Miedo a que te llamen facha 

En mayo de 1938 Alicante sufrió un terrible bombardeo por parte de la aviación italiana durante la guerra de civil. Era día de mercado, y las personas que estaban en las cercanías del Mercado Central fueron las que más sufrieron las consecuencias. Un bombardeo terrible y miserable, que cayó en el olvido a pesar de ser el que generó más víctimas durante toda la guerra civil. Curiosamente gracias a Picasso y a los lloros nacionalistas, solo el de Guernica perduró  en el recuerdo.

En el 75 aniversario del bombardeo, con el Partido Popular al frente del Ayuntamiento de Alicante, se inauguró un monumento que recordaba a las trescientas víctimas. Concejales de todos los grupos políticos dimos un pequeño discurso aquel día, pero cuando los dos concejales del Partido Popular salieron a dar el suyo, empezaron los abucheos. Era casi cómico ver las caras que ponían ambos, como si no entendiesen nada de lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Su gobierno había organizado y financiado el monumento, había transigido con el mensaje que debería aparecer en el mismo y a pesar de todo les silbaban. Uno de los concejales que había preparado un discurso algo más extenso contando los significados de algunos de los detalles del documento se quedó con las ganas de hacerlo, y ante el incremento de los murmullos y algún que otro insulto, optaron por abandonar rápidamente el atril. 

Días más tarde cuando comentaba con uno de ellos los sucesos de aquel día, me permití decirle al concejal del Partido Popular que para la izquierda, ellos eran como los pilotos italianos que bombardearon Alicante aquel día, y lo peor de todo es que en el fondo hasta ellos mismos tenían vestigios de culpa como si realmente lo hubiesen sido. 

Estos recuerdos me volvieron a la mente cuando leí que el Presidente de la Generalitat, D.Carlos Mazón seguía con todos los proyectos pendientes de memoria democrática que había dejado inacabados la ex Consellera comunista Rosa Garijo. Algunos proyectos de esos habrían sido firmados rápidamente por la Consellera, una vez el tripartito de izquierdas fue derrotado en las recientes elecciones autonómicas. Yo entiendo que no deberían ser muy importantes si fueron iniciados en aquellos minutos del descuento. El Presidente hablaba de evitar incurrir en ilegalidades y tal, algo que no parece muy lógico dado el momento de la firma. En el fondo inevitablemente da la sensación del miedo de los populares a que les llamen “fachas”. Esto les ha provocado querer ser más aplaudidos por una izquierda que les desprecia, en vez de por sus propios votantes que cada vez andan más despistados. 

Es bueno tener memoria de la guerra civil, una vez pasados casi noventa años desde su inicio. Pero la memoria debe ser completa, y no de que unos eran los buenos y los otros eran los malos malísimos y que además son los que forman la derecha actual en España. Que unos eran los listos y que los otros eran los incompetentes, pero que nadie sabe muy bien porque finalmente ganaron la guerra.

Se lleva mucho tiempo contando la guerra civil desde un prisma irreal y además proyectándolo continuamente sobre los políticos actuales con un claro objetivo electoral. Es fácil escuchar que un político del Partido Popular o Vox es heredero directo de los ejércitos de Franco, pero que un miembro de Bildu no tiene absolutamente nada ver con aquellos que tiñeron cobardemente de  sangre nuestras calles durante muchas décadas.

Me permito dar un consejo al Presidente, si quiere continuar con los proyectos de memoria democrática: hágalo, pero cuéntelo todo. Continué con el proyecto de recuperación del campo de concentración de Albatera, pero también recupere alguna de las checas donde comunistas y socialistas torturaban y asesinaban impunemente. O si quiere seguir con reconocimiento al enterrador republicano de Paterna, que recuerde que, por ejemplo, en el picadero de aquella localidad fueron fusilados muchos religiosos o personas que su única pena era haber ido a misa o parecer un buen católico. 

El Partido Popular tampoco debería tener tanto miedo de que le vinculasen a los, según la izquierda, “fachas de Vox”, ya que también fueron habitualmente considerados “fachas” todos los partidos como UPYD y Ciudadanos que no pertenecían a la “izquierda progresista”. La habilidad de la izquierda se basa en conseguir que el Partido Popular solo pueda recurrir a los habituales traidores del PNV.

Los miembros del Partido Popular deben dejar de obsesionarse con hacer las cosas para evitar que desde la izquierda les sigan llamando fachas. Da igual lo que hagan, seguirán diciéndoselo igual a pesar de que sigan los proyectos creados por  la Consellera Comunista. Es hora de vencer con el “relato”, y para eso solo es necesario recordar el pasado sin ira y con objetividad, y mirar hacia adelante. O sea, dejar de creer que el 25 de mayo fueron los miembros del Partido Popular los que bombardearon Alicante, que nadie de los políticos actuales luchó en la guerra civil, pero que sí que hubo partidos actuales que estuvieron presentes en la contienda y que además de su incompetencia, aquellos años demostraron una crueldad sin límites. 

Yo no creo que Pedro Sánchez fuese descendiente de los torturadores aquellos, pero sí que es cierto que su partido en aquella época tiene mucho de lo que avergonzarse.

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