(Publicado en Alicante24horas el 13/09/2011)
Asisto cada vez más sorprendido e intranquilo a la deriva nacionalista que está tomando en los últimos momentos del zapaterismo el Partido Socialista. Nada más y nada menos que la ministra de defensa de este país, Carme Chacón, ha sacado su vena más nacionalista para defender el modelo de inmersión lingüística que se produce en Cataluña, aunque sea postulándose en contra de lo indicado recientemente por los tribunales.
Es curioso que esta señora, que incluso se había postulado a encabezar las listas del socialismo español en las próximas elecciones, que ocupa el puesto que ocupa,se atreva a postularse contra las decisiones judiciales y en defensa de algo tan sensato como que un español pueda utilizar el español como lengua vehicular en cualquier lugar de España.
Es obvio que durante tantos años se ha permitido tomar tantas decisiones incongruentes que se ha llegado a un punto de difícil retorno. Quizá debido a un sistema electoral muy imperfecto, y también porque no decirlo a los guiños constantes que partidos como el PP y el PSOE le han brindado a los partidos nacionalista la situación es la que es. Y la situación es, que por ejemplo en la ciudad de Badalona hay problemas porque su alcalde quería poner la bandera española en los actos de la diada. El recuerdo de un acto de hace siglos se ha convertido en la reivindicación de la independencia actual, seguro que ya hay algún historiador catalán que ha encontrado vínculos entre el entre el rey Felipe V de Borbón que vivió en el siglo XVIII y el general Franco.
Este es un problema puntual pero que refleja que país estamos construyendo. Que para cualquier ciudadano de este país sea un problema estudiar en español o castellano es algo impensable para cualquier ciudadano europeo. Digo esto con el mayor respeto para otras lenguas como el castellano, valenciano, vasco y gallego. Puedo entender que un ciudadano quiera estudiar y reivindique estudiar en catalán, pero creo que es necesario garantizar que también otro pueda solicitarlo hacerlo en español sin que le consideren el último franquista.
El gran problema de los dos partidos nacionales mayoritarios es precisamente que aunque son mayoritarios han perdido el concepto de nacional, y olvidan frecuentemente la idea del proyecto España para cambiarlo por otros proyectos mucho más locales. Ahora yo ya no sé si el Partido Socialista de Cataluña es el mismo proyecto que el Partido Socialista Obrero Español, o si incluso los primeros aspiran a tener grupo propio en el Congreso.
Vamos mal si en vez de reivindicar lo que nos une como país vamos explotando lo que nos separa. Vamos mal el día que una ministra de defensa de España defiende lo que defiende sin la menor vergüenza y sin que nadie le diga nada ni fuerce su dimisión. Vamos mal el día que vuelve ser habitual y aplaudido que las banderas españolas son quemadas. Todo esto me preocupa, pero lo que preocupa aun más que cosas graves ya son consideradas como normales, pero que podemos esperar de un país que utiliza traductores en su Senado.