la idea de crear un impuesto que gravaba el precio de todos los productos elaborados para la higiene, tales como coloretes, pomadas, carmín y polvos para el cabello entre otros. Aunque el afán recaudatorio nunca ha tenido límites, tal como repetía Benjamín Franklyn “la muerte y los impuestos son las dos únicas cosas completamente ciertas en la vida.”, el impuesto al maquillaje fue probablemente uno de los impuestos más ridículos de la historia.
Mucho más cerca de nosotros en el espacio y tiempo, podemos comprobar que el nuevo líder de Podemos en la Comunidad, Antonio Estañ, ha querido tomar la iniciativa propositiva. Dados los líos que genera el bipartito Compromís-PSPV con su gestión incompetente en algunas áreas como educación, sanidad, servicios sociales (igualdad) o economía, hubiesen sido aplaudidas propuestas interesantes aquí. En Ingeniería, se suele decir que antes de mejorar los procesos que funcionan bien, arregla los que funcionan mal. Pero probablemente el señor Estañ no tiene soluciones que aportar y ha preferido centrarse en uno de los sectores que menos problemas estaban generando al Consell y que mejor funcionaba en la Comunidad, el turismo.
Así, que grupo Podemos en les Corts ha propuesto la imposición de una tasa turística que grave los alojamientos legales en nuestra comunidad, tales como hoteles y campings. Todo ello sin hablar con el sector, pero con la promesa de hablar con todo el mundo, incluido el reponedor de los botes de refrescos de las máquinas expendedoras. Es además Turismo, un área en la que mejor sintonía había entre el Consell y el sector, debido en gran medida, al fenomenal trabajo del secretario autonómico Francesc Colomer.
Lo peor, es que Podemos ha hecho su propuesta sin ningún estudio serio, sin debatir con el sector y con un profundo desconocimiento de como gestiona la venta de oferta turística en muchas de las ciudades de nuestra comunidad, En muchas, ya se ha fijado el precio de los alojamientos con los tour operadores para los próximos dos años. Tampoco se conocen las diferencias que tenemos con otros lugares como Cataluña o Baleares, modelo referenciado por Estañ, donde sí que se ha aplicado dicha tasa. Por ejemplo, Barcelona es un ejemplo de un destino saturado en el que, a lo mejor sí que puedes plantear aplicar una tasa que ahora mismo no tiene ningún sentido en nuestra Comunidad.
Tampoco se ha observado en la propuesta podemita, ninguna medida para combatir el alojamiento ilegal o alegal, que supone una competencia terrible a los alojamientos legalizados. La aparición de webs que ofrecen los alojamientos de forma eficaz a todo el mundo, suponen por un lado más posibilidades para alquilar un apartamento, pero también ayudan a que se realice un control de la mayor parte de la oferta que se realiza en nuestra Comunidad.
Cuando lees las declaraciones de Hosbec o del propio Colormer contra la tasa turística te das cuenta de los motivos por los que el actual gobierno bipartito es un auténtico ejemplo de ineficacia. Se dirige desde el sectarismo, la improvisación y el desconocimiento. Jamás se escucha a las personas con conocimientos del tema y se prefiere gobernar con proclamas y pancartas.
Además, cuando en muchas comunidades se ha iniciado una hostilidad contra el turismo, yo pienso que era muy hábil mostrar la cara amable del que recibe con los brazos abiertos a los turistas. Por supuesto, optimizando nuestro modelo, para ofrecer un mejor y más rentable servicio. No es así, en el Consell vence el afán recaudatorio, ya que las proyecciones que ya tenían efectuadas en la Consellería de Hacienda demuestran que lo habían estado calculando de espaldas al sector. Pero como no sean muy rápidos en la implantación, corren el riesgo de no poder implantarla el año que viene y su recaudación ya la gestionaría el futuro Consell y no el actual.
Curiosamente, hay algo más que une la gestión del nuestro Consell y el emperador Jose II. Éste, al heredar el trono de Hungría. se empeñó en realizar una especie de inmersión lingüística, ya que no se le ocurrió otra cosa en obligar a sus nuevos súbditos a utilizar el alemán en vez de su lengua. Tuvo que dar marcha atrás en su propuesta cuando los nobles y campesinos húngaros se sublevaron con bastante virulencia,
Veremos como el bueno del president Puig trata de salir del jardín en el que pretenden meterle. Obviamente, ni él, ni el secretario Colomer lo han dicho, pero leyendo sus declaraciones parecen pensar de sus compañeros de gobierno de Compromís y Podemos : “Cáspita vaya tropa”.