Const y Tución

const tucion

(Publicado en ABC el 8/12/2015)

No pude votar por la Constitución el día 6 de diciembre de 1978, pero sí que puede escuchar a mis padres conversando sobre la conveniencia de apoyarla. Con sus aciertos y errores, con las cosas que se podían haber hecho mejor, pero sin duda también muchísimas más peor, nos ha permitido tener algo que nos une a todos los españoles. Es curioso,  los americanos hablan orgullosos de su Constitución,  no existía Internet cuando la escribieron (aspecto que parece fundamental para el líder socialista Pedro Sánchez) pero la respetan por todo lo que supone. Mientras tanto, en España la ponemos en duda cada dos por tres.

Yo me limito a citar un dicho utilizado en arquitectura, “No derribes un edificio si no vas a construir otro mejor en su lugar”. Considero además que en 1978 nos pusimos de acuerdo en lo realmente importante.

Curiosamente, el mismo día 6 de Diciembre se celebra el día del patrón de la ciudad de Alicante, San Nicolás, y se conmemora la reconquista de la ciudad por parte del Rey Alfonso el Sabio en 1244. Así, es un día en el que cabe mirar hacia nuestro pasado y recordar cómo se construyeron los cimientos de nuestro presente más allá de todo partidismo.

No fue así.  Quizá debido a los nervios por la cercanía de la convocatoria electoral,  en vez de celebrar en Alicante un acto institucional en la que participaran todas las fuerzas se organizó todo lo contrario. Mientras el Consell de Ximo Puig celebraba  la “Cons” en el Castillo de Santa Bárbara, la Diputación de Cesar Sánchez hacía lo propio con  la “Tución” en su palacio.

No hubo unidad, los unos y los otros se repartieron en función de sus preferencias. El alcalde feliz, se evitaba ir a la procesión, contraprogramada  por el acto del Consell, y así no molestaba a su vicealcalde. Una pena, ya que el Ayuntamiento es parte importante del acto.

Resumiendo, en el día que tocaba honrar a lo que nos une, tuvimos fractura y falta de respeto. Y es que cuando algunos dirigentes políticos quieren, rozamos el esperpento con enorme facilidad.

El amanecer tras la derrota

El amanecer tras la derrota

300-roae-7

(Publicado en el Diario Información el día 29/05/2015)

“Caminante si vas a Esparta diles que aquí yacemos en defensa de sus leyes”, era el epitafio que se podía leer en una lápida que los griegos colocaron en el desfiladero de las Termópilas en honor al rey Leónidas y a sus trescientos espartanos que lo defendieron ante el ataque de millares de persas dirigidos por el rey Jerjes.  Fue un momento clave en la historia de lo que sería posteriormente la civilización occidental. Además esa defensa del desfiladero por un pequeño grupo de soldados ante un ejército muchísimo mayor fue idealizada en muchos textos, incluido un memorable poema de Constantino Kavafis, e  incluso fue llevada al cine en varias ocasiones, la última en la popular “300” basada en un espectacular cómic.

El amanecer se encontró con la derrota de los valientes espartanos, cuyos cuerpos yacían en el desfiladero. Es posible que Leónidas se preguntara si valió la pena el sacrificio. Algunos historiadores consideraron que esos días que los persas perdieron en atravesar el desfiladero fueron vitales para facilitar las posteriores victorias de los griegos. Otros aseguraron que la defensa tenaz del desfiladero apenas tuvo alguna importancia estratégica en la campaña. Lo que nadie pone en duda es que el nombre de Leónidas ha pasado a la historia con letras de oro mientras los de otros generales espartanos han pasado al olvido o de hecho jamás han salido de él.

La noche del día veinticuatro de mayo fue especialmente dura para mí, dado el resultado que reflejaban las urnas a medidas que el recuento se desarrollaba. No obstante acudía a un programa de televisión, tal como me había comprometido, siempre entiendo que hay que dar la cara en los momentos buenos y en los malos. El amanecer tras la derrota si cabe fue peor, cuando uno empieza a valorar que da la sensación que todo el trabajo desarrollado durante estos cuatro años apenas ha servido para nada, y que según todos los indicios un porcentaje considerable del voto se ha decidido en base al justificado cabreo con la desastrosa gestión del  Partido Popular y a un nuevo modelo de comunicación basado más en tertulias televisivas a nivel nacional que en el trabajo a pie de calle y en el Ayuntamiento.

Desde UPyD considero que hemos hecho un trabajo muy serio y respetuoso en Alicante, siendo el grupo municipal que más propuestas ha hecho para la ciudad de Alicante, no limitándonos a decir que es lo que no nos gustaba de las propuestas que se presentaban sino planteando alternativas. Por otro lado, jamás he dudado en apoyar propuestas positivas para Alicante vinieran de donde vinieran, y siempre he buscado los motivos para llegar a acuerdos  en vez de encontrar causas para romperlos.

Como decía un articulista anónimo, me ha faltado “mala leche”, es posible que sea así, pero yo considero que la ciudad de Alicante se merece un consistorio donde impere el debate y el respeto, aunque quizá sea menos noticiable y televisivo, pero seguro que ese modelo mejora la imagen que los alicantinos tendrán de su gobierno.

Tras el amanecer de la derrota yo me quedo con el privilegio de haber representado a los alicantinos durante estos cuatro años en el consistorio y con el reconocimiento que supone que en la ciudad de Alicante votaron UPyD  1500 personas más (un 60% más)  en la lista local que en la autonómica, lo que considero un respaldo, aunque fuera insuficiente para llegar a la concejalía, al trabajo realizado.

A nivel nacional la marca UPyD ha sufrido un duro correctivo, a pesar de ser el partido que puso en el candelero conceptos como los de transparencia, regeneración, dación en pago, gestión de cajas de ahorros, igualdad para todos los españoles, querella contra Bankia, listas abiertas  y un sinfín de elementos más imprescindibles y que ahora muchos defienden. No puedo discutir que como partido hemos cometido errores, fundamentalmente en organización y comunicación, pero considero que el correctivo ha sido desproporcionado. También considero que al igual que los espartanos fueron traicionados por un tal Efialtes, en nuestro partido han prevalecido intereses personales de muchos cargos representativos sobre el interés común del partido.

Las malas gestiones de las crisis tras las europeas y las andaluzas nos llevaron a una situación muy complicada en las grandes ciudades, donde impera ese voto nacional. Es nuestra obligación  trabajar en recuperar esa confianza de los ciudadanos.  En Julio tenemos un congreso extraordinario que seguro marcará el futuro del partido.

Ahora a mí, que me toca formar parte del pasado de la historia del Ayuntamiento, no quería hacerlo sin antes agradecer la confianza depositada en mí por muchos alicantinos y también a esa gran cantidad de buena gente que he conocido estos años  y que trabajan incansablemente desde sus asociaciones por tener un Alicante mejor. A ellos les digo que hemos de seguir trabajando por Alicante, porque aunque pueda parecer que tenemos un futuro oscuro, éste realmente no existe ya que lo construimos en cada momento.

El «lado oscuro» del PP

El «lado oscuro» del PP

Ozzel_croaks

(Publicado en el Diario el Mundo el 15 de Octubre de 2014)

 

“Me ha fallado por última vez, Almirante”  fueron las últimas palabras que escuchó el Almirante Ozzel antes de ser estrangulado a distancia por el oscuro poder de la fuerza de Darth Vader en la mítica “El imperio contrataca” de la saga Star Wars. Era habitual que la incompetencia supina era castigada con la muerte, sin esperar dimisiones, por el malvado Jedí.

Si Darth Vader fuera el presidente de este país no pararía de ejecutar uno tras otro a destacadas personalidades que ocupan puestos de elevada responsabilidad en nuestro país. Pero nuestro presidente de gobierno no es Darth Vader y el concepto de dimisión parece estar  totalmente olvidado y denostado. Son escasos los políticos y responsables técnicos de primer nivel que han dejado sus puestos por voluntad propia ante un fracaso, una serie de notables errores o ante casos de corrupción.

Ya es parte de la política de ciencia ficción el saber en que posición estaría hoy el atribulado President Fabra si en vez de que los imputados, que su partido tenía ocupando puestos relevantes a su llegada a la presidencia, le marcaran la agenda, hubiese podido imitar a Lord Vader y hubiera dicho eso de “Su carencia de fe me resulta molesta”  y les hubiese expulsado al grupo mixto. Tampoco nunca se sabrá que sería del PP de la capital alicantina si hubiesen dado un paso adelante apartando a Castedo de la alcaldía tras las imputaciones y vergonzantes escuchas. Es posible que el Rey y el presidente Rajoy hubiesen podido disfrutar de la capital alicantina y de paso ver  la salida de la Volvo, y que el PP  encararía las próximas elecciones con mejores expectativas. Lo que es seguro es que el gobierno de la ciudad se haría desde el Ayuntamiento y no desde los juzgados.

La dimisión de un responsable político es un hecho habitual en los países serios, en ocasiones hasta por hechos de lo más baladí. Las personas que ocupan estos puestos de responsabilidad suelen tener una preparación que les permite no vivir en exclusiva de la política y suelen considerar esta dedicación como algo temporal (obviamente siempre hay excepciones). Por ello, ante errores de importancia de su ministerio, gabinete o departamento piden disculpas, abandonan su cargo y se reincorporan a sus puestos de origen.

En España no es así, cada vez es más habitual que los máximos responsables políticos sean personas sin oficio ni beneficio, con escasa preparación y menos conocimientos de los asuntos que deben tratar.  Esto provoca que aferrarse al puesto que las ha caído del cielo sea un denominador común, por lo que dimitir es un verbo que no existe en su diccionario y buscan siempre alguna persona a la que echar la culpa de los desaguisados que cometen.

Las actuaciones de la Ministra de Sanidad Ana Mato y del Consejero de Sanidad de Madrid con respecto a la crisis del ébola han sido lo más vergonzante que recuerdo yo en los últimos años. Tras destrozar la sanidad pública, realizar una operación de marketing sabiendo que España no estaba preparada para atender a los misioneros aquí, tras mandar a profesionales españoles a correr un riesgo salvaje sin dotarles de los más mínimos  medios, ni sin definir un protocolo de seguridad que no atentara contra el sentido común, hace falta ser un miserable para decir que la gran culpable de todo ha sido la auxiliar de clínica que atendió a uno de los misioneros.

Pero esa es la política actual, el PSOE y el PP han nombrado como Ministras de Sanidad a dos inexpertas del tema, aunque curiosamente ambos han criticado los nombramientos del otro.  Seguro que en el próximo congreso del PP harán una “brillante” exposición  sobre la “incomprensible” desafección de los ciudadanos hacia los políticos,  que será premiada con un atronador aplauso.  Pero eso es lo que pasa en España, los que gobiernan y muchos de los que están en la oposición ya viven en un mundo paralelo donde no existe la preparación, el conocimiento y los errores propios.  Apenas hay referentes que puedan dar ejemplo y mientras tanto se manda a honrados trabajadores al matadero y encima se les hecha las culpas de haber entrado allí.  Y eso me hace pensar, ¿Hace falta que se presenta Darth Vader a las próximas elecciones?, yo creo que no, pero sí que es imprescindible aplicar una gran cantidad de sentido común y de orden.

El reino de los enchufados

El reino de los enchufados

el enchufado

(Publicado en el Diario Información el 12/09/2014)

A la hora de dirigir a su ejército en la más importante de las batallas en las que su país se pudiera enfrentar, usted, ¿qué preferiría? contar con una persona de reconocida experiencia y capacidad como pudiera ser el gran general cartaginés Aníbal o con una serie de cortesanos lametraserillos que siempre están alabándole y haciendo lo que usted les diga.

Antioco III el grande, rey del imperio seléucida, no pareció tener ninguna duda al respecto y a pesar de contar al general Aníbal como uno de sus asesores prefirió no hacerle demasiado caso en su enfrentamiento contra un imperio emergente como era el romano. Es cierto que a Antíoco no le había ido mal sin escuchar demasiado a Aníbal, también es cierto que no había tenido un contrincante tan poderoso y bien preparado como las legiones romanas.

Uno de los grandes dramas que tenemos en nuestra sociedad actual al intentar superar la crisis más importante contra la que nos hemos enfrentado en los últimos años es precisamente la cantidad de gente poco preparada que ocupa lugares donde se deben tomar de decisiones o planificar actuaciones de gran importancia.
En los momentos en los que había gran cantidad de medios económicos disponibles y con sólo una llamada podías contratar a quien fuera necesario para resolver un problema, y en muchos casos aunque no hubiera ningún problema que solucionar, daba igual la capacidad y preparación que tenía el que hacía la llamada. A veces era bueno que no tuviera mucha preparación para que así se tuviera que amarrar más a ese puesto de trabajo que no merecía por lo que estaría dispuesto a seguir sin ningún tipo de escrúpulo las ordenes de su superior.

Además está el hecho de la cantidad de familiares y compañeros de partido que a veces son oportunos colocar en lugares notables para tener una mejor convivencia.
Considero que se debe elegir escrupulosamente a las personas que van a ocupar un puesto de trabajo, y basarse en criterios de igualdad, mérito y capacidad, pero dentro de la Administración Pública esto es un requisito obligatorio e inexcusable.

En el caso concreto del Ayuntamiento de Alicante, aunque desgraciadamente es un mal extendido en muchas administraciones del mismo o distinto signo político, la organización del personal y la selección del mismo no es el más adecuado. Hay departamentos con funciones poco claras, en otros hay más jefes que empleados, otros disponen de mucho más personal del necesario para las tareas a realizar mientras otros apenas tienen medios para atender a los ciudadanos de Alicante.

Si a esto sumamos la elevado número de personas que han sido elegidos a dedo para ocupar el puesto de responsabilidad que ocupan, lo llaman libre designación, el problema se agrava. Al final los criterios objetivos se disuelven en unos baremos donde priman claramente los subjetivos como lealtad, amistad, afiliación a un partido, pertenencia a un familia etc y se generan la casta de los “enchufados”. Lo peor de todo esto es que además los enchufados suelen tener poca capacidad y preparación, ya que en muchas ocasiones los bien preparados no necesitan ningún tipo de enchufe para acceder a un puesto de trabajo. Es obvio, si uno tiene dos hijos prefiere enchufar al más torpe ya que el inteligente tiene más posibilidades de abrirse paso en la vida.

En el pleno el Partido Popular votó en contra de la moción de UPyD de regular el acceso a la segunda actividad de forma objetiva, indicaron abiertamente que preferían hacerlo por otros criterios, sin especificar cuáles. Sí que aprobaron la propuesta de UPyD de realizar un estudio de posible reorganización del personal, desgraciadamente no se atreven o desean llevarlo a cabo.
La corrupción económica es un gran problema, la existente en la gestión de los recursos humanos también lo es y hay que acabar con ella. Igualdad, mérito y capacidad debería ser lo que marcara la política de los recursos humanos y no los políticos. Mientras muchos probos y competentes funcionarios están en despachos ocultos, otros más serviles y poco preparados toman muchas decisiones que al final pagamos todos los ciudadanos.

batalla de magnesia
Como le ocurrió al rey Antíoco en Magnesia donde a pesar de contar con más efectivos que los romanos, fue destrozado en la batalla de Magnesia, debido a la mala dirección de su ejército. Nunca sabremos si el imperio romano hubiera sido lo que fue si Aníbal aquel día hubiese dirigido las tropas que en el año 190 a.C se enfrentaros a ellos. Lo que sí se sabe es el triste final del rey Antíoco que tras el desastre intentó mantener su caro ejército robando templos y subiendo los impuestos (como en la actualidad), siendo asesinado por sus propios ciudadanos

Podemos y la carga de Pickett

Podemos y la carga de Pickett

podemos

(Publicado en el diario la verdad el 5/09/14)

“Es mi opinión que ningunos quince mil hombres alguna vez organizados para un combate, jamás tomarían esa posición.» El general confederado Robert E. Lee miró con desdén a su lugarteniente el General Longstreet que le acababa de decir aquella opinión y a pesar de ello le ordenó organizar los preparativos del ataque. Es Julio de 1863 y la más famosa, y posiblemente decisiva, acción de la guerra civil estadounidense iba a tener lugar.

La batalla de Gettysburg había comenzado un par de días antes, y el General Lee había decidido cambiar el signo de empate que se estaba produciendo con una acción desesperada, sin el estudio previo razonable de los medios de los que disponía ni mucho menos los del contrincante.

Durante una comida en un congreso celebrado en la Universidad de Alicante, recuerdo que fue un profesor norteamericano, paisano del general Longstreet, el que ponía como ejemplo que ante situaciones desesperadas o al menos muy complicadas se debía recurrir si cabe con más ímpetu al sentido común que a las decisiones precipitadas y demagógicas.

En aquel tercer día de Gettysburg, el general Lee prefirió cambiar toda la estrategia que le había funcionado hasta ahora en los primeros años de la guerra por la que precisamente habían utilizado sus adversarios con funestos resultados.

En una situación actual, con una crisis galopante y con un deterioro notable de las condiciones de vida para muchas familias, parece que está calando de manera notable el mensaje de Pablo Iglesias y su Podemos. No son propuestas nuevas, son similares a las que ya han tenido su correspondiente eco en el resto de Europa, como las realizadas por Grillo en Italia, Le Pen en Francia, el UKIP en Gran Bretaña o Syriza en Grecia. La base fundamental es el intento de derribo de unas instituciones, que yo considero que nos han dado una razonable estabilidad en estos últimos años.

Pero para mí, el problema no son las instituciones, sino la forma en la que la han gestionado los dos partidos mayoritarios en España, Partido Popular y Partido Socialista. Ambos simplemente han esperado los errores del otro para hacerse con el poder en vez de suponer un cambio. Por otro lado, en los lugares donde apenas ha habido alternancia en el poder, casos como ciudad de Alicante, Comunidad Valenciana o Andaluza se ha generado un sentimiento de identidad de las instituciones con los partidos que les ha hecho pensar a más de uno que eran su casa y que podían actuar con los medios públicos con total impunidad. Lo malo no han sido los casos de corrupción que han proliferado en estos casos, lo peor ha sido la falta de respuesta de los partidos ante las corruptelas de sus afiliados y gobernantes, donde tanto Populares como Socialistas se han dedicado más en ver la paja en el ojo del otro más que la viga en el suyo propio.
En Alicante, por ejemplo, es difícil que el gobierno municipal se decida a actuar contra la técnico municipal que parecía negociar favores con un empresario de la ciudad. El motivo es que estas negociaciones han sido destapadas por las escuchas policiales. Si se toman medidas razonables ante las escuchas telefónicas contra una técnico, obviamente se debería hacer lo mismo contra los miembros del equipo de gobierno municipal por el mismo motivo. Probablemente se dé la callada por respuesta, y no parece que ni desde el gobierno autonómico ni desde el nacional puedan dar mucho ejemplo, ya que alguien podría recordarles los casos valencianos o los intercambios de mensajes entre Bárcenas y Rajoy.

¿Es necesario acabar con las instituciones para acabar con la corrupción? Yo considero que no, simplemente aplicando el sentido común, la honestidad, la preparación, la experiencia y otras cualidades se puede devolver las instituciones donde siempre debieron estar. También es imprescindible ser intolerantes contra la corrupción, no simplemente dando mensajes sino actuando.

pickett

Si no se actúa así, acabaremos con modelos bolivarianos que han demostrado su escaso éxito donde se han aplicado, dejando a los ricos en su estatus original y eliminando barreras entre clase baja y media, machacando a esta última en vez de mejorar las opciones de la primera.
En Gettysburg, Lee decidió olvidar el sentido común y mandó a lo mejor de sus tropas al mando del General Pickett a campo abierto hacia las bien pertrechadas y organizadas posiciones del ejército de la Unión. Horas más tarde el General asumió el error de su acción, pero de nada sirvió a cerca de siete mil de sus hombres que fueron aniquilados.

Bipartidismo : “El fin de los días”

Bipartidismo : “El fin de los días”

finde losdias

(Publicado en el diario el mundo el 18/08/14)

Hubo un tiempo en el que el final de los partidos de fútbol callejeros o en los patios del colegio no los decidía ningún cronómetro, sino el fin de la luz que imposibilitaba continuar el juego con cierta normalidad. Siempre, era inevitable que un miembro del equipo que iba perdiendo (en muchas ocasiones por una gran diferencia de goles) gritara eso de ”el que meta este gol gana”. Era una frase que solía ser asumida por normalidad e incluso como un acicate más para incrementar la intensidad de los últimos minutos de juego. En el fondo se trataba de esto, de añadir diversión a algo que era poco más que jugarse la honrilla o el poder recalcar en el camino de vuelta a casa a tus amigos la gesta de la victoria. Algo tan asumido por todos los que hemos disfrutado de ese fútbol no podíamos ni imaginar que en un partido de liga profesional cambiaran las reglas del juego en el final de partido.

No pude más que evocar estos pequeños recuerdos cuando la portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Alicante, Marta García Romeu, glosaba la propuesta llevada al pleno (de manera urgente) en la que se pedía al apoyo a la propuesta de Rajoy de que el alcalde de cada ciudad fuera el de la lista más votada. Ante el advenimiento del fin del bipartidismo, consecuencia clara de una decadencia en la forma de hacer política por parte de los dos partidos que mayoritariamente han dirigido este país en los últimos años, no se pretendía subsanar los errores con un cambio en la forma de hacer política y de gobernar, simplemente se trataba de cambiar las reglas a menos de un año para el fin de las elecciones con el objetivo de que los nuevas reglas favorezcan al partido en el gobierno. Recuerdo que algo así hizo el presidente de Venezuela Hugo Chávez con críticas entonces de eminentes dirigentes del Partido Popular.

A nivel nacional tanto PP y PSOE se habían acostumbrado a no ganar las elecciones, sino más bien a que las perdiera el otro y les pusiera el gobierno en bandeja. Se han acabado los tiempos de Suárez o del primer Felipe González en el que la ilusión que transmitían garantizaban las victorias, ahora han sido los desastres del último González, Aznar o Zapatero los que daban las victorias a su rival. Pero esto en Alicante ya no es así, el desastre de legislatura que está llevando a cabo Sonia Castedo y su equipo, con una falta de iniciativa ya de por sí censurable pero ya con el aditivo de la corrupción es difícilmente soportable. En condiciones normales el Partido Socialista lo tendría fácil para hacerse con el poder, pero va a ser que no.
La decadencia de PP y PSOE se vio destapada descaradamente en dos momentos del pleno. El primero fue la intervención del concejal popular Juan Zaragoza, defenestrado por la propia Castedo a principio de legislatura, que en su primera intervención en el pleno recordó sutilmente los problemas judiciales inminentes de hasta tres de sus compañeros de partido helando la sonrisa inicial de la señora alcaldesa y haciendo poner un rostro más impenetrable que el de Marlon Brando a todos sus compañeros de bancada.
El PSOE que podía disfrutar del sufrimiento del contrario prefería engrandecer el suyo. En el mismo pleno que se presentaba una propuesta en defensa de los trabajadores, un sector del grupo socialista del Ayuntamiento había decidido despedir a dos de sus asesores (obviamente del otro sector), pero sin habérselo si quiera comunicado previamente, de tal forma que se enteraba antes la alcaldesa que los propios defenestrados. Obviando el post-pleno dantesco socialista ya no cabe más que decir que si no eres capaz de creerte las propuestas que presentas, jamás podrás convencer a los ciudadanos de que podrás gobernar razonablemente. Esto considero que forma parte de la estrategia del Partido Socialista alicantino para dejar de ser la segunda fuerza de la ciudad, pero para convertirse en la tercera o la cuarta.

Queda un largo curso para acabar la legislatura, pero parece cada vez más evidente que la solución no es el cambio de las reglas del juego sino una nueva estrategia más cercana a las necesidades de los ciudadanos. Hablar de transparencia, eficacia y honradez es muy fácil pero yo estoy totalmente convencido que llevarlas como principales bases de la gestión es mucho menos complicado de lo que muchos aseguran. Por eso no es necesario llevar a cabo ningún derribo brutal del sistema democrático sino más bien recordar con que objetivos fue creado.

El aliento de la bestia

El aliento de la bestia

alientobestia

(Publicado en el diario el mundo el 16/6/14)

“Todo ha ido a peor cuando les hemos dado demasiados derecho a los negros”. Me quede lívido al escuchar una frase que me parecía tan desafortunada que empecé a plantearme que quizá había entendido mal o que en el fondo mi conocimiento del inglés no era el suficiente.

Minutos antes, mi esposa y yo cogíamos un taxi o servicio de transporte compartido. Era 1995 y nuestra primera visita a los Estados Unidos, Cuando el taxi se detuvo en el lugar pactado de recogida, salió del mismo otro pasajero, una persona de mediana edad que amablemente nos saludó y cortesmente dejo pasar a mi esposa dentro del coche, donde ese hallaba también la esposa del señor. Eran otros viajeros que compartían el taxi con nosotros, para mi era la primera vez que compartía un transporte en aquellas condiciones pero tampoco lo vi extraño. La distancia al hotel no era mucha, aún así entablamos una conversación banal sobre los Estados Unidos y sobre lo que nos había impresionado. Al preguntarme nuestra procedencia, le dije que eramos de Alicante en la costa mediterránea de España. El dijo no haber visitado nunca España y me dijo que ellos eran un matrimonio sudafricano. Yo le contesté que me encantaría visitar su país aunque nuestras playas tenían algún tiburón menos que las suyas. Cambió algo su semblante (por un momento pensé que mi bromita de los tiburones no le había hecho gracia) y empezó a decir que la situación en su país se había deteriorado al dar derechos a los negros y que había crecido enormemente la inseguridad de los ciudadanos. Recuerdo el rostro de la mujer sudafricana asintiendo lo que su marido decía. Parecían una pareja normal, cortés, amable, simpática, pero quizá daban como normal y razonable una situación que era auténticamente espeluznante como era el Apartheid, pero que ellos comentaban y reivindicaban con una naturalidad terrible.

Salvando las distancias, la verdad es que en nuestro país, y más concreto en nuestra Comunidad y todavía más concreto en nuestra ciudad parece que mucha gente empieza a ver como normal comportamientos totalmente fuera de toda lógica. Recuerdo las palabras del anterior director de este periódico, Pedro J. Ramírez, diciendo que si un medio británico hubiese publicado una foto del mensaje enviado por un ministro inglés a alguien como Bárcenas hubiese dimitido a los pocos minutos, y no como Rajoy que ya parece haber olvidado el caso. En la mayoría de los países civilizados hubiese sido impensable que un presidente como Camps hubiese ganado unas elecciones con mayoría absoluta a pesar de ser inminente su llegada al banquillo de los acusados.

Si hablamos de Alicante, la situación que algunos dan como normal es cuanto menos preocupante. La alcaldesa Sonia Castedo imputada por varios casos de corrupción y el teniente alcalde, Andrés Llorens, a punto de ir al banquillo de los acusados acusado de haber adjudicado la construcción de una plaza después de que esta hubiese sido construida. El departamento de Atención Urbana, que dirige Llorens, se encuentra ahora en en el centro de la tormenta al ser públicas las conversaciones de algunos técnicos que parecen más preocupados por generar ganancias a los amigos que por el interés de los ciudadanos. Muchos de los concursos lanzados por dicho departamento sólo han tenido una oferta debido a la sensación de que los pliegos estaban dirigidos o que limitaban la libre competencia con clausulas como las que impedían bajar poco más de un uno por ciento sobre el precio inicial, como en el contrato de limpieza viaria.

Pero parece no pasar nada, máxima normalidad en el Partido Popular alicantino, y cuando detallas todas estas barbaridades y contestan que si la presunción de inocencia o que si no hay sentencia en firme, me viene a la mente el rostro de la mujer sudafricana asintiendo y dando la razón a su marido de lo bueno que era el Apartheid.

Huérfanos de la tormenta

Huérfanos de la tormenta

huerfanosdelatormenta

(Publicado en el diario la verdad el 10/06/14)

Una tormenta perfecta parece haber caído sobre nosotros: el sorprendente resultado para algunos de las elecciones europeas, la abdicación de D. Juan Carlos, miles de manifestantes paseando por las calles con banderas republicanas, el fin de los días de Rubalcaba y el vodevil que los socialistas han organizado para sucederle, los vaivenes del Partido Popular que pasan de la dignidad a la indignidad y viceversa en cuestión de minutos sin que parezca que hayan dejado de ser los de siempre y todo ello en poco más de una semana.

Hacía tiempo que los dos partidos mayoritarios no ponían tanto interés en ocultar unas elecciones, retrasando lo posible el que se conocieran los candidatos, con campañas de perfil bajo, con debates precocinados que sólo sobrevivieron al más absoluto sopor por un comentario despreciablemente machista por parte del candidato popular. Mientras en Europa se hacía todo lo posible por incentivar el hecho de que los ciudadanos se acercaran a las urnas, en España el gobierno parecía sepultar cualquier intento de motivación en unos momentos algo complicados, pensando posiblemente que sólo sus “fieles” iban a ser los únicos en cumplir con el deber democrático de votar.

Falta ver si se mantiene la línea en las próximas elecciones, pero parece que el concepto de fidelidad al partido puede ser una de las virtudes que afortunadamente se han ido perdiendo, la gente ha demostrado estar cansada ya de dar una última oportunidad a los que les han ido defraudando una y otra vez, y que tampoco han puesto demasiado interés en convencer de que esta vez iban en serio.
Es probable que haya muchos que duden de lo idóneo de la reflexión de los votantes, pero no habría que olvidar hace tan sólo tres años para muchos era razonable que los valencianos votaran masivamente a un presidente camino del juzgado.

Yo siempre he defendido que lo importante es dar importancia al voto, meditarlo lo suficiente, pero siempre ejercer ese derecho. Es algo por lo que nuestros mayores lucharon en su momento y es algo por lo que hay que seguir luchando para que no podamos dejar de ejercerlo. Para mí el voto no lo da un ciudadano a un partido, simplemente lo presta durante un período de tiempo, ahora en menos de un año tendremos otra oportunidad en la que los ciudadanos podremos volver a opinar.

Y es que el voto es la base de la democracia, que algunos listos pretenden usurpar por el número de manifestantes, intentando explicar que para cambiar las reglas de juego de la Constitución no es necesario cambiar ésta, sino simplemente a través de populosas manifestaciones. El grito de reivindicación por la República quiere sobrepasar a la legalidad de la Constitución. ¿Y por qué hay que cumplir la Constitución de 1978 tal como está? Porque si no, no habría ninguna razón para cumplir la que salga de su reforma.
Recuerdo un poema de Kipling que tuve que aprender en mis clases de inglés, empezaba con “Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor todos pierden la suya y te echan la culpa…” y finalizaba con “si puedes emplear el inexorable minuto recorriendo una distancia que valga los sesenta segundos tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella, y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.”

De eso se trata, de no perder la cabeza, de no dejarse arrastrar por el griterío, pero también se trata de entender lo que pasa, lo que motiva a los ciudadanos a votar un mensaje u otro, de comprender porque la gente está cada vez más cansada de esos políticos que no asumen errores y que hacen lo indecible en seguir viviendo de la política porque en el fondo no tienen otra alternativa.

Ahora hay una tormenta que no amainará jamás si no se toman las medidas oportunas, pero no desde la descalificación o mostrando guillotinas en la plaza, sino desde el trabajo meditado, desde el respeto a nuestra democracia y a nuestros ciudadanos. Si trabajamos en esa línea, el sol aparecerá y dejará a los vociferadores sin motivos para enfurecer a la gente y se quedarán tal como decía la guapísima Julia Flyte en una escena de la inolvidable serie Retorno a Brideshead “¿Dónde podremos escondernos durante el buen tiempo, nosotros, los huérfanos de la tormenta?”

La penúltima victoria de Suárez

La penúltima victoria de Suárez

Adolfo-Suárez

(Publicado en Alicante 24 Horas el 4/4/14

Tras haber escuchado la palabra “consenso” en innumerables ocasiones vinculadas al ex-presidenteSuárez, me produjo una notable tristeza que fuéramos incapaces de llegar a un “consenso” para rendir un merecido homenaje a su figura en el pasado pleno, el primero celebrado tras su fallecimiento. Cierta precipitación e improvisación en las formas por parte del Partido Popular, a la que desgraciadamente ya nos tienen acostumbrados, y por otro lado la inflexibilidad de Esquerra Unida y el tradicional seguidismo que el PSOE de Alicante le hace, imposibilitaron un acuerdo unánime que yo consideraba más que razonable.

El reconocimiento oficial de la ciudad de Alicante a Suárez, a través de sus representantes, deberá esperar al menos un mes más, y hasta es posible que sea difícil llegar al consenso que tanto defendió, ya que hay algunos que votarían en contra de sus propias propuestas si no supieran que son suyas. En mi corta vida política he de confesar que observo con estupor los asombrosos juegos malabares que hacen algunos por no llegar a algún acuerdo y prefieren quedarse con cara de salvador de la patria defendiendo una propuesta imposible.

En el último pleno, ante una propuesta de los comerciantes para que se debatiera acerca de la instalación de Ikea en Alicante en el Consejo Local de Comercio, hubo dos mociones diferentes y una cerrazón incomprensible por parte del Partido Popular simplemente a poder hablar de un tema que preocupa notablemente a la ciudad. Otra vez increíble no poder llegar a un acuerdo en un tema como éste.

Es de agradecer que en aquellos días de la transición hubiesen políticos que prefirieran llegar a acuerdos que simplemente conformarse con haberlo intentado. Por eso para muchas generaciones Suárezrepresentó el cambio de un modelo, pasar del ordeno y mando al diálogo entre pensamientos diferentes, el paso del blanco y negro al color y la desaparición del NO-DO antes de la película que habías ido a ver. Recuerdo que mis padres comentaron antes de las primeras elecciones democráticas su apoyo a Suárezya que valoraban el esfuerzo que había hecho, y que votarle era el reconocimiento a su voluntad de arriesgar su elección de forma democrática a como podía haberlo conseguido de otra forma perpetuando el modelo dictatorial.

La maldita enfermedad del no-recuerdo había relegado su figura a las fotos en blanco y negro de algún reportaje y nos privó de haberlo escuchado opinar sobre lo que está pasando ahora en España y sobre lo que podríamos hacer. Si que parece claro que desgraciadamente ha tenido un mayor reconocimiento cuando no podía apreciarlo. Estuve en un entrañable acto en el parque que lleva su nombre en Alicante, las loas a su recuerdo fueron constantes y los aplausos numerosos, quizá más de alguno de los que aplaudieron también brindaron cuando anunció su dimisión como presidente.

Por las consultas que tuve a través de las redes sociales, nadie sabía que en Alicante teníamos un parque dedicado a la figura de d. Adolfo Suarez, confío que hoy cuando algún ciudadano pase por sus alrededores recuerde su figura y su voluntad de llegar a acuerdos.

Y en eso entiendo que los políticos debemos aplicarnos al máximo, en llegar a acuerdos razonables, en poner los intereses de los ciudadanos por encima de los partidos, en poder hablar y negociar sobre cualquier tema que preocupe a los ciudadanos. Para mí el gran mal de la política es ese, la dificultad de llegar a acuerdos en los grandes temas que preocupan a los ciudadanos como son la trabajo, educación, sanidad, justicia, inmigración, aborto y otros tantos, y no utilizarlos con fines partidistas de una forma u otra en función de si estas en la oposición o en el gobierno.

Otro de los grandes males de la política actual es poder comprobar como los mediocres devoran a las personas que destacan, Creo que Suárez sufriría mucho más de las puñaladas traperas de los suyos que de los cañonazos de los partidos de la oposición que tenía enfrente. Los mediocres que le rodearon consiguieron quitárselo de en medio para luego desaparecer castigados por su propia mediocridad.

No obstante, yo soy optimista, quizá porque no nos queda otra alternativa que serlo. Considero que D. Adolfo Suárez nos ha dejado con su muerte una obligación de pensar en lo que fue y en lo que predicó. Ha sido una pequeña victoria, pero seguro que no será la última. Confío que la política del futuro sea una política de consensuar, de llegar a acuerdos, de olvidar cual es el logo de tu partido, y de pensar en tu ciudad y de los que en ella viven.

Ciudadanos y políticos

Meet_John_Doe_1941

(Publicado en el diario El Mundo de 2/1/2014)

 La primera vez que vi a Juan Nadie, éste caminaba por la terraza del Ayuntamiento dispuesto a tirarse al vacío en un gélido día con nevada incluida. Obviamente no me refiero a Alicante ya que es harto complicado ver los copos blancos  dejarse caer dado nuestro benigno clima, me refiero a la escena final de una de las famosas películas de Frank Capra, con las que, hace algunos años, la Televisión Española nos obsequiaba en Navidad.

 En apenas unos minutos de película puedes visualizar a los diferentes personajes que han intervenido en la misma a través de unos breves diálogos y la vestimenta de los personajes. Allí estaban los potentados que intentaban evitar el suicidio de Juan Nadie por los problemas que posiblemente les iba a provocar y por otra parte los ciudadanos de a pie que sinceramente querían evitar la muerte de Juan Nadie a pesar de que éste parecía haberles engañado.

 La película tiene más de 70 años pero sin duda alguna, excepto alguna noñería típica del director, es de bastante actualidad. Relata el alejamiento de los políticos de la realidad de los ciudadanos, el interés que tienen por controlarlos, por evitar que el pueblo pueda pensar y decidir. Esto lo intentan a través de un falso movimiento ciudadano que pretendidamente dirigía Juan Nadie.  En la película también se relata la crisis de los medios de comunicación pero también se hace eco de la enorme importancia que tienen.

 No ha cambiado mucho desde entonces y  los políticos hoy en día es el colectivo peor valorado por los ciudadanos. Desgraciadamente esto ha provocado un  desinterés total por los políticos que nos gobiernan, salvo en aspectos muy puntuales y que en la mayoría de casos son por motivos mediáticos.

 Es más que probable que cualquier ciudadano conozca mejor la plantilla de un equipo de fútbol que el nombre de los ministros de nuestro país. También es probable que muchos conozcan mejor las diferentes ofertas de las compañías de telefonía móvil que los programas electorales con la que los diferentes partidos políticos concurrían a las elecciones.

 Pero no hay que olvidar que los políticos que gobiernan los hemos puesto todos y cada uno de los ciudadanos con nuestro voto. Esa es la principal ley de la democracia,  los candidatos los eligen los partidos pero los gobernantes los elegimos los ciudadanos.  Es nuestra elección la que determina que personas van a tomar las decisiones que inevitablemente nos van a afectar para bien o para mal. Por eso es necesario dedicar el tiempo necesario para elegir la mejor opción y no caer en el desánimo que predica algún que otro partido ahora en crisis del que “todos los partidos son iguales”.

 Pero, ni todos los partidos son iguales, ni todos los políticos son iguales. Hay políticos honestos y otros  que no lo son, hay políticos preparados y con experiencia y otros que no la tienen. También hay partidos que cumplen sus promesas y otros que las olvidan una vez se ha iniciado el recuento de los votos.

 Hay partidos que marcan líneas rojas contra la corrupción, que continuamente saltan, justificando lo injustificable. Hay partidos que en campaña critican una forma de hacer política y luego venden sus votos a cambio de prebendas o cargos.

Hay políticos, que tras una larga vida en la política se disfrazan de ciudadanos como si acabaran de llegar al mundo de la política, cuando en realidad jamás la han abandonado.

 Mientras unos apuestan por las manifestaciones o por los scratches yo considero que el voto es el momento del ciudadano,  es el momento en el que expresamos lo que opinamos de los políticos, de los partidos y de sus propuestas. Pero ese voto hay que hacerlo desde el estudio, desde el recuerdo y no por un spot publicitario. Para eso hay que leer, escuchar y ver, hay que comentar y preguntar. Por eso hay que dar importancia a nuestro voto, que en democracia no es sólo un derecho sino también un deber.  Considero que es imprescindible y necesario que los ciudadanos nos interesemos por la política porque sino tendremos políticos que no se interesen por los ciudadanos, y así siempre podemos decir la frase con la que finaliza la película Juan Nadie dicho por un ciudadano a los potentados “Atrévanse con el pueblo»

Alcalde aunque sea de balde

Alcalde aunque sea de balde

no_hija_no1

(Publicado en el Diario Información el 2/1/2014)

Mariano Ozores es probablemente uno de los directores de cine más denostados de nuestro país. Su extensa filmografía ha sido calificada como un subgénero sin valor dentro de la cinematografía española, pero también es cierto que ha sido sin duda alguna,  una de las más comercialmente exitosa y rentable. La mayoría de las películas que yo recuerdo de él contenían a partes iguales un humor grueso, algo de destape light y casi siempre una crítica feroz a los políticos y a las instituciones. No he pagado muchas entradas de cine para ver alguna de sus películas pero si reconozco que he visto multitud de ellas en la televisión o a través de las ya olvidadas cintas de video.  Una de sus películas volvió a mi mente tras leer los últimos acontecimientos políticos que ocurren en nuestra querida Orihuela: “Alcalde aunque sea de balde”. La película con un título tan curioso, contaba la noche previa a las elecciones municipales en un pueblo, y en ella aparecen el anterior alcalde, la jefa de las juventudes de su partido, la líder del principal partido de la oposición y  fauna adicional que Ozores introducía en sus películas para dar sustento a la trama.

La película es de 1987, imagino que yo la vería uno o dos años más tarde, pero sí que recuerdo no dar ninguna credibilidad a la trama que allí se contaba con frases como las de “Si pactamos vamos a ser mayoría para gobernar pero minoría para chupar” o “Si nos ponemos honestos no nos vamos a hacer ricos”. Pero al igual que me ocurrió con la escena de la película “Las autonosuyas”, de Rafael Gil,  donde se relataba un encuentro entre los líderes catalán y vasco que utilizaban un intérprete  para hacerse entender, la realidad supera a la ficción por muy increíble y disparatada que  sea esta última.  Esta escena  se ha convertido en real años más tarde en nuestro país donde disponemos de un Senado donde los senadores utilizan traductores para hacerse entender pero toman café juntos hablando castellano.

Desgraciadamente en muchos lugares de nuestra comunidad, la vida política está superando a las películas de Ozores con demasiada frecuencia. En una de las ciudades más grandes de nuestra provincia, el Partido Popular ya ha pactado dos mociones de censura con dos facciones de un mismo partido, el CLR. Este partido se presentó como una alternativa, que según decían jamás iba a pactar con los populares,  y no sólo lo han intentado sino que se han dividido en dos y cada una de las facciones se ha intentado unir al PP para derrocar al actual alcalde.  Mientras tanto el President Fabra pone cara de “autopista hacia el cielo” y sigue diciendo que su línea roja la marcan los imputados mientras manda a su mano derecha a firmar los acuerdos de la moción de censura con el objeto de meter a no sé cuantos imputados más en un equipo de gobierno municipal. Lo peor es que intentan insultar la inteligencia de los ciudadanos,  dicen que no proponen de posible alcaldesa a una imputada pero sí quieren que muchos concejales que sí lo son ocupen concejalías de importancia y podrían tomar decisiones fatales para su ciudad.

En El Campello el Partido Popular ha acogido en su equipo de gobierno a una concejala de un partido independiente, que en la campaña renegaba de los populares,  pero a la que rápidamente ha puesto sueldo y competencias municipales.

Cada vez está más claro que muchos de estos partidos independientes, lo son hasta que sus miembros entran en un equipo de gobierno al ser necesarios para las designaciones o sustento de los alcaldes. Los partidos mayoritarios tampoco ponen pegas a ningún pacto siempre que les garantizan la estabilidad.  Eso es lo triste, los programas electorales se olvidan una vez se cierran los colegios electorales tras las votaciones. No debería ser así, es muy probable que deberíamos recurrir a segundas vueltas en municipios donde un partido ni hubiese obtenido mayoría absoluta, ya que esto obligaría a definir acuerdos previos pero siempre ratificados en última instancia por los ciudadanos.

Considero que deben ser los ciudadanos los que ratifiquen con su voto al alcalde y a los posibles pactos necesarios a los que tendrían que llegar los partidos políticos. Es necesario definir algún modelo ya que cada vez son más frecuentes estas mociones de censura o apoyos que los ciudadanos que votaron una determinada opción jamás hubiesen apoyado.

A lo mejor los políticos actuales deberíamos ver “Alcalde aunque sea de balde” y hacer todo lo posible para que las películas de este estilo fueran “comedietas” de sal gruesa sin ningún fundamento y no algo que si hubiese dirigido Nostradamus se considerase como una profecía cumplida.

La opaca transparencia

La opaca transparencia

policia

(Publicada en el Diario el Mundo el 16/12/2013)

El concejal de hacienda frunció el ceño ante mi pregunta y dada mi reiteración, miró hacia el técnico que estaba al fondo de la sala de la junta de gobierno donde estábamos celebrando la comisión de hacienda. El técnico rápidamente sacó de entre unas carpetas la famosa ley de transparencia que el Partido Popular ha aprobado recientemente, y blandiéndola, como Errol Flyn hacía con su espada al frente del séptimo de caballería, utilizó uno de los apartados de la ley para justificar la negativa del Partido Popular a aceptar una enmienda a las bases del presupuesto municipal,  que desde el grupo municipal de Unión Progreso y Democracia habíamos planteado.

Tras la lectura del apartado, el concejal de hacienda sonrió aliviado como colono de película de western recién rescatado, pero en el fondo seguro que pensaba como yo, para aprobar una ley de transparencia con cosas como esta, podían haber dedicado el tiempo a otros menesteres más provechosos para la ciudadanía.

En la enmienda planteábamos que la gestión cualquier subvención que se otorgara desde el Ayuntamiento debería ser totalmente  pública y accesible por los ciudadanos durante todo su proceso, desde la convocatoria de la misma hasta su finalización. Esto incluía que se incorporara la obligación de que el receptor de la subvención debía presentar una memoria justificativa de las tareas objeto de la subvención.

La ley de transparencia del Partido Popular considera que este último apartado no es necesario, imagino que pensarán que todo el mundo es honrado y que el dinero público siempre se  gasta de manera justificada, y si no que se lo pregunten a los de UGT de Andalucía.

España necesita una Ley de Transparencia que permita un triple control de todo lo público: por la oposición, por los órganos supervisores y el control que podría ejercer cualquier ciudadano de forma directa, para ello debe haber libre acceso de la información.

Pero, libre acceso a la información no significa que primero hay que pedir la información justificando porqué la quieres  y luego esperar a que la suministren (sino dada la celeridad de con la que contesta el Partido Popular en el Ayuntamiento habría que exigir una silla para esperar sentado). Libre acceso a la información implica que los datos estén accesibles, que sean sencillos de encontrar y que estén expuestos con rigor pero de forma comprensible. El ciudadano no tiene por qué justificar su deseo de comprobar una información que es suya, con lo que devolveríamos  a los españoles algo que les pertenece. De esta forma se obligaría a todas las entidades públicas a ser más eficientes y  haría más difícil la labor de desaprensivos que estuvieran pensando en aprovecharse de ellas.

No todo es malo en la ley, faltaría más, la sonrisa del concejal de Hacienda se quebrará cuando lea el punto que indica que constituyen infracciones muy graves los compromisos de gastos, reconocimiento de obligaciones y ordenación de pagos sin crédito suficiente para realizarlos o con infracción de lo dispuesto. Algo habitual en el Ayuntamiento de Alicante, donde los reconocimientos extrajudiciales de créditos y facturas en el cajón no son algo excepcional. También me parece acertado el apartado en el que se penaliza el hecho de recibir regalos o tratos de favor.

No obstante estos últimos aspectos interesantes se pierden cuando compruebas que esta ley  no se trata de una ley orgánica.  Las leyes orgánicas son aquellas que protegen derechos fundamentales y requieren de mayoría absoluta del congreso para su aprobación. La ley de protección de datos es orgánica y sin embargo la de transparencia que debería garantizar el acceso a la información no lo es. Con lo cual se prima más la protección de información que el acceso de los ciudadanos. La Ley de Transparencia  no se basa en que el derecho al acceso a la información es básico; establece muchas limitaciones y restricciones para acceder a determinados papeles de la administración y contiene el silencio como respuesta. También considero inaceptable que entes que reciben financiación pública, tales como partidos, sindicatos, patronales y Casa Real  queden fuera de la aplicación de la ley.

Además la ley es muy poco concreta,  sobre todo en las conductas sancionables,  lo cual me temo, permite una inevitable discrecionalidad y subjetividad en su interpretación y aplicación. Es probable que las personas que la incumplan solo  sean castigados a una noche sin cena o a leer las memorias de Zapatero un par de veces (aunque  pensándolo bien, esto último sería terrible).